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El Flamengo se relame

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


En una actuación espantosa, con un planteo incomprensible pensando seguramente en la visita a Río de Janeiro, Estudiantes volvió a mostrar su peor cara para caer derrotado por 2 a 0 ante Central Córdoba en la provincia de la siesta.

Domínguez incluyó al discutido Piovi en el eje, junto a Amondarain y Ascacíbar, los cuales, sumados a Medina tirado casi de wing por la izquierda y Palacios por derecha, armaban una línea media de cinco jugadores, con cuatro internos. Que nunca le rindió y en la fecha no tuvo sorpresa, incidencia táctica, intensidad, juego asociado ni ambiciones, por el paupérrimo nivel general, por las gruesas falencias defensivas y porque Carrillo, solito arriba, también se contagió de la sintonía negativa ante un rival directo para atacar.

La tempranera ventaja local a los 5’, con una gran pelota de Discoteca Godoy a espaldas de Román Gómez y un centro atrás de Cufré que tras desviarse en González Pirez descoloca la débil respuesta de Muslera, empezó a desnudar las carencias del León.

Nervioso e inerme, el equipo jamás estuvo en partido, con Piovi, Ascacíbar y Amondarain errando muchísimos pases, Palacios en sus ya habituales nebulosas, y Medina sin peso pues por su lado Arzamendia no lo acompañaba para generar algo. Y de un error de Piovi al dejarse anticipar llega el segundo a los 10’, con una habilitación larga para Perelló por detrás de Facundo Rodríguez y su mazazo alto e inatajable para Muslera.

Aisladas acciones de Medina y Palacios no alcanzaban para esbozar una reacción, se perdían controles sencillos, se regalaban balones con el compañero a dos o tres metros, y por TV se apreciaron bastantes reproches entre los jugadores. Enfrente, los ex estudiantiles Leonardo Heredia y Discoteca Godoy eran incisivos, en los enésimos ejemplos de hombres intrascendentes con la roja y blanca, e importantes en otras instituciones.

Sobre la hora de esos penosos 45’ iniciales casi descuenta Carrillo en un centro pasado, pegándole con el hombro para obligar a Aguerre a mandarla al corner. Y de ese tiro de esquina, Guido la agarra de media tijera pero le sale bombeada al medio del arco, y el arquero carretero la saca por encima del travesaño.

En la mente de Domínguez, claramente obnubilada, la solución para afrontar el complemento fue el reemplazo de Piovi por el frívolo Alexis Castro. Además, con el tándem Ascacíbar-Amondarain funcionando bastante en los partidos previos, lo había desarmado para adelantar al pibe de Bavio, en insólito experimento. Y en la segunda mitad, con dicha variante, bajó a Mikel a su posición natural.

Sin embargo, el Pincha continuó zozobrando, sin ideas y sufriendo las réplicas santiagueñas hasta la ventana de los 61’, cuando Farías y Cetré sustituyeron a Palacios y Medina, en especial por el muy buen ingreso del ex Colón, que se mostró movedizo, puso tres cortadas bárbaras desperdiciadas por Cetré y trató de transmitir sus ganas en un contexto extrañamente apático. Todo el peligro albirrojo nació en la última media hora de sus pies.

A las citadas de Cetré, y a un disparo ancho de Farías, se le sumó una escalada a fondo de Arzamendia que no pudo conectar Carrillo a la carrera. Aunque la zaga era un compendio de horrores, con Facundo Rodríguez de principal intérprete, y ni los dientes apretados de Román Gómez lo salvaban del incendio grupal, mientras Muslera enloquecía en vanos intentos por despertar a sus compañeros. En varias ocasiones, los de Omar De Felippe toqueteaban hacia los costados y los nuestros miraban entregados, sin presionar.

