Diego Abal tard贸 3 segundos para anular un gol leg铆timo de Gast贸n Fern谩ndez en el cierre de la primera parte, en complicidad con un p茅simo juez de l铆nea. Era el empate que al menos el Pincha merec铆a para no irse al descanso en desventaja, luego de un dominio neto en esa etapa, con 2 贸 3 opciones claras de convertir.
El encargado de encender las luces artificiales en el “Estadio del 7 a 0” tard贸 5 minutos para darse cuenta que la oscuridad era importante y dificultaba el juego. Entonces volvi贸 a verse.
Berizzo tard贸 15 minutos para entender que atr谩s le sobraba uno –algo para modificar en el complemento-, y sustituy贸 a Roncaglia por el lungo Pereyra.
Col贸n de Santa Fe tard贸 40’ minutos para llegar a la meta local. Lo hizo tras una jugada fortuita, por un rebote que cay贸 en los pies de Esteban Fuertes, y el eterno Bichi transform贸 en gol con su oficio inagotable de scorer, cruz谩ndola a la ratonera derecha de Ori贸n.
Y la actual conducci贸n de Estudiantes de La Plata est谩 tardando 3 meses para destruir lo edificado en 5 a帽os de gloria.
No se liga, est谩 bien. Hubo dos de la Gata que antes iban adentro; esta tarde reventaron el palo y el travesa帽o. Iberbia la tuvo servida despu茅s de estupenda asistencia de Barrientos, y err贸. Tambi茅n, en su 煤nico yerro defensivo del partido, el Rana fue part铆cipe del tanto sabalero. No alcanza con la verg眉enza de Fede Fern谩ndez, la garra del Chavo, la clase de la Brujita, el coraz贸n de Bra帽a y la picard铆a positiva de la Gata. El complemento, como ante Banfield o Godoy Cruz, dio la sensaci贸n indudable que el Le贸n no lo empardar铆a aunque jugaran hasta el lunes; el desorden fue total, y la desesperaci贸n una consecuencia l贸gica. Porque carece de ideas, de sorpresa, de andamiaje, y adem谩s este s谩bado extra帽贸 la verticalidad punzante de Enzo P茅rez. Mercado, que era goleador y as de espadas por la raya, se muestra contenido, timorato, y vive a los reproches con Ver贸n. Lea Gonz谩lez estuvo dibujado, haci茅ndonos pensar qu茅 hac铆an N煤帽ez o el Chino Ben铆tez en el banco. Y falta imaginaci贸n, esa que marca los l铆mites.
El cierre de otra derrota en casa –un lugar casi desconocido durante mucho tiempo-, expuso la dolorosa cara de la impotencia, y al cabo el Grande lig贸 el segundo cachetazo en los pies de Dami谩n D铆az, la figura excluyente del crep煤sculo.
¿D贸nde qued贸 aquella etiqueta de cuadro invencible? ¿Se esfum贸 el sello distintivo que achicaba a los adversarios en el vestuario de Quilmes y del 脷nico? ¿Se acaba un lustro brillante o se termina el ciclo de un DT resistido, e insultado nuevamente por la platea?
“A la suerte hay que ayudarla”, reza el aserto. Ac谩 no hay trabajo de pelota parada –dej贸 de ser recurso para transformarse en loter铆a-, de relevos, y hasta se observaron varios laterales mal hechos. Restaban 3’ y un corner fue pateado por Leandro Gonz谩lez. Cunde el desconcierto.
El pozo preocupa en relaci贸n al futuro. El desencanto se apodera de la gente. Y hablar de “mala racha” parece irrespetuoso cuando el torneo ya ha dejado m谩s de su mitad a las espaldas.
“Los 4 pr贸ximos encuentros son 4 finales”, sentenci贸 Berizzo, y acaso haya decretado el t茅rmino de su agon铆a. Porque es dif铆cil definirlo, pero de afuera se nota como un halo negativo nublando las mentes y cerrando los arcos rivales. “Este tipo es mufa”, dijo alguien a mi lado, “hay que creer o reventar”. Y en un club con m铆stica en sus venas, con las c谩balas y las costumbres grabadas a fuego en su ADN, estas cuestiones no se perdonan.
Salutti
Gracias Marble por el analisis