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Pasó sufriendo y ahora va contra la muralla china

 Análisis por Marble Arch


El apretado y emotivo abrazo de los jugadores albirrojos del final retrató la foto perfecta de cuánto costó la clasificación a Cuartos ante un Cerro Porteño aguerrido, concentrado, combativo, que vino a La Plata dispuesto a mostrar otra cara, y si bien careció de profundidad, jugó todas sus fichas en el último cuarto de hora para meter al León contra su valla y despertar el apoyo estremecedor de su gente. Estuve en 57, donde el cemento tembló, después de una previa de clima bastante tenue. Claro, los dueños del circo no permiten bengalas, papelitos ni serpentinas, mientras en las recepciones de Inter o Flamengo tiran toneladas de "pelpa" para luego garpar una hipotética multa equivalente a cosquillas para las billeteras engordadas por los magos del Laverap.

Poco de un Pincha sin ideas frente al atinado planteo paraguayo para avanzar en bloque, con pelota al piso y bochazos cruzados. Enfrente, el criterioso tranco de Amondarain, el característico raspado de un “Ruso” amonestado muy temprano, el inteligente manejo de Cristian Medina para acelerar o pausar con acierto, y el sacrificio de Carrillo para pelearlas todas como única referencia de vanguardia, no tuvieron complemento en la negativa displicencia de Castro ni en la intrascendente noche de Palacios, ambos flojísimos. La cueva, no obstante algunas fallas de González Pirez en las salidas, cumplió; Arzamendia se las rebuscó con altibajos por su banda, Román Gómez clausuró la suya para dejar su propia“Meza” bien servida de cara al futuro, y Muslera volvió a ser el amo y señor de su zona.

La visita prácticamente no llegó durante la primera mitad, y Estudiantes tuvo la más clara en una bocha robada por Carrillo por el medio, su pared con Ascacíbar, Guido pica al vacío para definir y el deficitario pase de Santiago, que va a los tobillos del 9, permite la cobertura rival. Era situación de gol, del valor de una estafa Libra en el contexto angurriento del encuentro.

En el complemento, la misma tónica de dientes apretados, y de escaso vuelo creativo. Un par de arranques prometedores de Cristian Medina, el mejor por lejos. Un tiro libre de Arzamendia frenteado arriba del travesaño por González Pirez, y la más patente a cargo de Castro, quien recibe a espaldas del zaguero un cabezazo bombeado de Guido en una réplica, y de frente al arco, con el fútbol picando, tira una masita a las manos de Arias.

Farías reemplazaba a Palacios a los 76’, cuando los murmullos de la platea se hacían sentir porque el equipo no encontraba la redonda, y la inexplicable variante de Santiago Núñez por Medina a los ’81 terminó de envalentonar a los huéspedes, cuyos cambios ofensivos cubrían todo el frente de ataque. Hubo una serie de corners consecutivos sobre el área de Muslera, se jugaba en campo local, Castro perdía el balón con facilidad exasperando a la gente, y el Tetra, acorralado, lo aguantaría hasta el cierre con el sudor en la piel y el aliento de su gente. Sufriendo. En tiempo cumplido, Cetré sustituyó a Castro, y un ratito antes, Farías apiló a uno, a dos, a tres, no encontraba el hueco para patear, se fue abriendo y le taparon el remate, en uno de esos slaloms que cimentaron su fama sabalera.

Se puede ver el vaso medio vacío, o medio lleno. Quienes esperaban un Estudiantes avasallante que barriera del terreno a su oponente encontraron empero a otro cauteloso, precavido, y por demás respetuoso del poderío guaraní, no obstante la vital ventaja conseguida en Asunción. A pesar de haber sido un desastre, estamos entre los ocho mejores del continente, datos para no soslayar. Y el mensaje timorato de Domínguez al armar línea de cinco para el epílogo permite diagnosticar que internamente sentía peligrar su continuidad en caso de eliminación.