Aparentemente se habría caído la venta de Palacios, y si sus eventuales compradores tenían algunas dudas, con su performance de la fecha las disiparon para siempre. Los 3 minutos adicionados no provocaron protestas del DT ni de los jugadores, completamente desdibujados, en elocuente postal del descalabro. El panorama copero, por lo visto hoy a la vera del Hipódromo 27 de Abril, pinta negro oscuro. Porque alarman la apatía y la falta de espíritu combativo evidenciadas. MÁXIME PARA UN PLANTEL QUE ARRANCÓ LA FECHA EN LA CIMA DE SU ZONA Y EN BREVE JUEGA 4tos. DE FINAL DE LA LIBERTADORES. Si eso no los motiva, o si el técnico no consigue ponerlo en valor dentro del alma de cada uno de sus dirigidos, estamos al horno.

Leo en Twitter una atinada reflexión: "Estudiantes es esto hace más de un año. Pequeños oasis en el desierto. Cuando parece que va a volver a acomodarse, el cuerpo técnico se suicida y los jugadores juegan como si fuese un amistoso".

Desconozco si Domínguez dio conferencia de prensa, ni quiero escucharla. En su lugar, por vergüenza, sacaría un comunicado por las redes pidiendo perdón a los hinchas y a la institución por semejante papelón.
Salutti
Muslera: 4
Román Gómez: 4
González Pirez: 4
Facundo Rodríguez: 2
Arzamendia: 3
Palacios: 3
Asacacíbar: 3
Piovi: 3
Amondarain: 4
Medina: 4
Carrillo: 5
Castro: 3
Cetré: 3
Farías: 7

Centrales de metegol para una caída rara

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Una ráfaga de Banfield en el complemento transformó aquel 0-2 en contra en un 3 a 2 a favor, y el consabido “la concha de su madre, a ver si ponen huevos” entonado por su parcialidad durante la primera mitad en una euforia por cierto inesperada.

El Estudiantes de los primeros 10’ minutos, lleno de imprecisiones de Núñez y Facundo Rodríguez en las salidas, pronto le dio paso a otro muy distinto, con el chico Amondarain rayando a gran altura, el Ruso adueñado del eje, Sosa haciendo jugar a todos, Farías encendido y los laterales punzantes.

Entonces no extraño el zurdazo cruzado de Arzamendia para abrir el marcador a los 20’, luego de un buen pressing alto de Sosa y Ascacíbar. Ni la obra de arte plasmada a los 45’ por Román Gómez tras una exquisita sucesión de pases entre Sosa, Farías y Ascacíbar, la gran habilitación combada del ex Colón para Gómez, y la definición serena del pibe, colocándola a rastrón en el segundo palo. Ya estaba en el campo el flamante Leo Suárez, reemplazante de un sentido Fabricio Pérez, y con el equipo en sintonía mostró algunas cositas interesantes.

Después del descanso, la variante de Piovi por Ascacíbar resultaría fatídica, porque el Pincha perdió el equilibrio en el mediocampo y su estructura se derrumbó. Si bien amagó con estirar diferencias en sendas corridas de Amondarain y Sosa, sufrió serias deficiencias defensivas a los 54’, cuando un centro desde la izquierda encuentra el resbalón-agachada de Piovi, la flojísima cobertura de Núñez, y facilita que Auzmendi la empuje a la red.

A los 61’, el Barba realiza dos variantes inexplicables, las de Funes Mori y Cetré por Farías y Sosa. Así agranda por completo al rival, al punto que los dos sustitutos ingresaron con el partido 1-2 y no la habían tocado en el repentino 3-2, plasmado por Lautaro Ríos a los 62’ con segundo cabezazo en un corner –Facundo Rodríguez en un cumpleaños al ser madrugado por Auzmendi-, y por el vehemente embate de Martín Río para cuerpear arriba a Santi Núñez en el enésimo envío local sobre el área y clavarla alta junto al caño a los 64’. Muslera tampoco lo podía creer.

Antes de ser relevado por el novato Lucas Cornejo, el “Vasco” Amondarain estrelló un tiro en el vertical. Y en el epílogo, un disparo de Piovi a las manos de Sanguinetti, una media vuelta ancha de Alario, y un tiro elevado de Cetré tras un toque corto del “Pipa”, ilusionaron con una igualdad que no se concretó.

