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13 de diciembre, la ciudad está en orden

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


La duodécima estrella de Estudiantes de La Plata, anoche en el estadio granate, tuvo de nuevo fecha 13 de diciembre, como aquel 2006 en el Amalfitani, cuando la seguridad de Andújar y la clase distintiva de José Ernesto Sosa apuntalaban al cerebro de Juan Sebastián Verón.

Ahora, en la despedida de Mariano y de Boselli, en una Final de Copa Argentina, el León debió sortear a Defensa y Justicia, dignísimo y severo rival que lo complicó sobremanera en la primera parte. Porque Uvita Fernández pivoteaba lejos, la cueva no encontraba referencia, Togni y Solari punzaban abiertos, y de entrada nomás, en su afán de rechazar un centro, Zaid Romero estrelló la pelota en el travesaño de Andújar.

La virtual ausencia de Rollheiser, errores del Corcho en la salida y un marcado desorden defensivo potenciaban al cuadro de Varela, peligroso para llegar a espaldas de Mancuso, donde el uruguayo Santa'anna, por la franja derecha, generaba escalofríos. En la más clara, pisa libre la raya de fondo, sirve el pase atrás y Zaid salva defectuosamente al córner un balón que no entra de casualidad.

Estudiantes respondía con un pelotazo largo choreado por las ganas de Zapiola, quien madruga apenas a Bologna, éste manotea, Franquito toma el rebote sin ángulo, lo ve a Carrillo, amaga con el cuerpo y de media vuelta trata de meterla paralela a la línea, pero se le va alta, en excelente idea mal definida. En otra, corajeada de Caruso para ese derechazo atorado por Bologna. Y la categoría habitual de Sosa no encontraba interlocutores, ni tampoco se aprovechaba el lateral de Godoy.

En el entretiempo, Domínguez acomodó algunas tuercas, e ingresó Piatti por el tocado Zapiola. Y a los 54', Sosa la para de pecho como nueve retrasado, rodeado de hombres clarifica para la trepada de Godoy, autopase de Leo, le queda un poco larga, va al piso para centrear raspando, Piatti no conecta, y Carrillo está en el lugar natural del centrodelantero para anticipar a todos, mandar el esférico a la red y desatar la euforia en los casi 30.000 pincharratas presentes.

Ahí mismo, el Tetra se supo campeón. Fue un cimbronazo actitudinal, a sabiendas que era un partido chivo, de detalles, y con momentos de buen fútbol se aferraría al resultado.

Piatti desperdició el segundo luego de otro envío de Godoy, también Rollheiser al tirar una masita después de una linda jugada grupal, y el Halcón asustó con un zurdazo colocado de Solari, apenas ancho contra el caño derecho.

Creció mucho Zuqui hasta provocar la expulsión de Soto por doble amarilla, se asentó el Corcho, y a la ventana de los '72, con Boselli y el faltón Ascacíbar por Carrillo y Rollheiser, se le sumó a los '79 la variante de Fede Fernández por Sosa para cerrar las persianas y el ratito de Benedetti, no obstante la infantil roja de Piatti en el descuento.

El epílogo, prácticamente sin sustos, encontró a Andújar muy sólido para atenazar los ollazos. Al equipo convencido de abrazar el campeonato. Al recuerdo de Alejandro Sabella y del Narigón en los cantos de la hinchada, a la copa acariciada por el capitán en el momento cumbre de la premiación, a abuelos abrazados con sus hijos y con sus nietos en la construcción mítica del legado generacional, a miles y miles de ojos cubiertos de lágrimas, a la caravana albirroja celebrando nuevamente la vida en el apoteótico regreso a La Plata, al plantel y al cuerpo técnico saludando desde el balcón municipal a una Plaza Moreno atestada.

El 13 de diciembre de 2023 pasó así a integrar la galería de las cosas más lindas, esa que guarda para siempre "todos los momentos que viví, todas las canchas donde te seguí...". El broche de oro para un grupo que supo sobreponerse a la pesadilla llamada Abel Balbo, a aquella injusta eliminación de la Sudamericana, al bajón posterior, y al cabo de 60 presentaciones en la temporada recibió la merecida caricia del destino.
Salutti
Andújar: 8
Godoy: 9
Zaid Romero: 5
Santi Núñez: 6
Mancuso: 6
Zuqui: 7
Corcho: 5
Sosa: 7
Rollheiser: 4
Zapiola: 5
Carrillo: 7
Piatti: 4
Ascacíbar: 5
Boselli: 5

Tibio empate en noche emotiva

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


La espectacular despedida de UNO de Mariano Andújar y Mauro Boselli, estruendosa, multicolor y plena de lágrimas tras igualar 1 a 1 ante el bravo Lanús del “Ruso” Zielinski, merecía seguramente el espaldarazo de un triunfo para la velada perfecta.

Pero el León, tras buen primer tiempo, se derrumbó en el complemento, donde la actitud granate desnudó un pronunciado bajón general. Y deberá ganar el acceso a la próxima Libertadores frente al Halcón de Florencio Varela.

De entrada se lo perdió el “Pepo” Medina luego de gran pared, y hubo un sablazo de Loayza devuelto por el palo derecho estudiantil. Sin embargo, alrededor de Sosa y Rollheiser, bien acompañados por Zuqui, empezó a inclinar la cancha y a merodear la valla visitante con peligro. Boselli se lo comió pisando el área chica, habilitado por Méndez después de una patinada de González aprovechada contra la raya de fondo por el uruguayo. Hubo un zurdazo ancho de Rollheiser. Hasta que una gran cortada de Benjamín lo deja solito a Godoy, y éste asiste a Boselli para empujarla al arco vacío e irse a codear con la puerta de ingreso a la historia grande de la institución. Un goleador de puta madre, quemando sus últimos cartuchos con entereza aunque el timming ya no sea el mismo.