El viri-viri asegura una inminente venta de Palacios al Panathinaikos de Grecia, y se estaría despidiendo del club. Flamengo nos espera el 15 de septiembre en Río de Janeiro, tras derrotar ayer categóricamente por 2 a 0 al Inter en Porto Alegre. A priori, una muralla china. Como lo era el Manchester en Old Trafford. Por eso soñar con un “Minga, Maracaná” parecería utópico, o tal vez descabellado. Pero en la Copa Libertadores sabemos de imposibles.
Salutti
Muslera: 7
Román Gómez: 7
Facundo Rodríguez: 6
González Pirez: 5
Arzamendia: 5
Castro: 4
Amondarain: 7
Ascacíbar: 5½
Medina: 8
Palacios: 4
Carrillo: 6
Farías: 5½

La Olla hirvió en el descuento

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


El Pincha se trajo los 3 puntos de tierra paraguaya, y el próximo miércoles librará la clasificación en UNO con la fundamental ventaja conseguida en La Nueva Olla. Que albergó gran parcialidad estudiantil, entre ellos el Grande Ditomasso, el infaltable Pezubi (por Perón, Zubeldía y Bilardo), Juancito Ortega, Martín “Karadagián”, Estebita de Los Hornos y la twittera Denisse.

Mejor el León, plantándose ante un rival bastante tibio en relación a la histórica rudeza guaraní, y un dominio territorial carente de profundidad porque Palacios y Castro iban en general a contramano, Ascacíbar alternaba buenas y malas, Meza no terminaba una escalada bien, y todo ello conspiraba contra el atinado manejo de Medina, el enchufe de Cetré y el característico pivoteo de Carrillo. Los centrales, sin mayores problemas, y Arzamendia, en destacada actuación para clausurar su lateral, casi abre el marcador a los 22’ con un tremendo zurdazo sacado en posición de 8, luego de un acertado cambio de Palacios, obligando a una estirada magistral de Alexis Martín Arias para mandarla al corner.

Hubo además un disparo alto de Cetré, un tiro libre de Castro que salió cerquita del caño, y una volea de Ascacíbar apenas ancha, para justificar una ventaja visitante que no se traducía en el tanteador. En el arco albirrojo, la garantía de Muslera, siempre un par de segundos antes de las jugadas, y autor de perfecto saque largo en la previa de la citada chance de Arzamendia. Cerro Porteño sólo llegó con un cabezazo de Torres, algo forzado en pelota que sobró a González Pirez y terminó en las manos de nuestro guardameta.

Los 15’ iniciales del complemento mostraron a Estudiantes más decidido a lastimar, con mayor participación de Palacios, la manija de Medina, el trajín incansable de Ascacíbar y las corridas de Cetré. En un centro del colombiano se la sacaron del buche a Carrillo, y en otro combado de Palacios, Guido la peinó a la carrera para volver a avisar. Sin embargo, los minutos pasaban y las enormes ventajas de Meza en la marca eran aprovechadas por Aliseda e Iturbe para generar desbordes peligrosos. En un tiro de esquina, Meza perdió a Morel, el ex pincha cabeceó de pique al piso y Muslera, volviendo sobres sus pasos, la manoteó hacia afuera para evitar la caída. Al rato, lo mandan a pasear a Meza, deriva en Iturbe, le entra de zurda, rebota en Arzamendia, le queda para la diestra y su bombazo de inusitada violencia, mirado por Muslera, roza el poste derecho. El uruguayo atoraría más tarde una escapada solitaria del mismo Iturbe, que simuló infracción y fue amonestado, después de error de cálculo de González Pirez.

Benedetti ingresaba a los 71’ por el sentido Arzamendia, en la ventana de los 77’ el Barba metió a Amondarain y Fabri Pérez por Palacios y Cetré cuando Castro seguía desentonando, y el partido parecía encaminarse a la igualdad pues el Tetra no encontraba la manera de aproximarse con claridad, a pesar de algunas combinaciones inteligentes de Medina y de la férrea voluntad de Carrillo para pelearlas todas.

Fabri Pérez no pudo desnivelar en un par de mano a mano por la punta izquierda, Sosa relevó a los 89’ a Cristian Medina, y en tiempo cumplido, un frentazo de Viera Caballero fue a los guantes de Muslera.

