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En el Día del Amigo se acordó de sus fieles

Análisis por Marble Arch

Canchita por "Postrecito" Maraja


Era ayer. Porque la pendiente preocupaba, y las voces disidentes recorrían la sede de 53, las mesas de café de Uno y los recovecos del Country. Pero Estudiantes, desconocido desde la derrota ante Argentinos Juniors a excepción de los choques coperos, recuperó en parte su espíritu medular para ganarle 3 a 1 a Barracas en un partido que, de haber existido la débil postura de la seguidilla previa, con suerte se empataba.

Al parecer, para el Ruso el único culpable de la caída frente a Tigre fue Zapiola, y lo mandó al banco. En fin. Dispuso a Rollheiser y Piatti por las bandas, con el ex River tejiendo bien junto a Más, y el Plumero alternado con Castro para tirar diagonales hacia el medio. Ese dibujo le mostró interlocutores a Zuqui para recobrar el extraviado protagonismo, y el Corcho salvo un par de quedos del final mostró claridad conceptual para quitar y distribuir. Abajo, de nuevo, bastantes falencias en la improvisada cueva Lollo-Morel, y aceptable papel de los laterales.

Pero el Pincha lo manejaba con claridad, y la apertura justificó ese dominio. Gran pelota pasada de Zuqui para Castro, el uruguayo la baja de cabeza para el ingreso libre de Godoy y éste, con todo el panorama para darle fierro al arco, se la cede a Díaz para que el Loco la empuje sin problemas a la red.

Hubo un centro alto de Castro devuelto por la Unión. Otro de Rollheiser para el cabezazo del yorugua en el travesaño. Y una infracción evitable de Lollo en la puerta del área para el sablazo combado de Tapia al palo de Andújar, quien ensayó una pirueta aérea y quedó pagando.

El León siguió yendo, empujado por su gente, y casi al límite del descanso, tras una temeraria acción de Más barriendo al borde del penal, Gagliardo le sacó un frentazo al Loco contra el palo izquierdo, después de un perfecto envío de Castro habilitado en inteligente cortada por Rollheiser.

El complemento mostró al cuadro albirrojo con idénticas ganas. Y a los 7’, el visitante ataca con un hombre propio tirado cerca de Andújar –el hecho invalida las protestas posteriores-, pierde el balón, llega el contragolpe, el Corcho alarga para Rollheiser en el círculo central, el 10 arranca en posición de 8, utiliza a Godoy que pica vacío por la banda y se lleva una marca, va buscando la medialuna y saca un zurdazo inapelable para clavarla abajo, contra el rincón derecho, en un golazo importante por el score y también para brindarle confianza al talentoso volante. Que al ratito estrella un tiro libre en el horizontal.

A los 30’, Zapiola reemplazó a Rollheiser, quien había gritado su tanto con el petit crack y recibió una ovación al retirarse del campo. Y el tercero fue de Piatti, asistido por el Loco –redondeó buena tarea- para aprovechar el resbalón de un zaguero, tomarse un tiempito , elegir el caño izquierdo y acomodarla allí a los saltitos.

El abrazo de los jugadores al final del partido y la gente cantando de nuevo en el epílogo eran imágenes sonoras que ya se estaban extrañando. De todos modos, sólo se dio un paso para quebrar la mala racha, ante un rival de moderada jerarquía, y lo inminente deberá encararse con idéntica energía para no volver a transitar el sendero de los tumbos. Pues se estaba perdiendo merecidamente, sin actitud, sin alma ni recursos. Y el DT de gesto adusto aspiró una bocanada de vital oxígeno al despejar nubarrones en varios frentes. Era hora.
Salutti
Andújar: 5
Godoy: 6½
Morel: 5
Lollo: 5
Más: 6
Castro: 7½
Corcho: 6½
Zuqui: 7
Rollheiser: 8
Piatti: 7
Díaz: 7
Zapiola: 6

El Ruso comenzó a transitar la cuerda floja

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


La derrota de anteanoche en Victoria, sumada a la eliminación de la Copa Argentina y a una marcada pendiente de previsible desenlace han convertido en Estudiantes en un equipo timorato, vulnerable y peligrosamente trágico.

