❤❤❤ BIENVENIDOS AL GRAN RINCÓN PINCHARRATA ❤❤❤

X@Por_Estudiantes

Mostrando las entradas con la etiqueta Copa Sudamericana 2014. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Copa Sudamericana 2014. Mostrar todas las entradas

Estudiantes murió de pié


RIVER 3 (5)
ESTUDIANTES 2 (3)

por Marble Arch
Un partidazo para el observador imparcial. Una cosecha magra para el hincha de Estudiantes de La Plata, por el resultadismo, por la eliminación y porque se esfumó la baraja ulterior de las tres en juego para la temporada, esa que nos ilusionaba al descartar a Peñarol en el propio Centenario.

Y es difícil abstraerse de quedar afuera de todo, de la bronca por el relato vergonzante del establishment periodístico deseoso hasta por los codos de un River-Boca, para expresar el orgullo ante la altura demostrada por once jugadores que cayeron de pie frente al mejor cuadro, pero muy por lejos, del fútbol argentino.

Lo iba perdiendo desde el vestuario, cuando entraba a la cancha convencido de su libreto. Estuvo groggy un cuarto de hora. Y lo dio vuelta, pese a los horrores del Chavo, Schunke y Gil Romero. Con tesón, coraje, con buen juego, con un Carrillo monumental, con las corajeadas de Auzqui, de Jara, de Rosales, con un Correa enchufado, y fue creando una, dos, tres cuatro situaciones para empatarlo. Lo igualaría previo al descanso, luego del enésimo pivoteo de Guido, el centro de Auzqui y la media palomita de Vera para cambiarle el palo a Barovero.

Salen al complemento y el albirrojo lo sigue acorralando. En un out-ball largo, duerme la cueva gallina y Auzqui la frentea alta para el lucimiento del golero. Enseguida, Vera se la alarga a Correa por la izquierda, el tucumano le gana a Mercado, encara, la puntea en la salida del 1 millo y éste se lo lleva puesto, en penal que el 9 de Magdalena cambia por el 1-2.

Y ahí, justo ahí, con River noqueado, con un empuje anímico formidable, el León reitera el error más grande del ciclo Pellegrino, ese aún no subsanado: el de no saber defenderse con el balón. Y hubo una, dos, tres, cuatro, cinco jugadas recuperadas que de inmediato devinieron en un nuevo ataque rival. Y como en el Único, el local lo liquidaría en una ráfaga.

Primero, un cruce a destiempo de Schunke, foul a Teo Gutiérrez, tiro libre que da en la barrera, la acción sigue, termina en un corner, lo ejecuta Pisculichi y Mora (1.67m), surgiendo entre tres torres, madruga a todos para decretar el 2 a 2 con impecable cabezazo. Tres minutos después, infracción sobre la banda izquierda, el mismo ejecutor, y ahora es el central Funes Mori quien sorprende con su parietal a una zaga muy estática para el 3 a 2, impensado apenas un ratito antes para las 62.000 silenciosas almas presentes en Núñez.

Ese golpe, y el deshonor histórico de recibir dos tantos de pelota quieta en un santiamén, tiraron abajo la estrategia visitante. Entró Cerutti por Schunke, en la variante más osada que haya efectuado el DT, Benítez por un extenuado Auzqui, y pese a la prodigalidad de Carrillo para seguir imponiéndose de espaldas al arco, a la voluntad de Rosales –se ganó con creces la titularidad-, a la levantada del Chavo portando la bandera, a la fe en algún milagro y a algunas chances concretas para empardarlo, su adversario también tuvo otras para ampliar la brecha, la desesperación fue relegando al orden táctico y a Correa se lo tragó la noche en el momento donde su liderazgo técnico era de imprescindible necesidad.

Caía el telón. El fútil 3 a 3 a falta de nada, en el descuento y anulado por triple infracción de Carrillo, Vera y Desábato en un borbollón dentro el área chica, acabo por simbolizar la entrega de un equipo que dejó el pellejo. Con inmensos aciertos y falencias grupales e individuales. Con ganas.