Por cómo se generó la derrota, preocupa el aspecto mental de cara a la revancha del miércoles frente a Cerro Porteño. Más allá de los méritos del “Taladro”, de su tesón para descontar y para dar vuelta la tortilla, las débiles respuestas de la cueva le sirvieron el plato en bandeja al once de 7roglio. Como si se hubieran disputado dos encuentros dentro de uno, nadie que sólo hubiese visto los 45’ iniciales, con pasajes de muy buen fútbol albirrojo, acertaría el resultado final.
Salutti
Muslera: 5
Román Gómez: 6 ⚽
Núñez: 2
Facundo Rodríguez: 3
Arzamendia: 6 ⚽
Amondarain: 8
Ascacíbar: 7
Sosa: 7
Fabricio Pérez: 5
Farías: 6
Alario: 5
Leo Suárez: 5
Piovi: 4
Funes Mori: 3
Cetré: 5

El equipo empezó a fluir

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Acentuando la levantada evidenciada con la reacción ante Huracán y el triunfo de visita frente a Racing, el Pincha derrotó con autoridad a Independiente Rivadavia por un 2 a 1 mentiroso en la helada noche de jueves decorada por intermitentes garúas.

Es mentiroso el resultado, pues el descuento del violoncello Villa, conseguido de penal en el descuento, sobrevino de una irresponsabilidad de Benedetti al noquear en ollazo pasado a un rival con un cortito al mentón, en verdadera lástima por el buen partido del lateral.

La movilidad, presión alta e intensidad albirroja, durante la mitad inicial, mostró la mejor cara del León en meses, con Medina en altísimo nivel, Tiago encarando con mucha decisión, el Ruso en incansable tarea llena de aciertos, el chico Amondarain mostrando sus credenciales “marangonianas” en su debut absoluto como titular, y Fabri Pérez confiadísimo para el desequilibrio mano a mano. Atrás, firmeza en la zaga con la dupla González-Pirez, Facundo Rodríguez, atinadas escaladas del Vasco, y problemitas para Román Gómez por la velocidad de Villa. Arriba, Alario trató de pivotear, lejísimos de aquel añejo brillo riverplatense, tocó algunas bien, se enredó en otras y en el balance progresó. Nuestro señor arquero transmite tranquilidad, parece achicar el arco, nunca queda a mitad de camino, está siempre un segundo antes de cada jugada y contagia una seguridad inmensa, como hace tiempo –acaso desde el cénit de Andújar- no teníamos.

La apertura, tempranito, llegó de un pase de Facundo Rodríguez a Benedetti, su centro ubicado es aprovechado por Ascacíbar para arrastrar la marca del central, a mi juicio el “Ruso” de vivo se agacha, el balón sigue, Fabri Pérez recibe solo del otro lado, lo para, le pega de sobrepique a rastrón y el césped mojado convierte al disparo en indescifrable estiletazo para Centurión. Hubo un vertiginoso contragolpe de Medina definido por Fabri Pérez y salvado por el golero andino. Un cabezazo apenas ancho de Ascacíbar al ligar de rebote un rechazo exigido de Centurión.

Un tiro alto de Palacios, tras chorear la pelota en una salida. Y el dominio, por momentos era abrumador. Por eso no extrañó que a los 40’, luego de una falta por el sector derecho, la comba preciosa de Fabri Pérez encontrara el parietal de González Pirez para cambiarle la dirección al esférico en la línea del área chica y establecer el justificado 2 a 0.

En el complemento, el León reguló las energías, pensando en el choque copero de la semana venidera contra Cerro Porteño en Paraguay. Decayó un tanto Palacios, Medina continuó derrochando jerarquía, y el tándem Ascacíbar-Amondarain insinuó cuánto puede dar cuando el nene de Bavio crezca físicamente.

