Análisis por Marble Arch
Canchita por Maraja
En la siempre infartante serie de penales, Estudiantes de La Plata eliminó a Boca gracias al travesaño y afuera de Merentiel, y sobremanera por las certezas de Matías Mansilla para atajarle a Cavani en el arranque del mata-mata y posteriormente el cuarto a Figal, mientras que tras el fallido disparo de Cetré, Mancuso y Carrillo le dejaban la chance del passing a Méndez, que la colocó con pasmosa tranquilidad para desatar la locura en la cabecera rojiblanca.
Del partido, un corner de Zuqui para el cabezazo de Carrillo a las manos dubitativas de Romero parecía ilusionar, pero fue sólo una sensación porque el dominio bostero sería abrumador hasta el descanso, con un mediocampo intrascendente en Sosa, Zuqui y Enzo Pérez, individualista en las pérdidas de Palacios y condicionado por la tempranera amarilla de Ascacíbar. La soledad de Carrillo para atorar le consumía valiosas energías, y ni Mancuso ni Benedetti aportaban soluciones por las rayas.
El tren Advíncula se hacía un festín por la derecha, Blanco ídem por la otra banda, el dúo Pol-Equi Fernández se adueñaba absolutamente del eje, y las pinceladas inteligentes de Zenón iban generando chances. Salvó Llollo en la línea luego de un manotazo a medias de Mansilla, éste rechazó un tiro libre venenoso de Zenón, y en una pelota llovida, el doble mal cálculo de Mansilla y Zaid le permiten a Merentiel tocarla al arco vacío, pero el palo la devuelve y Llollo se viste de héroe al bloquear a Cavani en el rebote al borde del área chica.
En la apertura, Zenón para Advíncula a espaldas de Benedetti, centro preciso del peruano, y gran movimiento de Merentiel corriendo hacia el espacio vacío mientras la zaga pincharrata miraba; el uruguayo la puso a contrapié, de aire y de primera contra el poste izquierdo de Mansilla, y a cobrar, para ponerle moño a una etapa donde un equipo jugaba una Semifinal, y su rival no sintonizaba la envergadura del compromiso.
En el complemento, una mejor predisposición del León a la visual. Sin embargo, Sosa seguía erradísimo en su peor actuación, por lejos, desde el regreso, y el Tetra no progresaba en el terreno, mientras los xeneizes la entretenían para amenazar de contra. Y contaban con la indulgencia del árbitro para cometer infracciones evidentes que no eran penadas, con Cavani de abanderado.
Hasta que a los 61’, Cetré reemplaza al crack de Carcarañá, Eric Meza al dubitativo Benedetti, y Colombia les cambia las caripelas a sus compañeros, agarrando la lanza, encarando, generando infracciones, haciendo amonestar a Pol Fernández y encendiendo la ilusión pues contagió confianza. Creció Enzo Pérez, Mancuso se ubicó de volante para acertar en cada intervención, se soltó Palacios, y en una combinación por la punta derecha el ex City Torque habilita a Meza para un envío rebotado que le cae nuevamente al lateral, su segundo ollazo va colocado a la testa de Palacios, el botín de Lema encuentra la cara del uruguayo en la disputa del balón y la pena máxima es inobjetable. Segundo cartón amarillo para el ex Lanús, que deja a los suyos con diez. Y bombazo furibundo de Cetré para agujerearle el arco a Romero y empatar desde los doce pasos a los 76'.
Ahí nomás ingresa Correa en lugar de Zuqui, Domínguez para la sustitución de Piatti por Palacios, y en esos quince finales contabilizando el descuento se observó a un Boca shockeado por la reacción estudiantil, refugiado en su retaguardia, y con pinta de estar para el cachetazo. Voló Romero para desviarle un frentazo a Guido que iba adentro después de un gran desborde de Cetré, y un tanto apurado, Correa definió de cachetada un hermoso fulbazo de Llollo, quien prácticamente lo borró del terreno a Cavani.
Terminó altivo el único León benigno del país, su hinchada alentaba, La Doce asemejaba una postal, en el revoleo de la moneda el traidor elige patear y el internacional Cavani, al pifiar, despliega un manto helado desde la Quiaca hasta la Antártida. Marra trascartón Cetré. Mete Mancuso, Merentiel revienta el horizontal, Carrillo y Zenón comparten el gol con algo de susto, Mansilla adivina a Figal y el discutido Méndez, que a los 94' reemplazaba a Palacios con el objetivo de integrar la grilla, le baja las cortinas a la noche cordobesa.
Antes, otro operativo nefasto contra los micros platenses, extensas demoras en la ruta y una privación de la libertad con mucho de ilegítimo, moneda corriente en esa provincia cuyos policías deben ser chilenos o brasucas. El sacrificio para estar en el Mario Alberto Kempes. Los mangazos de alma para costear el viaje. La angustia por lo vivido en aquellos 45' para el olvido. La actitud para dar la cara cuando era plata o mierda. El milagro de la resurrección. Y Estudiantes está otra vez posado en una Final.
La aún más distante Santiago del Estero nos espera el domingo venidero para el match cumbre con Vélez Sarfield. Y allá irá la banda que nunca deja a pata a los jugadores, lista a copar el Madre de Ciudades, alborotar la siesta provinciana, y pintar de rojo y blanco el Puente Carretero.
Salutti
Mansilla: 8
Mancuso: 6
Llollo: 8
Zaid Romero: 6
Benedetti: 3
Zuqui: 5
Ascacíbar: 5
Enzo Pérez: 5
Sosa: 3
Palacios: 6
Carrillo: 7
Cetré: 9
Meza: 7
Correa: 6