La imagen general de esta pronunciada declive potenció algunas sensaciones que los hinchas aún con dolor no pueden ocultar.

Los guantes de Andújar reclaman el perchero, sin Rogel la defensa es un flan, el mediocampo no juega ni contiene, y ni el Loco Díaz ni Heredia parecen delanteros inquietantes o capaces de salvar las papas por sí mismos. Además pareciera que el único culpable en cada revoleo es el chico Zapata, que esta vez tuvo una muy buena apilada por la izquierda en su afán de seguir intentando pese a errores compartidos por todo el equipo, pero de nuevo fue reemplazado. La falta de timing y de coordinación entre Lollo y Morel resultó lapidaria. Lalalalalalalá Zuqui volvió a su nivel de otrora, aquel que lo colocaba en la vidriera de las ofertas. La voluntad de Castro por las bandas no alcanza, y así se vio a un equipo absolutamente perdido en el campo de juego.

De entrada le anularon un gol a Tigre que entraba otra vez por el primer palo de Andújar, y el segundo del Matador mostró a Mariano en posición de estaca con una respuesta indecente para un arquero de primera. Sin embargo las falencias están mucho más allá del área, provienen desde el banco, en una construcción azarosa donde nadie sabe a qué juega.

Al final los ingresos de Rollheiser, Piatti y Ángel González le dieron un poco más de empuje. Angelito armó la jugada de descuento con un lindo taco y después sirviendo el gol al Plumero Piatti; de todos modos, tanto Rollheriser -estuvo mucho tiempo parado- como Piatti precisan partidos para acomodarse y a su vez necesitan ser parte de una estructura armónica donde las funciones estén muy bien delimitadas, donde cada cual sepa qué función y lugar ocupar en la cancha.

Estamos asistiendo a la desintegración de un sueño y en los pasillos de los pagos de Verón se comenta que al Ruso le queda una sola ficha en el mata y mata de la Libertadores, porque si el Pincha no pasa de fase en la Copa ante Atlético Paranaense eso desembocará en un fin de ciclo.
Salutti
Andújar 3
Mancuso 5
Lollo 3
Morel 3 
Mas 4
Castro 5
Corcho 5
Zuqui 4
Zapiola 5
Heredia 3
Díaz 4
Rollheiser 5
Piatti 6
González 6

De Locos a Boludos

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Estudiantes dejó escapar dos puntos por errores conceptuales que potencian las virtudes ajenas, y esta vez duele todavía más porque se fue al descanso 2 a 1 al instante de haber tenido el 3 a 0 a merced.

Con el marcador en blanco la visita mostraba algunas aristas interesantes para no descuidar, pero el Pincha lo fue maniatando de la mano de Zapiola, figura determinante porque a pesar de haber perdido algunas pelotas intentó siempre con verticalidad, con inteligencia y además le agregó a su elegancia una cuota de sacrificio para ganarse definitivamente un reconocimiento a esta altura indiscutible; sólo tiene un asterisco al parecer en la opinión del DT, quien le ha brindado infinidad de oportunidades a muchos jugadores y no de la misma manera a este petit crack. Que va a buscar un pelotazo largo de Andújar, lo pelea, lo gana, gambetea al defensor, levanta la cabeza y la pone debajo del arco para que Díaz la empuje.

El segundo viene en una de las facetas positivas del Loco Díaz para ganar una pelota de espaldas, girar a su marca, progresar en tres toques (pechito-cabeza-muslo) y cederla a Castro, que la mata de pecho y entre dos defensores la clava alta de volea en un verdadero golazo.

Y todo pintaba para una fiesta. Hasta que casi al final de la primera etapa otra genialidad de Zapiola se la pone debajo del travesaño a Díaz para que solito la empuje a la red, pero la trata de meter con el pecho (era más cómodo de cabeza) y la tira por arriba del travesaño. De esa clarísima opción errada llega el descuento, producto de una serie de desaciertos defensivos, envío pasado para el frentazo de Gonzalo Torres que luego de un rebote de Andújar le vuelve a quedar a su mismo ejecutante, y éste la toca suave entre las piernas de Mariano.