Mereció terminar en la red ese zurdazo de Fabri Pérez, que limpio en posición de wing derecho y se fabricó el hueco con habilidad. Farías, Sosa y Cetré sustituyeron a los 65’ a Fabri Pérez, Alario y Palacios; los tres ingresaron con el pie derecho, y en una triangulación entre el crack de la 7, Farías y Cetré, el colombiano erró el tijeretazo de lo que hubiese sido un golazo. Carrillo por Mikel a los ‘75’, Santi Núñez por Medina trascartón, y aplausos unánimes tanto para el pibe –terminó acalambrado- cuanto para el ex bostero.

Los mendocinos también habían agotado las variantes, y en el epílogo, por las bandas, intentaron generar peligro, sobremanera por la de Román Gómez –pegó una murra de anaranjada…-, aunque chocaron invariablemente con la altura de González Pirez y Facundo Rodríguez, o con la muralla de Muslera; éste, en la previa de un corner a favor, se puso a tirarse velozmente hacia ambos lados en el piso, ejercitando los reflejos, y no cabe duda que se trata de un monstruo del arco. Y esa sensación ayudó a achicar el pánico después del aludido gol de Villa, porque no se sufrió.

Foguear a los valores de las inferiores era una materia pendiente del "Barba" Domínguez, más allá del convaleciente Tobio Burgos. Además de Amondarain y Fabri Pérez, esta noche estuvieron en el banco los prometedores Magdaleno, Galarza, Cornejo y Franco Domínguez. En la Reserva, el santafesino Franco Basualdo pide cancha. Era por ahí. Por donde el equipo empezó a fluir.
Salutti
Muslera: 7
Román Gómez: 5
Facundo Rodríguez: 7
González Pirez: 7 
Benedetti: 6
Medina: 8
Ascacíbar: 8
Amondarain: 7
Palacios: 7
Fabri Pérez: 8 ⚽
Alario: 5
Cetré: 6
Sosa: 6
Farías: 6

Muslera y Carrillo, pilares de un triunfazo

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Por cómo venía la mano a todo nivel, la victoria de anoche por 1 a 0 ante el Racing de Costas vale mucho más que 3 puntos, pues Estudiantes la precisaba como las raíces al agua.

Dentro de un partido friccionado, mordido e intenso, donde prácticamente no hubo situaciones claras para ninguno durante la primera etapa, el León mostró solidez defensiva en la cueva con la dupla González Pirez-Facundo Rodríguez, concentración extrema en Arzamendia, algunos desajustes propios de su ímpetu juvenil en Román Gómez, y un sello de garantía en la silueta de Fernando Muslera, dueño absoluto del área, ordenando siempre a sus compañeros, segurísimo de arriba, e irradiando una inequívoca sensación de invulnerabilidad. 

Sin embargo, el trajín desordenado de Ascacíbar, las decisiones mayoritariamente erradas de Palacios y los toques a cuentagotas de Medina deslucían las atinadas pausas de "Pucho" Castro, las positivas intervenciones de un encendido Cetré y el pivoteo quirúrgico de un Guido Carrillo monumental para ponerse la 9 con el tabique fracturado. Por eso no fluía la creación ni se hilvanaban jugadas de peligro.

En el complemento se vislumbraba un panorama similar, con la seguridad de Muslera minimizando cualquier riesgo. Pero a los 55', una pérdida alta e infantil de Palacios al avanzar con pelota dominada cae en los pies de un rival, quien insólitamente alarga para Cetré, el colombiano levanta la cabeza, envía un centro pasado para Carrillo, Guido desacomoda a su marcador, la baja y de derecha la cruza esquinada, con pique en el medio, al segundo palo de Cambeses.

Siete minutos más tarde, el goleador de Magdalena deja algo sentido su lugar a Farías. Y a los 65', en una acción intrascendente, Castro raspa la canilla y el tobillo de Nardoni de manera irresponsable, el árbitro le saca amarilla, el VAR lo llama y la roja condena al León a jugar con diez hombres por espacio de casi 40 minutos, porque terminarían adicionando 7. Enseguida, Benedetti por Cetré. Y en la ventana de los 82', Sosa y Amondarain por Medina y Palacios, en el debut absoluto del rubio volante de Bavio, con tranco parecido al de Claudio Marangoni.