Pero el chico Amondarain, que casi no había tenido contacto con el esférico resultó fundamental, ya en tiempo de descuento, para encontrar la victoria: en posición de 8 atrasado limpió el balón, buscó el claro para la devolución, de primera lo puso a correr a Carrillo, Guido usufructuó el cierre defectuoso del zaguero Lucas Quintana, guapeó para cuerpear a Matías Pérez y fue barrido por éste al aprestarse a definir, en penal indiscutible. Con sus manos, Domínguez hacía el siete (a cero), como indicando al crack de Carcarañá para la ejecución, no obstante el “Ruso” se hizo cargo de la responsabilidad tras muchos minutos de discusiones y de rodear un virtual pozo en el circulito de la pena máxima, para agarrarla de lleno, alta y al medio, e inflar la red mientras Arias volaba a su derecha para la foto.

Los jugadores se arremolinaron en el festejo contra el alambrado de la gente, en el vértice de la cancha, y el sabor del triunfo, desencadenado de modo inesperado por esa acción aislada del epílogo, tuvo el innegable condimento de la mística.
Salutti
Muslera: 8
Meza: 3
González Pirez: 5
Facundo Rodríguez: 6
Arzamendia: 6
Castro: 5
Ascacíbar: 7 ⚽
Medina: 7
Palacios: 5
Cetré: 6
Carrillo: 7
Benedetti: 5

Se fue la Bruja, montada en una escoba

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


La esperada victoria de anoche por 2 a 0 ante el frágil Carabobo colocó al Pincha en la cumbre de su grupo, de cara al sorteo del próximo lunes. Pero no despejó los nubarrones funcionales ante un débil rival que vino a La Plata a cumplir, trató de jugar sin ataduras, fue al frente dignamente y jamás apeló a las brusquedades. Por eso, este triunfo no es medida, más allá de algunos desempeños individuales relevantes.

Una velada extraña, porque la muerte de Juan Ramón Verón acaecida ayer por la mañana caló hondo en el alma del club, obligó a suspender la programada recibida al plantel y tiñó la previa de una profunda sensación general de melancolía. No había clima copero, en absoluto, al punto que la gente empezó a alentar recién cuando los equipos asomaron al rectángulo.

El encuentro pareció un entrenamiento, y el León lo ganó por jerarquía individual, gracias a la calidad de un Cristian Medina convertido en manija, a las oportunas escaladas de Meza, y al importante laburo sucio de Giménez para disimular sus torpezas. Y lo resolvió rápido, con apertura a los 10' tras un saque de meta visitante que Medina cabecea para Giménez, éste pivotea enredado, Medina la pesca con picardía, cambia de ritmo, abre a la izquierda para Cetré, "Colombia" se hamaca, busca el claro y mete una comba perfecta, muy precisa y envenenada, para anidarla contra el segundo palo.

A los 11', un minuto de conmovedores aplausos en honor a quien montado en una escoba celestial ya desataba en el acto circular contra el racismo un grito unánime de "Olé, olé, olé, olé, Bruja, Bruja". Y más tarde, el "Vamos Pincha, ponga huevo, que la Bruja, alienta desde el cielo". Todo con su rostro omnipresente en la pantalla superior de 57.

Las acciones continuaron sin sobresaltos, y Giménez, que las corre, choca y obliga, tuvo su premio a los 24', cuando su deficiente control largo habilita también larguito e involuntariamente a Medina, Cristian llega con lo justo a punteársela a Bruera, la pelota rebota en el arquero, se eleva y le vuelve a caer mansita a Giménez, que de zurda la empuja suave a la valla desguarnecida.

Meza tuvo el tercero, salvado por el cierre de Aponte después de un taco de Palacios y la asistencia de Giménez. Y trascartón el mismo Giménez la tiró a las nubes al recibir solito casi en el vértice del área chica una espléndida cesión de Cetré.

De movida, Piovi por Neves para el complemento, a raíz de una molestia del uruguayo, que había rendido de menor a mayor. Su sustituto, lejos de cumplir, defraudó.

Un zurdazo alto de Palacios se fue cerca del ángulo. Y al rato "surtió" una bola bárbara desperdiciada por Giménez. A los 62', con dominio pincharrata ostensible frente a un adversario inofensivo, Alexis Castro y Farías reemplazaron a los muy aplaudidos Medina y Giménez. El primero tejió al toque una linda pared con Meza, y cayéndose exigió con su disparo bajo a Bruera, aunque se lo notó completamente falto de timming. Farías pisó el césped con ganas, y se diluyó en su terrible individualismo. Sosa por Cetré a los 71', y la rentrée de Mauro Méndez a los 81', permitieron cuatro o cinco pinceladas de José y la retribución de la gente para la férrea voluntad del uruguayo.