En el complemento el León entró adormecido, algo ya constante y preocupante, actitud aprovechada por Central Córdoba para empatar el partido luego de un pelotazo brillante de 40 metros a espaldas de la defensa. Se puede culpar a Más de haber cometido una falta infantil, esto sin embargo no debe desmerecer la notable habilitación del hombre santiagueño a su compañero, que entraba con la pelota dominada y fue tomado de la camiseta en un penal indiscutible, pero ojo, tampoco había nadie para cerrar. Andújar le fue a hablar a Silvio Martínez, lo ninguneó, le marcó un palo, se tiró al otro, balón adentro y el 2 a 2 para empezar de nuevo.

Ya no estaba Zapiola, reemplazado muy tempranamente por Rollheiser, y con la igualdad el Ruso comenzó a tirar jugadores a la cancha. En un cambio netamente ofensivo lo sacó a Lollo para poner a Heredia, al ratito ingresó Piatti por un agotado Castro, y da la sensación que son jugadores de buen pie aunque todavía no encuentran su lugar ni función en la cancha, y por eso se observa cómo se superponen, dejan espacios vírgenes en el medio y no administran los lugares vacíos.

Estudiantes fue a la carga Barracas en el los últimos 25’. Díaz tuvo una desperdiciada que le fue cedida suave por Rollheiser, pateando a las manos del arquero desde fuera del área; después él habilita muy bien a Heredia, que define desviado el mano a mano contra el palo derecho del arquero; y en otra, cuando Heredia la tenía para pegarle, lo interrumpe, le saca el remate él y lo priva de una situación clara. Dos o tres jugadas para ponerse 3 a 2, pero no fueron suficientes.

Zuqui levantó un poquito, pero muy poco. Bien el Corcho en líneas generales, la defensa con línea de dos stoppers y un líbero da ventajas enormes porque Lollo no tiene la velocidad suficiente para timonear la cueva, lo de Noguera ya es catastrófico, y la garra de Rogel sola por lo general no alcanza para suplir las falencias de sus laderos. De los laterales, bien Godoy defendiendo, no tanto atacando, bien Más atacando, no tanto defendiendo… y así estamos, con altibajos marcados, en una posición en la tabla contrastante con la realidad de la Libertadores, donde suele aparecer ese plus espiritual ausente en el campeonato local.

Ahora se viene la Copa Argentina y ningún resultado sorprenderá porque este Pincharrata se ha convertido en un equipo impredecible, de performances espectaculares, de declives inexplicables, de pozos repentinos, de levantadas místicas y empates pecaminosos como el del último domingo. Porque si el Loco tenía un poquito de cordura nos íbamos 3 a 0 al entretiempo, y la historia con seguridad hubiese sido diferente.
Salutti
Adújar 5
Godoy 5
Noguera 2
Lollo 5
Rogel 6
Mas 5
Zuqui 5
Corcho 6
Castro 6
Zapiola 8
Díaz 6
Rollheiser 5
Piatti 5
Heredia 6

La Fortaleza del espíritu copero

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


En una producción que el hincha añoraba, Estudiantes vapuleó a Fortaleza y clasificó a la siguiente fase de una Copa Libertadores donde siempre tiene una cita de honor. Pero más allá del categórico 3 a 0, se vio de nuevo la actitud ganadora extraviada, con un abanderado llamado Castro para meter el alma desde el minuto cero y contagiar con sus ganas al resto.

Anticipo de Rogel, corta carrera, centro perfecto, su compatriota Castro se eleva y la bombea de cabeza al segundo palo para un gol bien uruguayo. Al rato, el VAR invalida el de Rogel por offside finito de Noguera antes de peinarla, y enseguida el mismo sistema que le robó el partido a River ante Vélez deja al visitante con 10 por un criminal pisotón de Pikachu a Boselli, sentido a partir de allí hasta ser reemplazado por Zapiola al término del primer tiempo.

En el complemento, de la mano del petit crack, con Corcho y Zuqui muy recuperados de sus recientes bajas performances, con un Más brillante por su banda, con un Rogel siempre soberbio, llega el segundo de Castro, arrojándose en media palomita para desviar contra el caño izquierdo el envío preciso de Más.