Sin embargo ya se notaba a la legua, con un halo de indisimulable desencanto, que al Pincha le había pesado tener la llave en sus manos en el momento de abrir el tesoro. Fruto en parte de la inmadurez. Y esos momentos de zozobra, contra un oponente de tamaña jerarquía, nunca son gratuitos.

Salutti 
Puntajes

Hilario Navarro: 6
Aguirregaray: 5
Schunke: 4 
Desábato: 5
Rosales: 7
Auzqui: 7
Gil Romero: 4
Jara: 5
Correa: 5
Vera: 8 
Carrillo: 9

Benítez: 4
Cerutti: 4
S


Hilario Navarro

Matías Aguirregaray     Jonatan Schhunke     Leandro Desábato     Mauricio Rosales

Carlos Auzqui     Gastón Gil Romero     Leonardo Jara     Joaquín Correa

Diego Vera     Guido Carrillo


DT: Mauricio Pellegrino

Estadio: Gayineirao
Árbitro: Nést*r Pitan* (botón)
Hora: 21:30
TV: Fox Sports
.

Derrota irreprochable frente a un rival tremendo

ESTUDIANTES 1
RIVER 2

por Marble Arch


Una caída inmerecida, la única del historial de Estudiantes de La Plata como local jugando contra un oponente argentino en partidos internacionales. Un revés que enaltece, porque este River de inagotable invicto es, por lejos, el mejor team del país de los últimos años, y de no mediar un imprevisto, el inminente monarca del torneo casero.

El León lo borró de la cancha en el primer tiempo, con una entrega, una intensidad y un ímpetu que por momentos nos recordaron a aquella Final del Mundo contra el Barcelona en Dubai. La figura fue el equipo, con una concentración ciclópea, sumada a una inteligencia táctica admirable para anticipar a la visita en cada centímetro del terreno. Y por los 16’ ó 17’ pierde a Román Martínez por un penal alevoso de Barovero ignorado por el impresentable de Abal; el ex Tigre se fue en camilla, llorando del dolor, y en su lugar ingresó Auzqui para agregarle unas ganas bárbaras a la causa.

El millonario apenas llegó una vez en los 45’ iniciales, tras la habilitación de Pisculichi a Vangioni, su centro y el remate elevado de Mora, casi una premonición del posterior empate. Y el Pincha, que continuaba ahogando en todos lados a los de Gallardo, generaba riesgo por las escaladas de Correa y Auzqui, por los milimétricos anticipos ofensivos de Carrillo, y por el convencimiento con que había encarado el encuentro. Por eso era justicia irse al descanso en ventaja, cuando Vera –en su más trascendente tarea en el club- lo apura a Funes Mori, le roba la pelota y lo fusila a Barovero.

En el entretiempo uno se preguntaba si el Tetra podría sostener tanto asedio, desde lo físico y desde lo mental. Al comenzar el complemento pudo aumentar, luego de un fútbol capturado en el vértice del área gallina por Carrillo, se la puntea a Correa y el pase atrás del tucumano no es conectado por Vera… por centímetros.

Pero los de Núñez, aun rebalsados, jamás habían dejado de meter. Darles un metro equivale al suicidio, porque la juegan redonda, con una claridad conceptual impresionante del toque sutil y del desmarque. Y en veinte minutos lo dieron vuelta. Primero con un cabezazo de Mora, en jugada calcada de aquella comentada, ahora llovida del lateral de enfrente por un chanfle perfecto del uruguayo Sánchez tras un taco de Mercado.