Bien Facundo Rodríguez en la zaga, flojito Santi Núñez, correctos Arzamendia y el "Rusito", demasiados altibajos en el andar de Tiago Palacios, y llamativas declaraciones de Domínguez en la conferencia de prensa, afirmando que el equipo "jugó mal", y que para competir con pretensiones en el segundo semestre, sus dirigidos "deben cambiar la cabeza"; hizo hincapié en un par de ocasiones a esa cuestión, incluso al hablar dre las conversaciones encaminadas por el tema refuerzos.

"Pegá la vuelta, la puta que te parió" le cantaron cariñosamente en el entretiempo a Zaid Romero al descubrirlo en la platea de Uno; el zaguero se asomó a la baranda, sonrió y con la mano derecha se golpeó reiteradamente el corazón.

Un corazón albirrojo herido en un martes frío. Por la partida hacia la inmortalidad del héroe de Old Trafford, de un ícono de la institución, del autor de goles memorables, del "11" clásico de zurda endiablada. Que dejó no sólo el inmenso legado de su hijo Juan Sebastián, sino también toneladas de enseñanzas de vida a varias generaciones al caminar a diario el country de City Bell, su lugar en el mundo. El 27 de mayo tendría que ser declarado Día de la Pertenencia.

Entonces, las lágrimas de quienes peinan canas, de aquellos que vimos a Juan Ramón Verón en su última etapa, y de los miles que fueron construyendo íntimamente la leyenda al entrar a "la cancha que me llevó mí viejo" de la mano de su papá, transformaron el partido en una anécdota.
Salutti
Mansilla: 5
Meza: 7
Núñez: 5
Facundo Rodríguez: 7
Arzamendia: 5.5
Medina: 8
Neves: 6
Ascacíbar: 6
Palacios: 5
Cetré: 7 ⚽
Giménez: 7 ⚽
Piovi: 4
Castro: 5
Farías: 4.5
Sosa: 5.5

Mansilla 3 - Estudiantes 2

Análisis por Marblr Arch

Canchita por Maraja


Un par de horrores lapidarios de su guardameta y una lectura desacertada de su técnico corregida en el segundo período desembocaron en la derrota por 3 a 2 frente al Botafogo en la encantadora y criminalizada Río de Janeiro.

Una primera mitad pareja de movida, donde al Pincha le quedaba larga la cancha porque en retroceso bajaban todos, incluso Alario, y al recobrar la tenencia era como cruzar un océano hasta la valla brazuca.

El 5/4/1 mostraba confiado al León, que amagó con un remate de Alario y un derechazo alto de Meza, empero el local empezó pronto a dominar la situación, en especial porque el Pincha no lograba defenderse con la pelota, tampoco atacar, y la perdía enseguida pues ni Sosa ni Palacios, obligados a ocupar posiciones defensivas, conseguían armar juego. Encima, la tempranera e injusta amonestación de Ascacíbar en situación irrelevante sobre la raya de costado, condicionaba el quite en el eje junto a Neves, y los desbordes del Botafogo comenzaron a reiterarse.

Boselli cuerpeó en el aire a un delantero cuando Mansilla había salido a cazar mariposas, trascartón hubo un frentazo alto tras buena combinación grupal del dueño de casa, y en una acción aislada, Palacios roba en el área grande, cede atrás a Ascacíbar, que entraba de frente, y el pase lo encuentra un poco desacomodado al Rusito, quien le pega mordida e incómodo.

A los 42’, la apertura del Fogão, con un centro pasado que sobra a Meza –su empuje por la banda había sido el arma ofensiva albirroja más elocuente-, la toma Da Cruz, le surte al arco con mala puntería, el balón cruza por delante de Mansilla y Rwan Cruz, apareciendo cual fantasma a espaldas de Facundo Rodríguez, lo empuja a la red.

