NEWELL´S 2
por Marble Arch
Newell’s se flore贸 en la noche platense, ofrend谩ndole a su numerosa parcialidad –colm贸 la cabecera sur- una victoria contundente. Porque sus virtudes fueron potenciadas por las infinitas carencias del local. Porque si bien lo empieza ganando del vestuario con ese frentazo tempranero de Boy茅 al madrugar una zaga dormida, y se va al descanso 2 a 0 con una obra maestra iniciada por la calidad de Lucas Mugni para el remache de los primos Rodr铆guez tras un toqueteo de aire rematado en una volea tremenda que entra rozando el travesa帽o, entre esos dos tantos se encuentra con un compendio del terror llamado Estudiantes de La Plata. Y eso, inesperadamente, le facilita su tarea a alturas insospechadas, pues la complicidad del due帽o de casa le abre puertas en cada cent铆metro del terreno.
Horrores en todas las l铆neas, pases reiterados al adversario o a la banda lateral, cesiones cortas o demasiado largas, riesgosas complicaciones en cada salida, ninguna idea asociada, imprecisiones permanentes, y apenas un desborde de Auzqui por la izquierda cuyo centro atr谩s no prospera, o un disparo de Jara de larga distancia en esos 45’ para olvidar pronto.
Uno imagina a Milito hablando en el entretiempo: “Muchachos, por favor, vamos a d谩rsela a los de camiseta roja y blanca a rayas verticales”. Eran las palabras justas, acaso utilizadas por el entrenador para resumir una etapa de intenso terror.
En el complemento, de movida, corrida de Auzqui por la derecha, ingresa al 谩rea, lo bajan de atr谩s y claro penal para descontar. Expectativa e ilusiones en el estadio. Pero Mendoza, tan opaco y timorato como el resto, la revienta al medio del arco para lucimiento del pibe Unsain.
All铆, herido, el Le贸n le puso ganas. Visibles, aunque exiguas para cubrir tantas limitaciones. Nada de Acosta, las incongruencias habituales de Damonte agravadas por su rol de 煤nico cinco, los enredos caprichosos de Auzqui, la flojera de Mendoza, ciertos arranques del pibe Lucas Rodr铆guez –reemplaz贸 a Pereyra, yendo S谩nchez Mi帽o de tres-, y la entrega de Cerutti tratando de armar juego o tirando diagonales. En uno de esos desbordes, el cabezazo de Azuqui rebota en un zaguero y le queda servida a Acosta, quien no logra definir al ser atorado por el arquero. En otro, en la mejor de S谩nchez Mi帽o en toda la velada, llega al fondo y su buscapi茅 a rastr贸n no es conectado por cent铆metros por Cerutti. Sobre la hora, un tiro libre del sustituto Barbona desde la medialuna del 谩rea tambi茅n encuentra a un inspirado Unsain para ahogarle el grito de gol.
Claro que de contra, y de hab茅rselo propuesto, la Lepra le llenaba la canasta. El travesa帽o salv贸 a Hilario y en dos o tres ocasiones pecaron de lujosos, mientras el Pincha tardaba quince o veinte toques de excesiva lateralizaci贸n para pisar tres cuarto de cancha y chocar irremediablemente con su propia intrascendencia.
Si una frase sintetiza lo observado, esa frase es diferencia de jerarqu铆a. La de Maxi Rodr铆guez, Mugni, el pibe Boy茅, el joven Denis Rodr铆guez, Tonso, am茅n del desperdicio del Gato Formica en el banco. La pelota no les rebota, la controlan. Los pases van al pie, no al rival. Ocupan lugares con inteligencia, no se superponen. Pican vac铆os, no sin sentido. Adem谩s corren menos que su oponente, al que desgastan con circulaci贸n limpia, oblig谩ndolo a desdoblarse. Y eso que f铆sicamente el pincharrata ha progresado un mont贸n.
Ojo, no se trat贸 de una producci贸n magn谩nima de los rosarinos. Sin embargo, el desnivel de clase result贸 determinante frente a un equipo que seguramente dej贸 cuanto tiene. Este es su techo si no est谩 la Gata, techo necesitado de una urgente renovaci贸n del plantel. Pedirle m谩s equivaldr铆a a querer exprimir las piedras.
Salutti
Puntajes
H. Navarro: 5
Jara: 3
Schunke: 3
Des谩bato: 4
Pereyra: 5
Auzqui: 3
S谩nchez Mi帽o: 3
Damonte: 4
Acosta: 3
Cerutti: 6
Mendoza: 3
Lucas Rodr铆guez: 6
Barbona: 5