Y cuando nada hacía preeverlo, un tiro libre recto al arco efectuado en forma de centro encuentra el anticipo de Torres a la tibia marca aérea de Sosa, y su cabezazo se mete bajo al lado del segundo caño pese a la estirada de Andújar. Antes del descanso, Acosta le sacó el 2 a 1 a Núñez.


El Grana, sin el desequilibrante De la Vega por un tirón en el posterior desde los 27’, salió a jugar la segunda etapa como si fuera la final de la Copa del Mundo, en reflejo de un claro tirón de orejas en el vestuario. Entonces empezó a ganar todas las segundas pelotas, a llegar tocando, a anticipar siempre, y ya a los 55’ el Barba Domínguez avizoró el vendaval al cambiar a Méndez por Fede Fernández. No obstante, Rollheiser, Sosa y el Corcho no daban pie con bola, en una extraña sucesión errática, Zaid y Núñez regalaban balones de salida, el equipo estaba dormido, sin reacción ni energías, y apenas el empuje de Godoy por su lateral parecía indicar un camino inadvertido por sus compañeros.

San Lorenzo se imponía por 2 a 0 en el Nuevo Gasómetro, a sabiendas entraron Zapiola y Atum por Eros Mancuso y Rollheiser a los 75’, y en la única situación pincharrata, el chico Atum conectó de primera un envío rasante de Franquito para el lucimiento de Acosta, quien la mandó al corner con esfuerzo. Sería la mejor chance del Tetra, que pudo perderlo en el cierre con un par de situaciones del huésped. La variante de Piatti por Zuqui, a los 86’, permitió ver a Pablito bastante faltón.

El estadio a oscuras, las ovaciones de la gente, la vuelta olímpica de Andújar y Boselli caminando junto a sus familiares, las cataratas de una gratitud que no tiene precio y el video emitido con todas las luces apagadas fueron la frutilla. Faltó el postre, quizás reservado para el choque aún sin fecha definida ante Defensa y Justicia por el oro de la Copa Argentina.
Salutti 
Andújar: 6
Godoy: 7
Núñez: 5
Zaid Romero: 4
Mancuso: 4
Zuqui: 6
Corcho: 5
Sosa: 5
Rollheiser: 5
Méndez: 5
Boselli: 6
Fede Fernández: 5
Atum: 6
Zapiola: 5

Pincha, Pincha de mi vida...

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja

Triunfazo en la lejana Córdoba para clasificar a la Final de la Copa Argentina, en partido electrizante y de marcador cambiante donde Estudiantes mostró algunos puntos individuales altísimos para darlo vuelta y ganarlo 3 a 2.

De entrada nomás, Zuqui abre para Godoy, centro exacto de Leo y Carrillo, a la carrera, lo fusila con un frentazo a Chiquito Romero. Se pierde el segundo Zapiola, por un enganche de más tras óptimo pase de Rollheiser, y a los 15’ los xeneizes se quedan con uno menos por un planchazo criminal de Saracchi a Zuqui.

Sin embargo, la Bosta iguala luego de un doble error de Zaid Romero, quien calcula mal un pique en un envío simple, pierde la posición ante Janson, se rehace, recupera la pelota, engancha muy largo hacia adentro y se la sirve mansita a Merentiel, que la ubica como viene contra el palo izquierdo de Andújar. Enseguida, bolón de Sosa cruzándolo de 40 metros y poniéndoselo como con la mano a Godoy, éste de pecho se lo baja a Rollheiser y el 10 le pega una masita de derecha desde buena posición.

Pero el León paga caro su segundo error cuando Barco busca contra la línea de fondo a Bullaude, el Corcho llega antes, se deja chorear la espalda y su rival cede para el doblete de la Bestia Merentiel, que le pega corto entre las piernas de Andújar y consagra una absoluta injusticia. Trascartón, Romero se estira para desviar el zurdazo bajo de Zapiola con destino de red. Y el camino al entretiempo sorprende con el 1-2 provocado por un par de errores imperdonables.

En el complemento, Boselli y Méndez por el golpeado Carrillo y Zapiola, en variantes claramente ofensivas de Domínguez. Y el Pincha lo empata al toque a la salida de un corner que Sosa puntea para Zuqui, éste lo ve libre por atrás a Rollheiser, lo asiste bárbaro, Benjamín no logra controlar y le queda justita para la media vuelta goleadora de Boselli en la raya del área chica.

Godoy iba e iba, Sosa dibujaba pinceladas siempre etéreas, Zuqui estaba en una noche bárbara, Rollheiser amagaba para desairar oponentes, el Corcho se asentaba, y es el 5 el encargado de asistir a Rollheiser por encima de la zaga, otro control imperfecto del 10, el buchoncito Rojo (la quiso ir de malo para llevarse las puteadas de su vida) trata de reventarla, rebota en un compañero, descoloca a Romero, y Boselli atropella a la par de Figal para entrar los dos con el esférico al arco al ladito del caño derecho.


Mancuso sustituyó a Benedetti, víctima de un foul de amarilla indultada por el árbitro, y por su banda, aprovechando la velocidad del ingresante Langoni, los bosteros empezaron a llegar con peligro, mientras por el sector opuesto, los centros venenosos de Barco exigían a la cueva. El lateral de la fe, no obstante, tuvo una chance notoria con ese derechazo manoteado en el ángulo izquierdo por Romero, tras recibir una cesión clasuda de Sosa.

Hasta el final, con Cristian Medina en el perdidoso, el Chino Piñeiro por Rollheiser en el Tetra más el refuerzo ulterior de Fede Fernández en lugar de Zuqui, el cuadro de la Ribera trató en vano de empardar. Hubo una impecable atajada de Andújar a mano cambiada en un tiro libre combado de Barco, y una monumental salvada de Santi Núñez pegadito al vertical.

Y en esos 15’ posteriores, la escuadra albirroja reiteró su materia pendiente de no saber defenderse con la pelota, fundamental sobremanera con un hombre de más. Varios revoleos sin ton ni son carecieron de sentido, mientras Sosa les pedía que jugaran.