Con la igualdad se agrandaron. Estudiantes extravió el libreto aprendido en la semana, las piernas empezaron a pasarle la factura del conmovedor desgaste inaugural –sin duda alguna, el clímax de producción de la era Pellegrino-, el 1 a 1 lo cimbroneó en lo anímico, el tándem Gil Romero-Damonte dejó de sostener la barricada, y los de Gallardo, con tiempo y espacio, encontraron libertad para sentirse cómodos. E impuserion progresivamente su reputación grupal e individual. Ayudados además por la lesión de Vangioni y el relevo de un Balanta impenetrable.

Aunque el 1-2 vino de suerte, pues el centro de Sánchez se desvía en la cabeza de Schunke para descolocar a Navarro, la concepción previa, con salida limpia del fondo, dos o tres cesiones al pie, y el dibujo de Teo en una baldosa moviendo la cintura como si estuviera bailando salsa para limpiar el camino e inventar una cortada exquisita, fue digna del arte de potrero más sublime, elegante y reo de este deporte.

Herido, el Grande fue por la igualdad. Sin embargo, sus reservas eran sólo las del honor y la vergüenza. Y ese frentazo de Guido detenido por Barovero junto a su poste izquierdo, ya entrando en el adicional, hubiera significado la recompensa más justa a tanta garra desperdigada en el césped.

Una derrota que enaltece. Vale subrayarlo, asi la clasificación penda ahora de un delgado hilo. Irreprochable. Digna del aplauso del cierre, e íntimamente digna ante un cuadrazo al que durante un largo rato puso groggy.

Hasta que el campeón, con dos manos de KOT, inclinó el curso de la pelea para su lado. Ojo, no sólo prevaleció por eso. Quedarnos en el lamento de “nos llegaron tres veces y nos hicieron un par de goles” sería desconocer su inmensa categoría.
Salutti
P u n t a j e s

Hilario Navarro: 6
Jara: 6
Schunke: 6
Desábato: 6
Rosales: 6
Román Martínez: 6
Gil Romero: 6
Damonte: 5
Correa: 6
Vera: 8

Carrillo: 7

Auzqui: 6
Cerutti: 6
Benítez: 5
S


Hilario Navarro

Leonardo Jara     Jonatan Schhunke     Leandro Desábato     Mauricio Rosales

Ezequiel Cerutti     Gastón Gil Romero     Román Martínez     Joaquín Correa

Diego Vera     Guido Carrillo


DT: Mauricio Pellegrino

Estadio: Ciudad de La Plata
Árbitro: Dieg* Ab*l (botón)
Hora: 20:15
.

La fe de Carrillo y las manos de Hilario


Por Marble Arch
(Envidiado Especial)

La marea albirroja inunda los jardines del Parque Centenario. Y sus canciones triunfales, a la salida del mítico estadio donde dos grandes del fútbol mundial libraron épicas batallas en los años sesenta, celebran el pasaje a una nueva fase de la Copa Sudamericana. El Pincha acaba de ganar por penales, desatando la locura en las seis mil almas presentes en la Tribuna Colombres; y su arquero Hilario Navarro, de ganarse el corazón de esa gente al desviar tres disparos en la definición de doce pasos.

Antes, un partido que parecía a pedir de boca para el local, porque aprovechaba la dormidera del León para madrugarlo de vivo, por la experiencia de sus hombres, y se iba al descanso con un 2 a 0 exagerado para en un trámite parejo. Pero el Manya generaba peligro por los wines, y tras una de las tantas infracciones de Leo Jara se puso en ventaja con un cabezazo. Y casi a los 45’ la ampliaba con un golazo de Rodríguez, cruzándosela alta a Hilario luego de un dribbling en el área, en una suerte de baldazo frío para el Tetra.

