Papelón... y después?

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja

Estudiantes paseó su ya innegable plano inclinado por La Docta al caer 2 a 1 ante Central Córdoba de Santiago del Estero, quedando eliminado de la Copa Argentina, en trance doblemente doloroso por tratarse del último monarca del trofeo.

Salvo ese gol imposible errado por Carrillo debajo del arco a los 10’ de la etapa inicial, de ese zurdazo alto de Benedetti –lo más rescatable- en acción individual, del claro penal no sancionado a Cetré con el partido 2 a 0, y de la débil reacción anímica insinuada tras el descuento de cabeza de Piatti, quien en el entretiempo reemplazaba a un insulso Manyoma, lo mostrado por el León en todas sus líneas resultó pobrísimo.

Horrores de Fede Fernández y Lollo en la zaga; imprecisiones increíbles de Sosa, incluso pateando tres tiros libres a las manos del arquero; pérdidas continuas de Palacios, aunque a su favor siempre intentó; noche del color de su piel para Cetré; fervor desordenado en Ascacíbar, hasta irse expulsado al filo del epílogo por una barrida innecesaria; casi nada de Carrillo, tal vez condicionado por ese tanto desperdiciado; sólo aceptable Mancuso por sus ganas; y Mansilla, que sacó en cada tiempo un fútbol que iba adentro, se comió dos inatajables pero distó de brindar seguridad. Kociubinski reemplazó a Sosa y no estuvo fino en su ratito de juego.

Un panorama pobrísimo, sin poder de fuego, sin vuelo creativo, con marcada lentitud de traslado y con notorias ventajas defensivas, donde hace bastante que el Pincha sufre horrores en los corners o balones quietos en contra. Los 5 ó 6 minutos en cancha del pibe Benjamín Barreiro reflejaron el desconcierto de Domínguez. El futuro es ahora, cuando no se sabe a ciencia cierta si Altamirano podrá seguir en carrera, y se especulan varios nombres de delanteros que por el momento no prosperan.

Ya no habrá doble competencia, ni chances de continuar dilapidando prestigio de modo indolente porque lo ofrecido en el estadio de Belgrano fue, por lejos, lo peor de un ciclo que no para de devaluarse.

Salutti

Mansilla: 5

Mancuso: 5

Fede Fernández: 4

Lollo: 3

Benedetti: 6

Sosa: 2

Ascacíbar: 4

Manyoma: 2

Palacios: 5

Cetré: 3

Carrillo: 4 

Piatti: 5

Kociubinski: 4

Aprovechó la oferta de maíz

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja

La elocuente diferencia de jerarquía le bastó a Estudiantes para estrenar exitosamente el título de la Copa Argentina ante el modesto Argentino de Monte Maíz, con inapelable 3 a 0 en el estadio de Lanús.

La inmensa categoría de José Sosa durante su estadía en la cancha, la calidad de Enzo Pérez más allá de esa pérdida infantil en una salida, el descomunal despliegue de Ascacíbar para comerse el terreno y el oportunismo de sus delanteros fueron las claves del triunfo.

También encontró en Zozaya a un arquero seguro, e importante para mantener su valla en cero cuando en la segunda mitad tuvo una doble atajada monumental. Además, los laterales cumplieron, y sólo Altamirano pareció no hallar nunca su lugar.

La apertura sobrevino de una gran pelota de Benedetti para Méndez, el centro atrás del uruguayo se desvió en el trayecto y Correa empezó a garpar su pase para anticipar debajo del arco. Al rato, el envío llega del otro lado por intermedio de Mancuso, Correa la deja pasar y Méndez define contra el palo. Los dos puntas se complementaron bien, buscaron los espacios libres y fueron generosos para colaborar en la marca.

De movida, en el complemento, Piatti reemplazó a Sosa. Trascartón, en ventana de trilogía, ingresaron Zuqui, Zapiola y Eric Meza por Enzo, Altamirano y Benedetti. Los cambios le quitaron tenencia al Pincha y permitieron algunos arrestos de los cordobeses, sobremanera porque Piatti desperdició muchos balones no forzados luego de un arranque prometedor, e incluso marró un penal; y ni Zuqui ni Zapiola pesaron jamás en el desarrollo. Por el contrario, Meza mostró recursos por la banda derecha –el versátil Mancuso pasó allí al carril opuesto-, y una acción suya generó la segunda pena máxima que Méndez cambió por gol para completar su merecido doblete.

Al cierre, Lollo expuso su alarmante falta de timming al sustituir a Zaid Romero, pues un rival lo ligereó como poste en el comentado atajadón del chico Zozaya.

El score terminó calificando el contraste entre uno y otro plantel. Sin embargo, no se le debe bajar el precio a la victoria, recordando cuántos encuentros similares se perdieron en ciclos anteriores frente a clubes prácticamente ignotos. En vista de la triple competencia resta contratar un par de refuerzos trascendentes, de esos que desembarcan y se ponen la camiseta.

Salutti

Zozaya: 7

Mancuso: 6

Zaid Romero: 6

Fede Fernández: 5

Benedetti: 6

Sosa: 7

Ascacíbar: 8

Enzo Pérez: 6

Altamirano: 4

Méndez: 7½

Correa: 7

Piatti: 4½

Zuqui: 3

Zapiola: 4

Meza: 6

Lollo: 3