El cierre de esa etapa, con imprecisiones generales y marcada inapetencia por el arco de enfrente, presagiaba movimientos para el complemento. Sin embargo se produjeron recién tras el 2 a 0, convertido con la testa por Igor Jesús a los 52' en un corner donde Mansilla pifia el puñetazo en falencia imperdonable, la enésima de un arquero mediocre. Ahí Domínguez mueve el banco, ingresando Piovi por un tibio Neves, Farías por un intrascendente Sosa, y Giménez por un inexistente Alario.

Y Estudiantes, con ganas, descuenta de penal después de una mano infantil, en perfecta ejecución de Tiago Palacios a los 62’. E iguala a base de empuje anímico a los 77’, de nuevo por intermedio de Tiago, ahora de derecha al capturar un centro bajo de Arzamendia, quien era habilitado por Piovi, para definir al ras junto al caño derecho de John Víctor.

Botagofo (Cruzeiro para el comentarista televisivo...) acusaba el impacto, y se veía desbordado porque Piovi había entrado muy bien, Farías sin brillar se mostraba movedizo, y Giménez exigía mucho más que la “Momia” Alario. Entonces, quizás en el convencimiento de poder ganarlo y nublado por la parda repentina para no entender que el 2 a 2 era un negoción, el Barba incluye a Cetré por un flojo Boselli, rompiendo la línea de cinco, aunque podía salirle el tiro por la culata.

Y así sucedió. Con el Tetra al ataque, una réplica deriva en fulbazo largo por la derecha, Artur engancha con fortuna para pasar la redonda entre las piernas de Facundo Rodríguez, pisa el área y antes de sacar el disparo, Mansilla de manera inconcebible se inclina totalmente para la izquierda, dejándole todo el arco para que el mejor jugador brasileño la coloque suave.

La decepción inundó a los hinchas pincharratas. Tobio Burgos por Arzamendia, ya al borde de los 4’ de agregado, significó un manotazo de ahogado. El planteo del DT, erróneo en la concepción y en los intérpretes, había tenido una rectificación con aquella ventana de tres por tres. En ese momento, las variantes surtieron rápido efecto. Pero "la ambición mata al hombre", reza el refrán. Y sin arquero, vale reiterarlo hasta el cansancio, es imposible. Hace rato, más allá de su correcta actuación en Rosario, a Matías Mansilla el arco de Estudiantes de La Plata le queda demasiado grande.
Salutti
Mansilla: 1
Meza: 5
Boselli: 3
Santi Núñez: 6
Facundo Rodríguez: 4
Arzamendia: 3
Sosa: 4
Ascacíbar: 5
Neves: 4½
Palacios: 7 ⚽⚽
Alario: 2
Piovi: 6
Farías: 5
Giménez: 5

“Tu equipo volvió a ganar, te prendieron mil bengalas hoy…”

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Había que ganar, no existía otra opción, y se ganó. Se ganó desde las 19:30 horas, con un recibimiento descomunal al micro del plantel ahí en 1 entre/50 y 54, con el cielo teñido de rojo, un fervor impresionante, y un recado clarísimo, contagioso, de los hinchas hacia los jugadores. Que en la cancha salieron a poner la piel, con Facundo Rodríguez y Santi Núñez como abanderados al dejar la vida en cada cruce, con Arzamendia y Meza concentradísimos, con la precisión de Neves manejando los hilos en el eje a pesar de un tempranero error garrafal, con Cristian Medina pidiéndola, pisándola, escondiéndola y sacrificándose para su mejor performance en el club, con el proverbial empuje de Ascacíbar, y aunque ni Palacios estuvo fino para culminar sus buenas intenciones ni Tobio Burgos incidió por afuera, Guido Carrillo se las ingenió con su estatura específica para enseñar el Manual del Nueve, pivoteando todo, abriendo muchas pelotas de primera, exigiendo siempre, arrastrando marcas y coronando su enorme actuación, luego de un frentazo abajo manoteado por el arquero y de otra volea que cruzó el arco, con un gol extrañísimo a los 39’, cuando realiza un rodeo, busca el hueco, le pega fuerte, el fútbol rebota, se eleva apenas, parece ir a las manos de John Víctor pero al picar toma un repentino efecto viboreante y se le escabulle de manera inesperada.