Hubo una enorme atajada de Muslera, volviendo sobre sus pasos para manotear abajo junto al caño un desvío en Román Gómez. Varios descuelgues absolutos del uruguayo lejos de su arco. Una buena combinación de Sosa con Benedetti para la llegada a fondo de Gastón que no prosperó en su pase atrás, y otra de Farías con Amondarain para el disparo exigido de éste luego de buscar la devolución al vacío.

Y en el agregado, el conjunto albirrojo se multiplicó para cerrarle los caminos a la Academia. Que se topó con una retaguardia aguerrida y un guardameta de verdad.

El grito de Domínguez a la cámara, ni bien culminó el partido, mostró el desahogo del Barba, bastante ninguneado por la dirigencia la semana pasada, cuando su continuidad caminó por la cornisa y el público estalló contra los jugadores en pleno encuentro frente a Huracán.

Ayer se vislumbró una mejora actitudinal. Nadie escatimó esfuerzos. Entonces, la jerarquía de su centrodelantero y de su golero le permitieron al Tetra señalar la mínima diferencia. Van dos triunfos al hilo, y aunque hayan sido sin estridencias, siempre sobre ellos se construye.

Salutti

Muslera: 9
Román Gómez: 5
González Pirez: 6
Facundo Rodríguez: 5
Arzamendia: 6
Castro: 5
Ascacíbar: 5
Medina: 4
Palacios: 4 
Cetré: 7
Carrillo: 8 ⚽

Farías: 5

Domínguez le debe un monumento a Cetré

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Dos años atrás, en el inicio del Ciclo Domínguez, ELP derrotaba 2 a 1 a Huracán. Anoche, ante el mismo rival, un resultado idéntico salvó al Barba de la guillotina, tras un primer tiempo decepcionante.

El planteo 5/4/1, con la insólita inclusión de Funes Mori en la zaga, desnudó la confusión mental del DT, y en el amanecer del partido el central pierde la marca de Fabio Pereyra en un corner para facilitar su cabezazo cruzado junto al caño e inatajable para el vuelo de Muslera.

Después, la apatía y falta de profundidad características del semestre anterior. Con dos laterales que no subían, Medina y Palacios desperdiciados en las bandas, y un doble cinco donde el despliegue de Ascacíbar y la calidad infinita de Sosa no alcanzaban para equilibrar la movilidad del eje quemero integrado por Leonel Pérez, el "Colo" Gil, Sequeira y el inquietante Miljevich, quienes generaron varias chances con la ayuda de las incongruencias defensivas albirrojas y de la horripilante actuación de Funes Mori.

Un tiro débil de Carrillo y un frentazo alto de González Pirez en un tiro de esquina habían sido las únicas aproximaciones locales, hasta que en una pelota larga en el extremo izquierdo, un mal rechazo del arquerito Meza rebota en Arzamendia y le queda servido al paraguayo en diagonal dentro del área, con el arco desguarnecido, pero duda en patear desde posición privilegiada y le cede el balón a Palacios, quien rodeado de tres defensores no logra empujarlo a la red.

Al "movete, Pincha, movete" le sucedió, al filo del descanso, un inédito "la concha de su madre, a ver si ponen huevo, que no juegan con nadie, jugadores". No recuerdo haberlo escuchado no sólo en UNO, tampoco en el Único, ni con Sensini o Milito. Creo que se había cantado algo así en la época de Malbernat, o antes con Ramos Delgado. Y ese hartazgo significó la más cruda y acabada radiografía de la realidad. El diagnóstico de un equipo sin alma ni timón.

"Hace 3 ó 4 semanas que no hablo con Domínguez", tiró Verón en un programa radial de entre semana. En otro, Ascacíbar salió a bancarlo. Y en la desolación de un entretiempo crítico, en el que se asegura hubo gritos, duros reproches e insultos, el técnico "renunció" a su planteo equivocado y sustituyó para el complemento a Funes Mori por Cetré.