Y el tercero, por la avivada de Zapiola para usufructuar un error visitante en la salida, gambetearse al arquero y empujarla suavecita al arco vacío, le puso el moño a la goleada. Al final entraron Piatti, Rollheiser, Morel y Pellegrini, pudo haber llegado el cuarto un par de veces, y el León terminó floreándose ante un oponente que no dio ni de cerca la talla y acusó en demasía aquella prematura pero justificada tarjeta roja.

Se viene el Paranaense, otro cuadro garoto, y el Tetra definirá de local con Uno de nuevo reventado de gente. Pues como se preveía afloraron otras cuestiones, decisivas en estos casos, y la cita con la historia despertó esa mística adormecida. El “es el equipo del Narigón” y los jugadores cantando abrazados en el centro de la cancha tras el pitazo fueron dos postales sonoras y coloridas para decorar una fiesta deseada y demorada. Aunque la lesión de Mauro, un presunto desgarro plantar, lo dejaría afuera por un buen tiempo.

Lo importante, además del resultado, fue el compromiso de todos, la garra para morder en cada cruce, ese espíritu copero necesario e imprescindible. Entonces, volvimos a salir cantando de 57 y 1 en una fría noche de julio, porque la esperanza estaba latente aunque nadie, ni el plantel ni el cuerpo técnico ni la tribuna, parecían prestarle la debida atención.
Salutti
Andújar 5
Godoy 6
Lollo 6
Noguera 5
Rogel 8
Más 8
Castro 9
Corcho 7
Zuqui 7
Díaz 6
Boselli 6
Zapiola 8

Peor imposible

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


En uno de sus contados aciertos, Zielinski sacó al pibe Zapiola con el partido 1 a 1, guardándolo para el jueves, y el chico, figura excluyente por actitud, talento e imaginación más allá del golazo del empate, se llevó toda chance de algo distinto.

Rollheiser entró pronto en la nebulosa de empecinarse en la individual, Piatti cumplió con una gran cesión a Godoy, y el ingreso de Boselli, luego del segundo gol de Andújar, sólo sirvió para encimarse con el de nuevo intrascendente Loco Díaz.

El partido se pierde desde el vestuario, ante un centro pasado que sobra a toda la defensa, y al margen del estatismo de ésta, la pelota conectada por Colman se cuela entre Andújar y el primer caño, a la altura de la cintura, con responsabilidad elocuente del arquero.

Después, las torpezas reiteradas del zaguero que se puso en estrella para firmar, la explicación en Morel de la titularidad inamovible del Corcho pese a su bajo nivel, la levedad de Castro sin espacios, el talento para exprimir de Heredia a fin de no terminar como Deossa, y el declive de un Lalalalalá cada vez más parecido a aquel que se rifaba en el mercado dos años atrás. Bien Godoy, altibajos en Más. Y la filigrana del mejor para igualar con su carita de potrero.

La inconveniencia de mezclar jugadores a modo de experimento por los puntos quedó plasmada en el complemento, máxime después de la salida de Zapiola.

Y el 2 a 1, por un cabezazo bombeado a un corner muy alto y llovido, muestra a Andújar de espectador, sin siquiera atinar a sacar las manos o a estirarse. Claro, tenía una buena doble atajada previa en su zona de confort, y eso confunde a todos aquellos incapaces de admitir su ocaso.

Al final, el Ruso repartió gritos y gestos de enojo para una historia torcida hace rato. Porque el equipo no tiene brújula, tampoco timón, dejó de contagiar, luce inerme, y si bien en los choques coperos afloran otras cuestiones, jugando así no puede llegar demasiado lejos.
Salutti
Andújar 3
Godoy 6
Noguera 2
Lollo 5
Más 3
Castro 4
Morel 3
Zuqui 4
Heredia 5
Zapiola 8
Díaz 4
Corcho 5
Rollheiser 5
Piatti 6
Boselli

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NO SE OLVIDEN...

NO SE OLVIDEN...

Homenaje a Caloi

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Wallpaper por Estudiantes

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