Los cinco adicionados, con todos replegados, fueron de suspenso frente a la jerarquía y la vergüenza boquenses, ya con Benedetto también en cancha. Y después del pitazo, el carnaval se desató en la cabecera rojiblanca del Mario Alberto Kempes, la misma que en febrero de 1983 explotó ante Talleres con aquel inolvidable equipo del Narigón.

Párrafo del deshonor para la nefasta policía cordobesa, prima hermana de la brasileña. El grueso de la parcialidad estudiantil, producto de demoras alevosas provocadas adrede por la gorra durante el trayecto a La Docta, arribó al estadio con los 45’ iniciales a punto de culminar. AFA debería disponer al menos la devolución del importe de las entradas, porque lo sucedido no resiste ningún análisis. No hubo VAR, sí discriminación en un día de semana laboral para casi cuatro mil hinchas que hicieron 765 kilómetros.

Este jueves, Defensa y Justicia versus San Lorenzo para dictaminar el oponente de la Final, con su bonus de pasaje hacia la Libertadores aparte del trofeo. Sería un broche de oro para el grupo, repuesto de aquella indigna eliminación de la Sudamericana frente al Corinthians, y de una seguidilla impresionante de lesiones.

Godoy, el crack de Carcarañá y Zuqui rayaron a gran altura en una de esas victorias para recordar por mucho tiempo.
Salutti
Andújar: 7
Godoy: 9
Santi Núñez: 6
Zaid Romero: 5
Benedetti: 5
Zuqui: 9
Corcho: 6
Sosa: 9
Rollheiser: 7
Zapiola: 5
Carrillo: 7
Boselli: 7
Méndez: 4
Mancuso: 5

Lo ganó con el envión

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja 


Con muy bien primer tiempo e innecesario sufrimiento en el final, el Pincha se trajo los 3 puntos en su visita al Madre de Ciudades.

Bajo un clima muy caluroso, el León tuvo la encendida manija de Rollheiser, de nuevo felizmente muy positivo; la madurez conceptual del Corcho; el trajín inteligente de Zuqui; las pinceladas clasudas de Atum; la fe de Carrillo, un titán en el pivoteo; la prodigalidad de sus laterales; y a un Zapiola importante posicionalmente, aunque durante todo el partido se mostró apresurado.

El local se aproximó dos veces en esa etapa, ambas por cabezazos de Cantó al ganarle de arriba a Zaid Romero. Y el León, por los apuros de Zapiola al desperdiciar pelotas a fondo tejidas con pulcritud por el mediocampo, recién marcó a los 35’: gran pase largo de Rollheiser para Godoy, quien llega al fondo, levanta la vista y se la sirve a Atum, cuyo disparo rebota en un zaguero y se va como hacia el corner, pero Rollheiser, que seguía la jugada desde el vamos, rescata el balón del otro lado y lo ubica pinchadito para Carrillo, contundente para elevarse entre tres defensores y vulnerar con un frentazo a Mansilla.

Inexplicablemente, en el complemento salió Atum e ingresó Ezequiel Muñoz para armar una línea de cinco. Esa variante, sumada a la entrada del “Pulga” Rodríguez en el local, agrandó al Ferroviario, pues Estudiantes perdió tenencia en el eje. A los 63’, el chico Fabricio Amato hizo su debut, en lugar del lastimado Santi Núñez. Y otro duelo aéreo perdido por Zaid Romero casi se convierte en empate con el testazo de Rangel.


Sin embargo, con el correr de los minutos y hasta los 75’, cuando Mauro Méndez y el inédito Nehuén Benedetti sustituyeron a Carrillo y Rollheiser, el Tetra gozó de contraataques claritos, iniciados por el Corcho y comandados por Zuqui o Rollheiser –injusta y prematuramente amonestado-.

En su mejor acierto de la noche, Zapiola lo dejó solo a Méndez, su disparo pegó en el pecho del arquero, Godoy capturó el rebote, se lo puso delante de los ojos al uruguayo y éste no supo definir; si se agachaba, el pibe Benedetti la empujaba detrás suyo. Trascartón, desborde de Méndez, preciso pase a rastrón para Zapiola y Franquito, a la carrera, la tiró a la tribuna.

Ezequiel Muñoz sacaba todo en la cueva, pero en el cierre, un rebote fortuito en su botín le cayó servido a Jourdan, que no empató por milímetros al darle de volea a centímetros del caño derecho de Andújar. Hubiese sido decepcionante, por la notoria superioridad estudiantil de aquellos 45’ inaugurales, y en el global una paridad hubiera significado demasiado premio, sin duda alguna, para el dueño de casa.

Párrafo aparte para Espinoza, responsable de un arbitraje desastroso para amonestar a jugadores albirrojos por foules leves y perdonar con amarilla un patadón criminal al tobillo de Amato. Un impresentable.

Al cabo, una victoria con oficio para potenciar el sprint, chiquita en el tanteador y algo más en la impresión. Los sustos de último momento se evitaban defendiéndose con el esférico, aspecto donde los ausentes Sosa y Ascacíbar se sintieron bastante.
Salutti
Andújar: 5
Godoy: 8
Zaid Romero: 4½
Núñez: 6
Benedetti: 7
Zuqui: 7½
Corcho: 8
Atum: 6
Rollheiser: 8½
Carrillo: 8
Zapiola: 5
Muñoz: 7
Amato: 6
Méndez: 5
Nehuén Benedetti: 5

Volvió una noche

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


En actuación añorada por los hinchas e imprescindible de cara al decisivo resto de la temporada, Estudiantes superó de manera inobjetable al bravo Defensa y Justicia, rival siempre ordenado, punzante, directo y habituado a ocupar los espacios con sumo criterio.