Crédito de la fotografía:  Ladygarra @garrapincha
Crédito de la fotografía:  Ladygarra @garrapincha
El Pincha merecía la ventaja, era superior al Botafogo, y el aplauso cerrado rumbo a los vestuarios retribuía una muestra convincente, por carácter y porque el equipo había respondido como amerita la envergadura de la Copa Libertadores. Antes del descanso, el “Rusito” pedía el cambio por un tirón a los 42’, y con Piovi entre algodones, el Barba sacó del ostracismo a Kociubinski; no obstante esa demora al ser interceptado en una salida del área, Bautista estuvo bien con el balón en los pies.

El complemento, con los brasileños mandando toda la artillería al campo en los últimos 25’ para terminar atacando con cuatro delanteros, tuvo al León cerca del segundo con una corrida de Tobio Burgos y un centro algo impreciso que Neves agarró mordido; y con aquel zurdazo de Benedetti, que a los 75’ reemplazaba a Tobio. Los cariocas amenazaron con un ollazo que sobró a Mansilla, quien literalmente encontró el cabezazo a sus espaldas; con el disparo bajo de Manoel desviado al corner por el guardameta albirrojo; y paralizaron los corazones en una rápida réplica mediante el zurdazo de Savarino que encuentra adelantado a Mansilla, es devuelto por el travesaño, y en el rebote deriva en el área chica para una salvada conjunta del arquero, Kociubinski y Palacios.

Estuve en la platea de 115, justo arriba del banco del Barba, y a falta de quince minutos muchos hinchas se acercaron a la baranda para “sacudir” la modorra del DT. “Hacé los cambios que se nos vienen”, “Dale Domínguez, no podés tardar tanto”, “Despertate Barbeta por favor” y otros del estilo, con insultos incluidos en un llamativo contexto de nerviosismo pues Medina y Tiago ya no volvían, y los brasileños arreciaban. Empero, la zaga regaló firmeza, al margen de algunos problemas de Meza por su banda. Y los ingresos a los 85’ de Sosa, Manyoma y Giménez por Tiago, Medina y Guido aportaron tenencia para ese tramo culminante con los cinco de adicional.

Las bengalas, el colorido rojiblanco y ese clima preliminar de crepúsculo copero presagiaban una velada feliz. “Si me reciben así creo que la primera patada es a los dientes o entro a trabar con la cabeza”, me dijo el amigo Juancito Ortega bajo la oscuridad del Bosque, rumbo a 115, cuando en el aire atronaban millones de gritos y seguían explotando los cohetes. El mensaje entró hasta el alma, y una hora más tarde la vieja mística poseyó el trámite del partido.
Salutti
Mansilla: 6
Meza: 7
Núñez: 8
Facundo Rodríguez: 8
Arzamendia: 7
Medina: 8
Neves: 8
Ascacíbar: 6
Palacios: 5
Carrillo: 9 ⚽
Tobio Burgos: 5
Kociubinski: 6
Benedetti: 6

PD: Se agrega foto épica del recibimiento, cortesía de Ladygarra @garrapincha 💓🦁

Saquen la estatua de Bilardo

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


En los últimos dos años, bajo la tutela de Eduardo Domínguez, Estudiantes perdió de local la misma cantidad de veces que en toda su riquísima historia previa de Copa Libertadores.

Después del papelón de anoche, el DT volvió a filosofar en la conferencia de prensa, pero hace rato que el equipo no juega a nada, esa es la única realidad, y este elocuente plano inclinado se lo puede llevar puesto a la brevedad porque no le encuentra la vuelta.

Tal vez el cuerpo técnico y los jugadores no comprendieron el significado de este torneo para la gente, ni su peso específico en la esencia del club. No se puede plantear un partido en el Hirschi, ante un cuadro extranjero, con la tibieza y apatía demostrada anoche. Se gastaron fortunas, se está rifando la historia y no hay respuestas anímicas ni futbolísticas. Como si el mensaje del Barba ya no le llegara ni de cerca al plantel.

