Análisis por Marble Arch
Canchita por Maraja

Talleres le hizo precio al Pincha en el Estadio Único, y el mentiroso 1 a 0 puso punto final al Ciclo Benítez, quien dio un paso al costado por propia determinación para cortar una cuerda demasiado tensada por el espinel de resultados adversos.
El esquema 5-4-1, con Pavone como único hombre de punta, desnudaba el miedo a perder del Chino, y terminó contagiando de inseguridad a un equipo que mordió mucho, jugó poco y entró en la desesperación cuando, ya en el complemento, el juvenil Sosa la colgó del ángulo izquierdo de Andújar con un zurdazo perfecto.
Antes, casi nada del León, ilusionando apenas por algunos arranques de Castro, o las subidas de los laterales Erquiaga y Sánchez. Pero el traslado en el medio era cansino, con muchos errores de Braña y Kalinski en las sesiones, altibajos de Iván Gómez, y la falta notoria de vuelo creativo. En contraposición, el preciso toqueteo tallarín tardaba tres pases lo que a Estudiantes le costaba siete u ocho. Y la categoría de sus delanteros, a simple vista, era técnica y físicamente de otro perfil.
Luego del descanso, con más ganas que fútbol, el pincharrata trató de acorralar a la T, y Facundo Sánchez, por su banda, resultaba lo más incisivo frente a un oponente ágil para lastimar por todo el frente.
La apertura del score derrumbó la estrategia conservadora de Benítez. Que enseguida mandó a la cancha a Retegui y a la Gata por Pavone e Iván Gómez; el Tanque, aun flojito, debía seguir adentro por cómo venía la mano. Y al rato, con Albertengo por Erquiaga, quemó las naves de una travesía sin salida.
En el último cuarto de hora, a los ponchazos, con Schunke de 9, con la Gata en un grado de imprecisiones propias del ocaso, y con la visita errando goles debajo del arco, fue corriendo el telón de una etapa negativa en los números cuyo acentuado declive ulterior opacó aquel entusiasmo embrionario por el timón a cargo de alguien "de la casa".
Al momento de buscar culpables, la gerencia futbolística del club, con Alayes a la cabeza, no tiene por qué escapar de la guillotina. Tampoco la deficiente preparación atlética, expresada en la seguidilla de lesiones musculares. Las pésimas contrataciones, y la extensión de contratos por amiguismo completan un combo inapropiado para las severas exigencias del deporte profesional.
Estudiantes de La Plata tocó fondo. Y la calculadora que se enciende cuesta abajo en la rodada empezará a preocupar seriamente si Verón no advierte la magnitud de la encrucijada.
Salutti
Andújar: 5
Sánchez: 6
Schunke: 5
Jara: 5
Díaz: 3
Erquiaga: 5
Castro: 5
Braña: 3
Iván Gómez: 5
Kalinski: 4
Pavone: 4
La Gata: 3
Retegui: 3
Albertengo: 3