Frente a un oponente de esa talla, el León sufrió un par de pelotazos largos a espaldas de los centrales, falencia subsanada en el complemento: en una salvó Godoy, tras la duda existencial de Andújar entre salir o quedarse, en la otra el disparo de Solari rozó el poste. Pero el Pincha, con circulación, actitud, vocación ofensiva y varias performances de “primo cartello”, empezó a crear una situación tras otra de la mano de Rollheiser, Sosa, Zuqui y Zapiola. Con un Carrillo brillante para mostrar su personalidad y ganar la mayoría de los envíos aéreos. Con un Corcho inteligentísimo para alternar juego elegante con marca. Con Godoy y Benedetti yendo por las bandas una y otra vez.

Lo tenía Rollheiser luego de una pinchadita de Sosa mal despejada por un defensor, aunque su disparo de derecha no perturbó al arquero visitante. Lo tuvo Zapiola, con un sablazo rechazado con esfuerzo por Fiermarín Forlán. Y en la apertura, el out-ball de Godoy es un centro a la cabeza de Carrillo, Guido se la baja con el peine a Zapiola y Franquito, como viene, la clava fuerte contra el caño derecho en gol de laboratorio.


Trascartón, Guido atora a Cardona, se la roba, deriva en Zuqui, éste lo ve a Rollheiser, Fiermarín repele al 10, le cae a Zuqui y su derechazo es rechazado por Soto cerca en la línea. Aquel cabezazo del Corcho en el travesaño después de un preciso tiro libre bombeado de Zuqui cerró una primera mitad donde la elegancia y verticalidad de Sosa fueron importantes a pesar de haber recibido dos murras impiadosas; en la segunda cayó mal, se lastimó el hombro y en el entretiempo quedó en el vestuario. Por el crack de Carcarañá ingresó el “Chiño” Piñeiro, que corrió, cortó, pisó el área de enfrente y redondearía auspicioso rendimiento.

Rollheiser –se lo vio físicamente afilado- continuó haciendo la que debe hacer el 10; es decir, limpiar acciones con gambetas positivas, asistir, tirar paredes, mostrarse libre, pedirla, crear, y así levantó muchísimo su nivel. Concepto extensivo a la sorpresiva resurrección de Zuqui, a quien Fiermarín le desvió un bombazo de sobrepique tras el enésimo pivoteo de Carrillo; en su revancha, el bochazo de Santi Núñez lo busca a Guido, éste engancha, con un rodeo desaira dos marcas y se la da mansita a Fernando, que define de primera, captura el rebote en el arquero, driblea, amaga tirarla a un palo y la ubica suave en el otro, en filme de potrero. Su festejo, contra el banderín del corner, sintetizó acaso la reivindicación del equipo.

El descuento del Halcón, decretado de penal por Cardona, trajo implícita la indulgencia del árbitro a Santi Núñez, porque estaba amonestado y su mano ameritaba la amarilla hacia las duchas. No obstante, el Tetra se replegó con solidez y de contragolpe pudo haber aumentado las cifras.

La ovación para Boselli en el doble cambio Mauro/Atum por Carrillo/Rollheiser, a los 40’, estremeció los cimientos de Uno; y premió también a Carrillo, figura desequilibrante de la velada. Con tiempo cumplido, Manyoma sustituyó a Zapiola, Ezequiel Muñoz al Corcho, y los minutos fueron corriendo ante un digno y respetable adversario que jamás dejó de intentar.

Quedan Central Córdoba y Lanús, entre ellos la Semifinal de la Copa Argentina frente a Boca el viernes 17 en Córdoba, y por lo visto anoche, con pasajes de alto vuelo, con un espíritu y una frescura que parecían olvidados, soñar vuelve a ser posible.
Salutti
Andújar: 5
Godoy: 7
Zaid Romero: 6
Núñez: 5
Benedetti: 6
Zuqui: 8
Corcho: 7
Sosa: 7
Rollheiser: 8½
Zapiola: 7
Carrillo: 9
Piñeiro: 6

Es lo que hay

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja

Un tibio empate 0 a 0 contra el alternativo bostero se trajo el León de la atestada Bombonera. Pero el planteo de tres centrales y un solo delantero no permitía albergar demasiadas ilusiones.

Andújar erró el cálculo en un ollazo y se reivindicó en la misma acción para desviar contra el palo un sablazo que se metía. Zaid, Núñez y Muñoz, con falencias marcadas en algunas salidas, se fueron asentando con el correr de los minutos. Godoy cumplió por su banda, Mancuso tuvo problemas por la otra con el tozudo Briasco, a Corcho en el medio se lo notó muy lejos de su mejor forma física, lo de Zuqui en la primera etapa fue más de los mismo desde hace un siglo, Méndez arriba agregó torpeza s su soledad, y Benjamín Rollheiser con un volumen mayor de malas decisiones al ya acostumbrado se encargó de destruir todo lo edificado por la clase e inteligencia de José Ernesto Sosa.

La Bosta, comandada por Vicente Taborda –lo busca el Pincha…-, trató de adquirir protagonismo, pero sintió las ausencias de sus hombres titulares. Y en el complemento, luego de un tiro libre de Taborda que besó el poste derecho de Andújar, los tres cambios locales –Barco, Pulpo González y Langoni por Saralegui, Campuzano y Briasco- pesaron menos que la variante de Carrillo por Méndez, porque Guido, en menos de media hora, hizo más que el uruguayo en los últimos tres partidos, ganando de pivot, peinando pelotas altas y armando una apilada por la derecha que se terminó desencontrando con Godoy. Levantó Zuqui, poniendo un centro para Muñoz cuyo cabezazo fue a las manos de Javier García después de pegar en la nuca de un rival, y tirándole una cortada de revés a Mancuso que el lateral desaprovechó. Los xeneizes marcaron un gol anulado a Janson, frenteándola limpito entre los cueveros del Tetra, aunque al efectuar el centro, Saracchi volvía del offside y el línea no dudó.


Y en la más clara, gran pase del crack de Carcaraña para Godoy, centro atrás, entrada franca de Benedetti –sustituía a Mancuso-, su zurdazo revienta el cuerpo de Bruno Valdez y en el rebote la manda a la tribuna. Ya Piñeiro había reemplazado al lastimado Corcho –Barco le dio un saque sin pelota insólitamente penado con tarjeta amarilla-, y Atum al intrascendente Rollheiser, una máquina de frustrar jugadas.