Tras un arranque ideal coronado temprano con el golazo de Piovi, el equipo quedó groggy en menos de 10 minutos. En el penal irresponsable de Funes Mori, hay culpabilidad directa en la inexplicable falta de sentido común de Meza, y en la ausencia de algún volante en el sector; las famosas "transiciones" tan referidas por el DT en la teoría, aunque evidentemente no trabajadas pues por los porotos no se observan. Desde los 12 pasos, Mansilla se para del centro del arco hacia su izquierda, en ostensible invitación a colocar el balón junto al palo derecho, al igual que en el reciente gol de Belgrano. Al toque, en el 1-2, hay un regalo de Piovi al ejecutar un tiro libre ofensivo, lo busca a Meza en el lado opuesto, la deja corta, deriva en un corner, cae en el área chica, el despeje de Carrillo pega en un rival y Zaldivia, de media vuelta, la manda a guardar, con Mansilla parado debajo del travesaño.

Lo mejor de esa etapa fue el descomunal pase de Sosa a Palacios, después de una pared con Medina, dejándolo solito frente al arquero, sin embargo Tiago se apura, quiere definir de primera y la tira por encima del horizontal.

La intensidad, movilidad e incesante búsqueda de los espacios vacíos provocaron que los trasandinos ganaran casi todas las segundas pelotas contra un León de nuevo lento, previsible en su toqueteo lateral e impotente para entrarle a su adversario. Carrillo se debatió en lo alto y se cansó de bajar pelotas... para nadie. El trajín de Ascacíbar no basta si Piovi no pesa, Palacios no desequilibra en la medida esperada, Sosa se equivoca y Meza desborda sin tirar un centro dignamente. Arzamendia cumple en contextos desfavorables, y ayer Medina, con rasgos de su habilidad, acaso haya empezado a justificar su prima de US$ 1.700.000. En la curva, Santi Núñez se la terminó ingeniando para disimular los desfasajes de Funes Mori.

El complemento fue un fiasco. Farías por Sosa a los 61', Cetré por Piovi a los 73' y la "Momia" Alario por Medina a los '82' no desenredaron la madeja. Lo del colombiano es para el diván: parece un hombre vencido. El ex Colón ingresó con ganas, y le anularon el empate por claro offside. Alario está para rebuscársela en un soltero contra casados.

Dio la inequívoca sensación que aunque se jugara hasta las 3 de la mañana, el León no lo iba a igualar. Intentó con ollazos, con pocas ideas, como ese boxeador que en los rounds ulteriores apuesta a un jab salvador al saberse condenado en las tarjetas. Los jugadores no interpretan el esquema de Domínguez, idéntico e ineficaz aunque los oponentes, los torneos, las instancias y las canchas sean diferentes. Ayer, Gustavo Álvarez le propinó una paliza táctica.

Hubo antes un blooper de Mansilla, quien estaba parado de 5 en un contragolpe y por centímetros no se comió una emboquillada desde 60 metros. Su desesperado regreso al arco vacío, mientras el esférico lo sobrevolaba cargado de suspenso, es una postal de este insulso presente con pinta de ruleta rusa.

Al final permanecimos una hora encerrados dentro del Estadio, mientras la gente del codito no se iba, en otro papelón de los "organitos" de seguridad. La hinchada de Universidad de Chile prendió bengalas con total promiscuidad, armó flor de humareda, y por la tarde en la zona céntrica habían agredido transeúntes a diestra y siniestra. En Argentina, la policía sólo persigue y reprime jubilados.

"El domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar", entonó la cabecera de 57 en alusión al inminente clásico, cuando ya la derrota era un decreto y las expectativas se esparcían hechas trizas por el suelo. Existe una degradación muy grande de valores, una incomprensión alarmante de texturas que impide entender las circunstancias.

"Ya que no usa celular, sería bueno que alguien del Club le avise a Eduardo que el clásico nos chupa bien la poronga, que en Estudiantes en la Copa Libertadores nos matamos. Lo noto confundido, esto no es Huracán", escribió en X el usuario Juani Di Salvo.