Esa primera mitad del Pincha, con arranques elegantes de Correa, buenas escaladas de Auzqui por la derecha y el tesón de Gil Romero en el centro, merecía algo más. Sin embargo, Vera –estruendosamente insultado por los carboneros- era una sombra, Román Martínez no lucía fino, a Carrillo lo anticipaban mucho, y el mismo Auzqui desperdiciaba las dos más claras, al tirar muy pasado para Guido un centro de gol tras la mejor jugada colectiva, y al desperdiciar el empate eligiendo el remate fuerte cuando tenía dos compañeros para empujarla bajo el arco. Además, en la actitud general y ayudado por la complicidad de un juez localista, Peñarol había puesto ese cachito extra –fundamental en partidos de copa-, para robar muchas pelotas divididas e imponerse en los mano a mano.

La segunda etapa mostró el despertar de Estudiantes. Y de su parcialidad, reemplazando anodinos cantos alucinógenos (la merca/me gusta… delirado por el faso y el alcohol… fumando marihuana y tomando vino…), más propios de un recital de reggae, por viejos temas coperos de guerra. Y aunque Pellegrino erró la variante –era Cerutti por Vera y no por Auzqui-, el desgaste de los ‘45 iniciales le empezó a pasar factura a la veteranía de varios uruguayos. Entonces, ELP lo fue acorralando.

Hubo una atajada fundamental de Navarro, evitando el 3 a 0 al rechazar el zurdazo de Zelayeta que se metía a media altura, después de llevarse a pasear a Schunke por la punta izquierda y desairar a Desábaro. Esa acción terminó de empujar a Estudiantes contra la valla de Migliore, conducido por 20 minutos fenomenales de Correa, a quien sólo podían frenar con faltas, y por la tenue levantada de Román Martínez.

El descuento era una breva al caer. Lo anuló el árbitro por supuesta falta en una pelota quieta –de la cabecera no se apreció-, en otra no entró por centímetros, y a los 26’, un balón robado en tres cuarto de cancha deriva para Carrillo, que encara derechito y le mete el fierrazo bajo al parante derecho, inatajable para Migliore.

Rosales ya jugaba por Aguirregaray, el envión anímico coincidía con un dominio claro de la visita, y justo allí el rojo y blanco se queda sin su as de espadas, pues el 10 tucumano funde bielas para dejarle su lugar a Damonte. Sin embargo lo seguiría buscando, y en su única intervención positiva, Vera le amaga a su marcador, lo deja parado y pifia el bombazo de la igualdad.

Al final, Navarro “hizo tiempo” en dos saques de meta. Tácitamente, trasmitía su fe ciega para lo que estaba por venir. Y el delirio, lleno de lágrimas para quienes en ese mismo Centenario presenciamos aquella derrota contra Nacional por el penal marrado por Centurión, terminó por apoderarse de una noche mágica con aire de verano, apretujando al plantel junto al alambrado para bailar con la hinchada al compás de la tarantela. 
Salutti 

P u n t a j e s

Hilario Navarro: 9 

Jara: 4 
Schunke: 4 
Desábato: 5 
Aguirregaray: 3 
Auzqui: 6 
Gil Romero: 6 
Román Martínez: 4 
Correa: 7 
Carrillo: 7 
Vera: 3 

Cerutti: 5 
Rosales: 6
S


Hilario Navarro

Leonardo Jara     Jonatan Schhunke     Leandro Desábato     Matías Aguirregaray

Carlos Auzqui     Gastón Gil Romero     Román Martínez     Joaquín Correa

Diego Vera     Guido Carrillo


DT: Mauricio Pellegrino

Estadio: Centenario (URU)
Árbitro: Leandr* Vuaden (Brazuca botón)
Hora: 19:00
.

Clima copero de agonía, eso que el Pincha sabe bien

ESTUDIANTES (ARG) 2
PEÑAROL (URU) 1

por Marble Arch

Un partido tremendo desde lo emotivo. Con Estudiantes metiéndole mucha intención de movida, errando la apertura en una apenas ancha de Vera al minuto nomás, y poniéndose en ventaja a los 11’ con una joyita de Correa, quien utiliza la subida de Aguirregaray a modo de falso pase, engancha hacia dentro y de afuera del área se la clava cerca de la rinconera derecha de Migliore.