¿Sirve el punto? Bajo la letanía de “peor es perder”, por supuesto. Sin embargo, la anemia ofensiva no es ajena a un presente tan lleno de interrogantes, y a esta altura la titularidad de Rollheiser parece bastante cuestionable. El ratito productivo de Carrillo y la distintiva categoría de Sosa no extenda de esfuerzo para la recuperación resultaron lo más positivo de una velada amarreta e inofensiva.
Salutti
Andújar: 6
Godoy: 6
Núñez: 5
Zaid Romero: 6
Muñoz: 6
Mancuso: 5
Zuqui: 5
Corcho: 4
Sosa: 8
Rollheiser: 2
Méndez: 3
Carrillo: 7

Ganó y no mucho más

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Otra floja tarea de Estudiantes, esta nochecita ante el ahorcado y frágil Sarmiento en el resbaladizo campo de UNO. Bajo la lluvia, el 2 a 1 le permitió dibujar una tenue sonrisa y aflojar tensiones en el plano deportivo rumbo a la Sudamericana de 2024, pero la producción rayó la mediocridad.

Mucha tenencia en el primer tiempo, aunque las chances brillaban por su ausencia pues a Boselli lo anticipaban siempre, Benedetti sumaba una nueva actuación preocupante, Zuqui mostraba sus enredos característicos y sólo Sosa trataba de aportar claridad, en casos triangulando con el Corcho y Rollheiser, en otras buscando las escaladas de Leo Godoy, mientras el Rusito Ascacíbar no tenía tanto trabajo por la debilidad del rival. Que arriba encontraba a un férreo Zaid Romero, acompañado por Santi Núñez para aventar sus envíos aéreos.

La más clara de Sarmiento fue un tiro de esquina que se le escapa a Andújar, quien zafa por la complicidad del árbitro al cobrar un foul inexistente. Y la apertura del León se produce a los 43' en un rápido contraataque iniciado por Sosa, continuado por Rollheiser y extendido en el momento justo para Leo Godoy, que entra franco, en parte es barrido por Bettini, en parte se tira, Luis Lobo compra para marcar los doce pasos y Boselli canjea por gol. Sin embargo, le pega al esférico y al correr para el festejo se toma su posterior izquierdo, en notoria señal de enésimo problema muscular.


En el arranque del complemento, un Carrillo muy alejado de su mejor forma física suplanta a Mauro, y Mancuso al desdibujado Benedetti. No obstante, el quedo albirrojo es notorio, la visita se anima a tomar la invitación, y lo empata a los 52’ en réplica rápida generada por una pérdida de Rollheiser, el pelotazo cruzado cae en el área entre Núñez y Godoy, Andújar amaga a salir, se queda, resbala, y Kaprof le cabecea por arriba al lado del poste.

Entonces, con algunos rumores en el estadio, Zapiola ingresa por Zuqui para abrir la banda zurda. Y por allí con Mancuso, por el lateral de enfrente con Godoy, sin brillo y con esfuerzo, el Pincha lo empieza a desequilibrar. Devecchi le saca el segundo al frentazo de Zuqui, luego de un perfecto centro de Mancuso habilitado por Sosa. Hay varios merodeos con sensación de peligro. Y a los 71’, corner de Sosa con tremenda rosca y precisión para que Zaid Romero, atropellando por atrás de todos, la clave de pique a la raya y se vaya a gritarlo a los carteles.

La innegable inercia de la falta de confianza, una disposición atlética por lo general inferior a la de cualquier equipo oponente y la imperiosa necesidad de triunfo facilitaron demasiadas imprecisiones, y el Tetra no supo administrar la pelota hacia el final. Empero, una linda combinación de Zapiola con Mancuso dejó cara a cara con el arquero al marcador, que la quiso picar y se la dio a las manos.

La variante de Ezequiel Muñoz por Ascacíbar, a los 81’, sintetizó el temor de Domínguez a padecer en el epílogo una cortina de murmullos. Y el chico Piñeiro reemplazó en el descuento al Corcho, quien pidió el cambio.

Así, sin estridencias, manteca al techo ni luces artificiales, el público festejó el reencuentro con el éxito en el plano doméstico. Sobre los triunfos se construye, reza un refrán futbolero, y ojalá la elocuente tibieza de este lunes haya servido al menos como punto de inflexión.
Salutti
Andújar: 4
Godoy: 6
Zaid Romero: 7
Núñez: 6
Benedetti: 3
Zuqui: 4
Corcho: 5
Ascacíbar: 5
Sosa: 6
Rollheiser: 5
Boselli: 5
Carrillo: 4
Mancuso 5
Zapiola: 6

De nada, Palermo

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Casi despidiéndose de cualquier opción en la Liga, el Pincha le regaló los 3 puntos al ordenado Platense en su visita a Vicente López, gracias a un planteo equivocado de Domínguez y a horrores individuales imperdonables para jugadores profesionales.

Quince iniciales de bodrios y errores repartidos, con Ascacíbar raspando cada centímetro del terreno, Rollheiser en un cumpleaños, Manyoma en otro y el resto mirando, mientras Muñoz se triplicaba abajo para disimular no sólo sus limitaciones físicas, sino también el paupérrimo atardecer de Núñez.

La apertura local, llega a los 18' tras un lujo inocuo de Manyoma, la pérdida consecuente, un bochazo largo que Núñez debe controlar, pero pifia en el cálculo, se patina, y el enrulado Ronaldo Martínez escapa para colocarla a rastrón contra el palo izquierdo de Andújar.