Y "Colombia", cuyo nombre estaba en la lista de prescindibles entregada al Consejo Técnico, el tipo desechado con inminente fecha de puerta, evitó la hoguera con su rebeldía en ambiente por demás caldeado. Porque tras un par de desaciertos, a los 19' se perfiló a la carrera de espaldas al arco para tomar de media chilena una peinada de Carrillo y clavó el esférico contra el palo derecho, en un golazo memorable por repentización, plasticidad y precisión. Y a los 24' desbordó como wing izquierdo para meter un centro bárbaro que el testazo justo de Alexis Castro -había relevado a Sosa- transformó en el 2 a 1. De cualquier modo, se notaba otra actitud general. Como si aquellos insultos hubieran tocado alguna fibra.

Entonces, los nervios y el desconcierto padecido de movida por el León se trasladaron al Globo, golpeado por esa ráfaga cafetera. Román Gómez entró bien por el sentido Meza, sin escatimarle a la suela (resultan inexplicables la insistencia por el ex Colón, el freezer de Facundo Rodríguez, la negativa de poner al chico Valente Pierani...), Farías no pesó en su ratito por Medina, y ya en el descuento salió Palacios para reforzar con Benedetti el lado de Arzamendia, mientras Guido se robaba aplausos por su entrega para pelearlas todas.

"Supuestamente hoy me iba yo. Mediáticamente daban por hecho mi renuncia, o que me quieren echar en el club", señaló Domínguez en la conferencia de prensa. Como si viviese una realidad paralela. "Yo le quiero hablar al hincha, estoy donde quiero estar, elijo estar acá. Hasta el día que venga la Secretaría Técnica, Agustín, Marcos o Sebastián y me digan hasta acá. Yo mal al club no le quiero hacer. Queremos volver a estar en una final, porque el hincha se acostumbró a jugar finales".

Ayer, el hincha veía a Estudiantes a 5 puntos del descenso. Y contaba apenas tres victorias en los 18 choques previos. Pero el DT prefiere refugiarse en un papel de víctima en lugar de asumir su responsabilidad. De autocrítica o humildad, mejor no hablar. "No hay que tapar a los pibes", deslizó. Los pibes que él mismo tapa.

El Pincha volvió a jugar muy mal. Si el árbol de estos vitales 3 puntos tapa el bosque, la colisión será demoledora.
Salutti
Muslera: 7
Meza: 4
G. Pirez: 4
Núñez: 6
Funes Mori: 2
Arzamendia: 5
Sosa: 6.5
Ascacíbar: 6
Palacios: 6
Medina: 6
Carrillo: 7
Cetré: 8 ⚽
Román Gómez: 7
Castro: 7 ⚽
Farías: 5

¿Aún no renunció Domínguez?

Análisis por Marble Arch 

Canchita por Maraja 


La derrota por la mínima diferencia de esta noche en Santa Fe frente a Unión significó el enésimo capítulo de una novela cuya trama se ha tornado insoportable. Por la forma, por el fondo, y por la imparable sucesión de resultados adversos. En varios lapsos de la primera etapa, al mirar el partido, cabía preguntarse si los hombres vestidos con la camiseta pincharrata se lo estaban tomando en serio, o si se habían confabulado en secreto para tenderle una cama al DT.

De entrada, media vuelta de Fragapane que pega en el lado externo del palo de Muslera. El Pincha no hacía pie, pese a la movilidad de Palacios y a las buenas intenciones de Alexis Castro, porque Ascacíbar y Piovi erraban pases a rolete, tanto Meza cuanto Benedetti perdían la mayoría de los balones, Farías no quería rasparse las piernitas, y Guido, además de padecer una soledad extrema, se contagiaba de tanta mediocridad lacerante.