"Acá en Estudiantes, hay que laburar, como nos enseñó Zubeldía". Entonces, saquen por favor la estatua de Bilardo.
Salutti
Mansilla: 4 
Meza: 4
Funes Mori: 4
Santi Núñez: 6.5
Arzamendia: 5
Medina: 6
Piovi: 5 ⚽
Ascacíbar: 7
Sosa: 5
Palacios: 6
Carrillo: 6
Farías: 6
Cetré: 4
Alario: 3 👻

Tres puntos esenciales

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


En su visita a la lejana Valencia, el Pincha dio un exitoso puntapié inicial de la Libertadores 2025, al imponerse por 2 a 0 sin disipar los recientes nubarrones. De entrada, Mansilla salvó al Pincha tras un pique que sobró el mal cálculo de Facundo Rodríguez por la izquierda. Pero la tenencia sería casi toda albirroja, aunque recién a los 10’, una gran habilitación de Palacios lo pone a correr a Meza, quien la tira por encima del achique de Bruera y un zaguero despeja en la línea cuando Carrillo acechaba a sus espaldas.

No obstante, el fulbito intrascendente con pluralidad de toques a los costados fue construyendo un combo inerme ante un local parado detrás del eje, y los errores de Neves, Piovi y Medina en las cesiones, más las imprecisiones de Meza y Arzamendia en las trepadas por sus laterales, contrastaban con las ganas de Palacios y algunas intervenciones acertadas de Ascacíbar. Por eso, pese a su voluntad, Carrillo debía moverse lejos del área porque no era asistido para su misión natal. A la vista, un planteo por cierto timorato de Prestobarba si observaron videos del dueño de casa, pues Piovi o Neves parecían sobrar.

Pasados los treinta de juego, de un centro cabeceado por Ascacíbar buscando a Palacios, su rebote le queda apenitas alto al “Rusito”, y su un derechazo fortísimo, con marcado efecto, sale rozando el ángulo. Y cuando la primera mitad se moría, Medina habilita a Carrillo, Guido se acomoda y su media vuelta a rastrón es desviada con esfuerzo por el pincharrata Bruera junto al caño derecho. El corner de Palacios se va abriendo, Santi Núñez gana arriba y su frentazo la clava abajo ante una defensa estática, para decretar una ventaja tal vez merecida.


De movida, en el complemento, Bruera le saca el segundo a Carrillo, en otro tiro de esquina bien ejecutado por Palacios y cabeceado al caño izquierdo por el 9 de Magdalena.

Crecieron Neves y Medina, Ascacíbar continuó con su trajín, a los 64’ los venezolanos sufren la expulsión de su delantero Tortorelo al barrer a Piovi cuando intenta puntear el balón, y a los 73’, Arzamendia madruga a la zaga en un fútbol boyante, se mete al área con determinación, y al margen de exagerar en la caída, le cometen una infracción de penal tan incierta para el árbitro como clarita para el VAR. Ascacíbar la cambia por gol al pegarle con contundencia cerca del travesaño, convierte el primer tanto de su vida desde los doce pasos y termina de tranquilizar al León frente a un adversario demasiado humildón, que sólo inquietó con un par de corners potenciados por las ya proverbiales dudas de Mansilla.


Sosa y Cetré por Piovi y Medina para los últimos 20’, al rato Manyoma y Alario por Carrillo y Tiago, en el cierre Farías por Ascacíbar, y en un terreno bastante rápido, Estudiantes de La Plata terminó llevándoselo bien. Sin sustos ni estridencias.

Con un cúmulo de falencias generalizadas en aquellos 45’ iniciales, raptos esperanzadores en la segunda etapa, un punto alto en Ascacíbar, otros en Neves y Facundo Rodríguez, más el oficio de Carrillo, la picardía de Arzamendia y el espíritu de Palacios. Medina sigue entregando su calidad a cuentagotas, Santi Núñez no desentonó, y la escasa estatura de Carabobo –en todo el sentido del giro- debe mesurar el entusiasmo.

El ansiado triunfo, vital en el debut copero luego de casi medio siglo sin hacerlo en tal condición, no disimula el pronunciado pozo de rendimiento donde hace un tiempo vegeta el equipo.
Salutti
Mansilla: 5
Meza: 5
Facundo Rodríguez: 6½
Santi Núñez: 6½ ⚽
Arzamendia: 6
Palacios: 6
Neves: 7
Piovi: 4
Ascacíbar: 8 ⚽ (P)
Medina: 5½
Carrillo: 6
Sosa: 5
Cetré: 5

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NO SE OLVIDEN...

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Homenaje a Caloi

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Wallpaper por Estudiantes

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