Después, Rollheiser se despierta de su siesta, asiste a Godoy y el derechazo de Leo estremece la parte externa de la red. Al rato, Manyoma gana un balón perdido, levanta la cabeza, se lo cede a Rollheiser y éste, desde posición inmejorable, tira una masita a las manos del arquero. Trascartón, combinación entre Godoy y Rollheiser, deriva en Méndez, buen enganche del uruguayo, lo ve a Manyoma, le da la pelota mansita y el moreno, atolondrado, la tira a la tribuna. En tanto, las falencias de Núnez continuaban para exigir el resto de Muñoz, el Corcho hacía una de cal y una de arena, Ascacíbar seguía comiéndose la cancha, Benedetti mostraba su falta de fe y Boselli su ídem de timming para terminar pasando prácticamente desapercibido.

En el complemento, Sosa por Manyoma, Zaid por Núñez, y el crack le cambia la cara al equipo. No obstante, de entrada, dos yerros llamativos del Corcho y Ascacíbar en salidas del fondo obligan a sendas elogiables atajadas de Andújar.


Pero Estudiantes, de la mano de su número 7, empieza a jugar, a crear situaciones y a merecer el empate. Lo tuvo Ascacíbar, habilitado de cachetada por Sosa. También éste, en tiro libre apenitas ancho del ángulo. Y en un avance por la izquierda, José Ernesto lo ve a Benedetti, el único centro positivo del lateral llega pasado y el fullback Infante lo manotea en el aire como un niño escolar, para provocar el penal indiscutible que Boselli, con categoría, cambia por gol.

Discoteca por el golpeado Méndez, con Atum y Zapiola en el banco, significó una sustitución incomprensible. Pierde el segundo el Rusito luego de un soberbio pase del Corcho. Asimismo Discoteca, después de una cesión de Sosa. Hay un cabezazo de Boselli controlado por el guardameta Macagno tras un envío de Godoy. Y cuando el partido moría, y ya había avisado el ingresado Pellegrino al pifiar el puntazo debajo del arco, le comen la espalda a Benedetti, Zaid no alcanza a cerrar, el bombazo del sustituto Maximiliano Zalazar va al cuerpo de Andújar, éste se inclina sin razón alguna, el esférico infla las mallas para decretar el 2 a 1 calamar y Mariano levanta al instante una mano, autoculpándose de la conquista. Acaso, la postal de su inminente retiro.

En el suspiro ulterior, el Rusito se la baja de pecho a Rollheiser, y el zurdazo del intermitente Benjamín le saca astillas al travesaño para ponerle el moño a una injusta derrota. Provocada por una primera mitad infantilicia, en un experimento del Barbeta que mostró, además de Manyoma en el camino de Deosa, la falta de recambios confiables para no echarle todo el fardo a la clase de Sosa.
Salutti
Andújar: 4½
Godoy: 6
Nuñez: 2
Muñoz: 6½
Benedetti: 4
Rollheiser: 5
Corcho: 6
Ascacíbar: 8
Manyoma: 4
Méndez: 5½
Boselli: 5
Sosa: 7
Zaid Romero: 6
Discoteca Godoy: 5

A semifinales de la mano de Sosa

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Con un José Ernesto Sosa determinante, y con varias actuaciones elevadas, el Pincha derrotó 2-0 a Huracán en el Parque de la Independencia, y su gente, que copó la tribuna visitante, festejó el regreso al triunfo, ante un rival nada sencillo.

Mejor el León de movida, aunque el cabezazo de Pussetto devuelto por el palo y manoteado sobre la línea por Andújar marcó un gran susto tempranero.

Pero apoyado por su hinchada -en la entrada en calor fue aplaudida por la totalidad de los jugadores, en gesto elocuente-, empezó a triangular con un Corcho muy lúcido, un Rollheiser voluntarioso, un Ascacíbar mordedor y un Sosa sutil, para armar juego, abrir por las bandas y empezar a lastimar. Abajo, a despecho de sus problemas físicos, Muñoz lo borró a Cóccaro, Santi Núñez la ofició de férreo complemento, y sólo Zapiola parecía desentonar, como acusando el mal de ausencia.

La apertura deviene tras un corner venenoso de Sosa al corazón del área, la pelota queda enredada, atropella Muñoz, le pega creo que de punta, da en el travesaño y Souto se lleva puesto el rebote, justo debajo del horizontal, para mandarlo a la red.


Al rato, Sosa le dice "tomá, hacelo" a Zapiola, el pibe se abatata y su remate en mano a mano pega en el arquero del Globo. Trascartón, gran pelota de Sosa para Godoy, centro de Leo, Méndez la cabecea pasado y Ascacíbar la frentea de pique al piso al ladito del caño para irse a gritarlo a la tribuna.

En el complemento, a Estudiantes le faltó un delantero que la aguantara, la durmiera, recibiera infracciones y permitiera descansar al equipo. Porque Méndez buscó siempre, pero no tiene velocidad ni técnica para esa función, y el Tetra no pudo defenderse lo suficiente con el balón. Sí cuando lo administró Sosa, lujoso e inteligente, además de sacrificado para correr y recuperar.

El reemplazo de Zapiola por Zaid Romero reforzó la zaga, pues el reprisante central cumplió largamente en esos 20' ulteriores de resguardo. Zuqui entró por Rollheiser, sin levantar su nivel; Nico Fernández por el agotado Mancuso para raspar por el lateral izquierdo; y el chico Atum por el crack de Carcarañá para ensayar gambetas necesarias plagadas de porvenir.

Los de Patricios extrañaron el doble cinco chileno, afectado a la fecha FIFA. No obstante, pudieron descontar con un tiro rasante y un testazo alto, ambos mirados por Andújar, quien en algunos ollazos se animó a salir a cortar y acertó.

Al final, una fiesta en la cabecera visitante. Nos desencontramos con el Inki para la foto de rigor, también con Edgardo, pero la alegría era inmensa y la noche rosarina tentadora. Hablé con un gran amigo de la Quema, presente en la bandeja de enfrente: "nos ganaron bien, lo jugaron como si fuera una Final". Y sí, el cambio de actitud resultó elocuente.
Salutti
Andújar: 7
Godoy: 7
Muñoz: 8
Santi Núñez: 7
Mancuso: 6
Sosa: 9
Corcho: 8
Ascacíbar: 8
Rollheiser: 6,5
Méndez: 6
Zapiola: 5
Zaid Romero: 7
Zuqui: 4

¿Y ahora, Domínguez?