A los 17’, gran salvada de Muslera ante una entrada profunda de Tarragona. Y a los 21’ la apertura del local en una salida del fondo de León, cesión amateur del "flamante refuerzo" González Pirez hacia el medio a Piovi, éste no consigue corregir ni controlar, la roba Mauricio Martínez, González Pirez quiere enmendar su horror pero no llega, Santi Núñez de manera insólita se corre hacia el costado dejando pasar al rival, y el jugador tatengue la puntea en total libertad contra el poste izquierdo de Muslera.

El desconcierto era notorio, aunque es el común de los últimos meses de un plantel rutilante de nombres, pero sin rumbo ni actitud dentro de un ciclo agotado hace rato.

Hubo una atajada baja de Muslera, semitapado luego de un corner. Y en otro envío de esquina, miraron todos, Facendini la agarró de zurda y la pelota salió anchita nomás del ángulo.

Estudiantes recién llegó a los 42’ cuando un bochazo largo de Ascacíbar fue bajado por Castro, éste de espaldas al arco ensayó una media chilena y Palacios no alcanzó a conectar de palomita. Y ya en el descuento, Tagliamonte rechazó por encima del travesaño un bombazo alto de Piovi, después de un despegue apurado de la zaga de Unión.

De movida, en el complemento, el petiso Gamba (1.65 metro) lo cuerpea en un fulbazo llovido al grandote González Pirez, lo deja en ridículo, y la brillante atorada de Muslera evita el 2 a 0. A los 53’, tres variantes juntas, cuando Medina, Cetré y Arzamendia reemplazan al tibio Castro y a los pésimos Farías y Benedetti. Y hay un soplo de reacción en un arranque de Cetré detenido con mano por el lateral, tiro libre fuerte de “Colombia” al primer palo y la peinada de Carrillo no entra por centímetros.

Sin embargo, Medina no logra pesar de la manera requerida, se diluye en traslados inocuos y los de Madelón gozan de nuevas chances para aumentar las cifras, como ese sablazo de Del Blanco rozado en su volada por Muslera para desviarlo por arriba del horizontal. O la volea del ingresado Estigarribia a las manos del uruguayo, en una réplica donde Santi Núñez y González Pirez estaban en Disneylandia.

La sustitución de Alario por Tiago Palacios, a los 69’, dejó ver la cara de pocos amigos del oriental al dirigirse hacia la línea de cal. Domínguez, que se había cambiado su trajecito gris por un conjunto deportivo “Rojo”, daba indicaciones que nadie entendía según lo observado en el campo de juego, pues los suyos continuaban presos de la apatía que emana del banco. Cómo si la relación entre los jugadores y el técnico estuviese rota. El chico Fabricio Pérez relevó a Piovi, a los 87’, sin tiempo ni contexto para mostrarse.

Y el resultado, previsible a partir de una formación inexplicable, sumergió todavía más al Tetra en un presente desesperante, desolador. De esos que no permiten imaginar futuro alguno, porque el equipo no transmite absolutamente nada, no reacciona, e involuciona cada vez más.

Farías, Piovi, Castro, Meza, Alario y Funes Mori fueron pedidos por el Barba y traídos por Angeleri. Las responsabilidades, por ende, son también dirigenciales con el aval de Verón. Del Europincha revolucionario fogoneado por el escurridizo Foster no se hizo ni la mentada asamblea. Acentuando el declive institucional apareció en City Bell la misteriosa garota con ínfulas de emperatriz, y duró lo que un suspiro, mientras el aspecto futbolístico se venía desangrando paso a paso, sin prisas ni pausas.

Ahora, estirar la agonía de quien en la insólita conferencia de prensa se comparó con Guardiola, no tiene ningún sentido.
Salutti
Muslera: 7 Meza: 2 González Pirez: 2 Núñez: 3 Benedetti: 3 Castro: 4 Piovi: 4 Ascacíbar: 3 Palacios: 4 Carrillo: 4 Farías: 2 Arzamendia: 4 Medina: 4 Cetré: 5 Alario: 2

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NO SE OLVIDEN...

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Homenaje a Caloi

Homenaje a Caloi
Gracias Revista Animals! / clik en la imágen para ampliar.

Wallpaper por Estudiantes

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