En esos 30’ iniciales el bravo Peñarol se veía desbordado, sin brújula. Pudo aumentarlo el León en una avivada de Vera al apurar un lateral, Carrillo se va solito, debajo del arco la cede para atrás y Auzqui, de frente a la valla, le pifia al balón. Hubo una de Correa por arriba del horizontal, de posición letal, al recibir el rebote de una cortada de Román. Otra fuerte de Guido, rechazada por el Loco para que Vera no la encuentre por centímetros en su atropellada. Y un elocuente dominio general, aunque Auzqui y Vera –bastante errático- no sintonizaban la onda, mientras Correa preocupaba en cada arranque y Román se convertía en eje, manejando el esférico para uno y otro lado con inteligencia.

Pero hacia el final de la primera etapa, cuando la visita tomó oxígeno, empezó a mostrar parte de su famita montevideana. Con la experiencia de algunos veteranos que saben cuatro letras le fue tomando la vuelta a su oponente, se adelantó 20 metros en la cancha y descansó en el vestuario convencido de haber hallado la llave para el complemento, agradeciendo de paso los goles errados por el local.

Además, el ingreso de Estoyanoff por nuestro conocido Palote Olivera, as escondido en la manga de Fosatti, resultaría gravitante en el desarrollo. En la primera que tocó desparramó a la defensa, sacando un zurdazo desviado por poco. Y antes de los 20’, le dio con un fierro en un tiro libre regalado por Auzqui, que increíblemente el Pincha defiende con sólo dos hombres en la barrera, para desatar la euforia de la conmovedora hinchada manya.

Pellegrino metió a Cerutti por Auzqui, en demorada variante sin demasiado efecto. Y los carboneros, chochos con el “vale doble”, pararon un 5-4-1 para apostar al contragolpe. Casi desnivelan en una par de ocasiones; sobremanera tras una mala cesión de Román a Gil Romero, aprovechada por Zelayeta para armar una réplica filosa que acabó rozando el poste de Hilario tras el disparo de un compañero.

Jugado a imponerse sí o sí, el albirrojo tuteó la desesperación acentuada por el reloj. Con infracciones innecesarias, pases equivocados y abuso del ollazo para lucimiento de la segura zaga yorugua. Dependía de la inspiración de Correa, y después de su taco hermoso en pared con Vera, el tucumano, libre en posición de ocho, la reventó por encima del travesaño.

Ya corría el descuento y el empate parecía juzgado. Hasta que Aguirregaray, una de las figuras del cierre por su temple no obstante los yerros cometidos, ensaya una gambeta para fabricar un dudoso penal al provocar que Sandoval se lo lleve semi-puesto.

Y el 9 de Magdalena, con infinita templanza para una instancia negada al titubeo, cambia la falta por el 2 a 1 imprescindible para cruzar el charco con un semblante diferente. Porque la parda era injusta, y paradójicamente, no lo era la igualdad de Peñarol, hábil como varios rivales del último bimestre estudiantil para usufructuar al máximo sus vacilaciones.

Carrillo, al acomodarla con tranquilidad a la izquierda de Migliore, reafirmó un tácito compromiso con la mística copera, acaso mostrando el camino para volver a creer.
Salutti
P u n t a j e s

Hilario: 5
Jara: 5
Schunke: 5
Desábato: 6
Aguirregaray: 6
Auzqui: 3
Gil Romero: 5
Román Martínez: 6
Correa: 8 
Vera: 5
Carrillo: 7
Cerutti: 5

.

Cuestión de peso y paternidad

ESTUDIANTES 1 - GIMNASIA 0

por Marble Arch

“En nuestras Finales enfrentamos al Manchester y al mejor Barcelona de todos los tiempos”, replicaron los hinchas del Grande por las redes sociales cuando los gimnasistas, encabezados por Troglio y súbditos, declararon durante la semana que este partido, era, para ellos, “La Final de la Copa del Mundo”.