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


De entrada, el Pincha salió a llevarse por delante a Godoy Cruz, con mucha actitud y pressing, pero ese fervor se tradujo rápidamente en imprecisiones variadas, y en el cuerpo a cuerpo la visita mostrába mucha fortaleza física. El anticipo de una nueva velada para el olvido.

Sólo Sosa trataba de armar juego con inteligencia, ante los yerros continuos de Rollheiser, y el Corcho averiado desde temprano sería reemplazado a la media hora por Manyoma.

Silbaron a Sosa por un pase a Andújar desde tres cuarto de cancha –se trenzó con un plateísta-, pero en la siguiente le mete una clarita a Godoy, su centro es cabeceado por Boselli y el Ruso Rodríguez se esfuerza para desviarla. Enseguida, Sosa para Rollheiser, éste para Godoy, Leo llega al fondo, se enreda, y la réplica significa la apertura para el Tomba. Porque su jugador más lúcido y figura excluyente de la noche, López Muñoz, dibuja un cambio de frente bárbaro para Tadeo Allende, el goleador la para de pecho, engancha ante el cierre de Nico Fernández, Benedetti no llega a cerrar y la coloca con clase al segundo palo de Andújar.

El desconcierto, sobre un terreno incómodo en el que los jugadores resbalan continuamente y se lastiman, pareció inundar la atmósfera de UNO. Sin embargo, otra excelente cesión de Sosa, enviando el balón por encima de la defensa, lo deja a Godoy cara a cara con Rodríguez, quien rechaza con los pies el remate bajo del lateral.


Al cierre de la primera mitad, una chamboneada de Andújar, reventando un pelotazo que pega en un rival y no se le mete de casualidad, clarifica el grado de nerviosismo imperante. El de un equipo que no encuentra la brújula, pues se apura cuando se amerita la pausa, desacelera al precisar velocidad, no tiene peso específico en el ataque ni hombres picantes que desnivelen al encarar mano a mano, y apuesta demasiado a escalar por las bandas, en esquema harto conocido por sus adversarios. Godoy, en esos 45’, fue la mejor arma ofensiva. Boselli, salvo aquel frentazo, prácticamente no la tocó. Y abajo, la habitual firmeza de Fede Fernández no estuvo presente, y algunos cruces desacertados de Santi Núñez, uno de ellos de tarjeta amarrilla, completaron una zaga endeble en la faz defensiva con Nico Fernández.

Tres sorpresivos cambios para el inicio del complemento, porque Martiniano Moreno, Ezequiel Muñoz y Mancuso relevan a Sosa, Fede Fernández y Benedetti, en variantes netamente tácticas. El crack de Carcarañá, sin brillar, había sido lo más claro del León. Muñoz –se lo vio de manera aceptable a despecho de sus limitaciones físicas- tal vez entró pensando en la parada del viernes en Rosario. Mancuso sólo para Domínguez no es titular. Y el pibe trataría de acompañar a Boselli.

Empero, los enroques sumieron en la confusión absoluta al Pincha, y hasta el cambio de Zuqui por Nico Fernández, a los 20’, era un concierto de desaciertos, con Manyoma prácticamente dibujado en un conjunto sin alma ni timón. A partir de allí, al desarmar la línea de cinco, encontró algo de rodaje, y gozó de cuatro chances netas: un tiro libre de Rollheiser apenas ancho al lado de la base derecha; una asistencia de Benjamín a Manyoma desperdiciada de manera increíble por el moreno; el pelotazo de Zuqui a Godoy que Leo controla contra la línea de fondo para enviar un centro corto atrás no conectado por nadie; y el otro fulbazo de Zuqui matado de pecho por Boselli, que la baja, mira dónde tirarla, se demora un instante y es interceptado por Pier Barrios.

Los mendocinos, de contragolpe, pudieron aumentar diferencias con la rapidez de sus delanteros. Y Estudiantes conforme pasaban los minutos se sumía en el nerviosismo. Echaron a Conechny de modo infantil, al rato vio la roja Mancuso por último hombre, Núñez estaba para la segunda amarilla largamente, y bajo un arbitraje tan permisivo como calamitoso del payaso Rey Hilfer, los nueve adicionados pasaron en un santiamén ante la impotencia local.

El coro de silbidos tras el cierre, el primero del Ciclo Domínguez, enciende una señal de alerta para no subestimar. La gente llena el estadio, las respuestas no están a esa altura, se dilapidan oportunidades frente a oponentes ordenados de menor jerarquía, y el objetivo de clasificar a la próxima Libertadores se aleja irremediablemente, mientras la batuta de la hinchada permanece en un cumpleaños, entonando insulsos cantos alusivos a jugar contra el Lob* y matar a los 7riperos.

El choque con Huracán del próximo viernes en el Parque Independencia tiene toda la pinta de un arma de doble filo, y si el Tetra no pasa, el termómetro de la paciencia puede arrojar valores desconocidos. El telón de este sábado, cargado de bronca, quizás haya marcado un punto de inflexión en la banca hacia el DT.
Salutti
Andújar: 5
Godoy: 6
Núñez: 4
Fede Fernández: 4
Nico Fernández: 3
Benedetti: 4
Sosa: 5½
Corcho: 5
Ascacíbar: 5
Rollheiser: 5½
Boselli: 4
Manyoma: 3
Mancuso: 5
Ezequiel Muñoz: 5½
Moreno: 4
Zuqui: 6

Le faltó fibra de impiadoso

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


En una tarde de calor sofocante para el comienzo y la media hora inicial del encuentro, el 0 a 0 ante los virgos mostró las carencias ofensivas del León, y al perdonarle la vida a su oponente ciudadano dejó una serie de interrogantes de cara al porvenir.