Así se lo tomaron, mordiendo, pegando y corriendo, aferrándose al milagro de un cabezazo o de algo que, hasta la salida por lesión de Correa en el complemento, la visita no revelaba, porque su planteo era fiel retrato de su existencia: una negación.

El mérito de haber ahogado al León, de cortarle los circuitos de circulación, y de obligarlo al pelotazo frontal desde su zaga para Carrillo o Vera, le corresponde sí al tristerío. El Pincha, mejor calificado en lo individual, casi no supo plasmarlo en el desarrollo. Porque, sin dramas abajo gracias a la solidez de Schunke, al oficio del Chavo y a la enorme noche de Rosales, pecó de falta de tranquilidad y terminó contagiándose del nerviosismo, la mediocridad y la mugre basurera. Correa apareció a cuentagotas –armó una pared hermosa con Vera que definió apenas ancha y sin ángulo por arriba de Monetti-, Auzqui quedó en un par de impetuosos arranques, Jara no explotó su banda, y todo dependió del trajinar de Román Martínez, motor del mediocampo porque la pidió, metió, hizo amonestar rivales y se prodigó de trapo a trapo.

Quienes lo vieron por TV aseguran que el frentazo en contra de Barsottini, no advertido por el línea, se le coló entre las piernas a Monetti, quien la sacó de adentro. Más tarde encontró un tiro a quemarropa, aunque sin trayectoria, de Correa. Y en el comienzo del segundo tiempo, tras una subida de Rosales por el win izquierdo, viene la devolución precisa de Joaquín, el lateral levanta el bocho, envía el centro pasado y Vera, pegándole con el hombro, la manda al fondo de la red.

Al ratito se siente el armador albirrojo, y el ingreso de un confuso Aguirregaray, sumado al inexplicable retraso posicional, agrandaron a la escuadra albiazul, que empujada por el interesante peladito Nicolaievsky atoró al Tetra con centros cruzados a espaldas de Jara y de un Rosales al final acalambrado.

De cualquier manera, los argumentos de Gimnasia eran ínfimos, y la sensación de riesgo se agigantaba por el quedo posicional de un equipo repetitivo de esa molesta tendencia, porque todavía con Pellegrino no ha aprendido a defenderse con la pelota.

Los minutos de cierre, con Cerutti en la cancha y los mensana jugados a matar o morir, pudieron aumentar la diferencia del marcador. Se apuró Carrillo después de un buen corte del relevo Prediger; en otra Aguirregaray lo fusiló a Monetti desde una posición incómoda; y en la más clara, con el ex golero infalible regresando de una excursión heroica al área pincha, eran tres contra dos y Cerutti eligió definirla desde el círculo central, por arriba del desesperado guardameta, pifiándole al arco.

La radio, a la vuelta del Único, reportaba incidentes provocados por quienes recurren a la violencia como respuesta a su eterna falta de placer.

Futbolísticamente hablando, batió al hijo amargo y nada más. Le bastó con sacar la chapa acuñada por la historia para desnivelar por ese peso específico determinante, propio de su genética medular. Pero mostrando semejante nivel de cortocircuitos, y tan baja producción general si nos referimos al volumen de juego, será difícil que Estudiantes llegue demasiado lejos en esta justa internacional.
Salutti
P u n t a j e s

Silva: 6
Jara: 5
Schunke: 7
Desábato: 6
Rosales: 8
Auzqui: 5
Damonte: 6
Román Martínez: 8
Correa: 7
Carrillo: 5
Vera: 6
Aguirregaray: 4
Cerutti: 6
S


Agustín Silva

Leonardo Jara     Jonathan Schunke     Leandro Desabato   Mauricio Rosales

Carlos Auzqui   Israel Damonte   Román Martínez     Joaquín Correa

Diego Vera     Guido Carrillo


DT: Mauricio Pellegrino

Estadio: Ciudad de La Plata
Árbitro: Nést*r Pitan* (botón)
Hora:19:00
.

Si se animaba lo ganaba

por Marble Arch

Un empate de contado volumen emotivo. Previsible por lo visto entre un Gimnasia que no sabe y un Pincha que mucho no quiso, o al menos brindó esa sensación.

Más fresco físicamente por el descanso de sus titulares, el León no arriesgó lo suficiente ante un débil basurero, cuya mayor virtud es correr. El local se aglutinó atrás, dejando que los centrales manejaran la salida albirroja, y sobre una cancha en muy mal estado, el partido se hizo trabado, interrumpido y sucio. 

Carrillo, solito y solo, se cansó de pivotear y de bajarles balones a sus compañeros. Pero Vera fue un espectro, Correa estuvo ausente sin aviso, y sólo la prodigalidad de Auzqui por la banda derecha arrimaba peligro en algunos desbordes.

El mediocampo del león tuvo a Román Martínez en elogiable actuación, pues corrió, metió, pausó, asistió y en una de las más claritas le pegó fuerte de afuera del área luego de anticipar a un triste y recibir la devolución mansita con un taco positivo de Guido. Gil Romero pifió un montón, perdió de igual modo en los mano a mano, y apenas en los 15’ finales levantó su pálida tarea. Abajo, el Chavo construyó un murallón, Schunke disimuló carencias con garra, Jara mantuvo su media aceptable pese a notarse algo atado en las subidas, y Rosales reivindicó su papelón rosarino al reemplazar al Colo Ré.

Los vírgenes, no obstante, gozaron de tres situaciones netas. Una al comienzo, con un bombazo alto de uno de los Fernández (son igualitos, por desgarbados y cara de amargos). Otra por un cabezazo del 9 en salida fantasmagórica del Gori Silva. Y la restante al cierre, cuando el relevo Cerutti le dijo “tomá hacelo” al mismo centrodelantero, quien picó derechito al arco y remató desviado gracias al empellón de un Schunke que enmendó a su compañero en notable reacción.

Llamó la atención la pasividad de Pellegrino para no mover el banco antes. Por cómo estaba el terreno, y con Gilasia jugado a nada –uno de los peores planteos mens sana de la última década-, la variante de Cerutti por Vera se caía de madura a los 10’ del complemento.

Y así fue pasando un encuentro por momentos tedioso, en el que a Licht le perdonaron la vida al no sacarle la justificada segunda amarilla; en el que volvieron quedar demostrados la infantilidad del banderazo, la idiotez de la violencia nocturna fruto de la impotencia eterna, y la hueca mitología del Templo de la Mentira. 

De no mediar algún suceso inesperado, el 17 en el Único debería ser un mero trámite. Este Lobo no se come a nadie. Y en la rosa de los vientos, la mística nunca rota.
Salutti 
P u n t a j e s

Silva: 5
Jara: 5
Desábato: 8
Schunke: 6
Ré: 5
Auzqui: 6
Gil Romero: 4
Román Martínez: 7
Correa: 4
Carrillo: 7
Vera: 4
Rosales: 6
Cerutti: 3

S


Agustín Silva

Leonardo Jara     Jonathan Schunke     Leandro Desabato   Germán Ré

Carlos Auzqui   Gastón Gil Romero   Román Martínez     Joaquín Correa

Diego Vera     Guido Carrillo


DT: Mauricio Pellegrino

Estadio: Del Bosquesí
Árbitro: Dieg* Ab*l (botón)
Hora:14:00

.

.

.

.

NO SE OLVIDEN...

NO SE OLVIDEN...

Homenaje a Caloi

Homenaje a Caloi
Gracias Revista Animals! / clik en la imágen para ampliar.

Wallpaper por Estudiantes

Wallpaper por Estudiantes
Si les apetece, pueden descargarlo haciendo click y podrán verlo en mayor definición.