Tras un recibimiento por cierto impresionante en las fauces de UNO, el Pincha manejó todo el trámite de la primera mitad, en una cancha angostada cerca de dos metros de cada lado. Pero no tuvo punch en Méndez, ni lucidez para punzar en sus avances por las bandas, donde Leo Godoy fue mucho más productivo que Benedetti. En el medio el Rusito volvió a ser el patrón incansable, al Corcho se lo vio no tan fino, y tanto Rollheiser cuanto Sosa alternaron aciertos con errores.

Hubo un zurdazo de Ascacíbar sacado por encima del travesaño por el arquerito 7ris7e, un frentazo de Fede Fernández a sus manos, un disparo de Méndez mordido cuando picaba libre Boselli –ya había reemplazado al de nuevo lesionado Altamirano- y una serie de envíos desde los dos vértices. El volante chileno, mientras estuvo, cumplió, en una etapa donde Ginasia sólo llegó con una acción arremolinada por el segundo palo.


El complemento tuvo el temprano ingreso de un intrascendente Zuqui por Sosa, y así el Tetra perdió su mayor cuota de jerarquía natural. Sin embargo, al rato, la variante de Mancuso por Benedetti le dio un envión anímico a sus compañeros, porque el ex Boca es ganador, contagia y encara. Entonces, a pesar de un par de entradas punzantes de la visita –una de ellas conjurada por Andújar-, se sucedieron al cierre cuatro acciones netas de gol: el cabezazo de Santi Núñez que rozó el horizontal; la tijera del Rusito desviada por un defensor al córner; esa clarísima de Rollheiser luego de la mejor jugada combinada del equipo, y dilapidada por el 10 al pegarle a la tribuna; y el fierrazo apenitas ancho de Mancuso después de un balón pasado que Boselli le baja con la testa al pie.

Y el pitazo dibujó una mueca de satisfacción en los mens-insana, contentos por sumar una unidad valiosa en su lucha por no descender. Para Estudiantes, la deuda de no haber triunfado en otro choque clave jugando de local. La fiesta armada por la gente merecía un resultado diferente.
Salutti
Andújar: 6
Godoy: 6
Fede Fernández: 6
Santi Núñez: 6
Benedetti: 5
Ascacíbar: 8
Corcho: 5
Sosa: 5
Rollheiser: 5
Altamirano: 6
Méndez: 5
Boselli: 5
Zuqui: 4
Mancuso: 7

El guante de Sosa desató un gran nudo

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Con un golazo de tiro libre de José Ernesto Sosa, quien en el entretiempo había reemplazado al golpeado Altamirano, el Pincha concretó su primer triunfo del campeonato y mostró una cara renovada desde el minuto cero.

Porque el 5-4-1 planteado por Domínguez expuso facetas altamente solidarias en sus protagonistas, compromiso de todos, sacrificio, inteligencia para ocupar los espacios, y, por lo general, tres o cuatro aciertos por cada yerro individual. Uno de ellos, de Santi Núñez, desembocó en un remate de Cristian Ferreira rechazado por Andújar, y otro del Corcho en una salida trajo el centro conectado por May a las manos de Mariano.

Pero el León tenía un ídem en Nico Fernández, autor material de un partidazo; a Rollheiser enchufadísimo para dribblear y habilitar; al Corcho cerebral, al chileno Altamirano jugando sus cartas de volante fino, a Benedetti mal amonestado desde temprano e incisivo en el ataque, a Mancuso con su característiva personalidad para mandar en su banda, al Ruso metiendo a rolete, a la dupla Fede-Núñez bastante firme, y a Méndez en el elogioso sacrificio de su soledad.

Justamente, al uruguayo le cometen un penalazo tras ser asistido por Altamirano, queda en el suelo y pide a los gritos que la tiren afuera para la definición del VAR, la jugada sigue, lo tumban a Ascacíbar con infracción de anaranjada ignorada por Facundo Tello, que amonesta a Méndez por su airada protesta, y en la TV se observa la vista gorda del VAR al foul evidente contra el uruguayo, poniendo al desnudo la corrupción imperante en el habitáculo de Ezeiza. Es parte del fútbol a control remoto que cierto poder desea inculcar, cambiando a los hinchas apasionados por meros clientes de la máquina del consumo.


En el complemento, el ingreso de Sosa le concedería a Estudiantes la calidad necesaria para cantar victoria. Porque el fenómeno se juntó con Rollheiser, armó varios avances a partir de su calidad infinita, a los 55’ gambeteó a uno, a dos, adelantó la pelota con su zurda para limpiarse al tercero, lo tocan, es tiro libre y el crack de Carcarañá la pone donde quiere, rozando el palo izquierdo, alta e inatajable. Un monstruo de otro planeta.

Ya estaba Leo Godoy por Benedetti, a los 78’ Manyoma sustituyó a Rollheiser, luego Martiniano Moreno a Méndez, Muñoz a Fede Fernández, y de contragolpe el Tetra pudo aumentar las diferencias. Sin embargo, Manyoma, Godoy y Méndez desaprovecharon ocasiones patentes. La expulsión de May, por un planchazo criminal a Santi Núñez, dejaba al dueño de casa con diez hombres a los 63’.

Hubo una salvada de Andújar en el arco estudiantil, y el empate anulado a la Lepra en tiempo de descuento, cuando en su afán por rechazar de cabeza Godoy envía el esférico de emboquillada hacia su valla, sobra a Andújar, pega en el travesaño, Ortiz se lo lleva puesto y en el salto lo mete con la mano. Ya en el cierre, ese sablazo de Mancuso después de guapear un balón casi perdido cerca del banderín del corner, y el pitazo del impresentable Tello para cortar la sequía de medallas doradas en el ámbito doméstico.

Se vienen los 7ris7es en UNO, el sábado tuvieron elocuente ayuda de negro frente a Central, y de no mediar imprevistos, el envión animíco de esta tarde en el Parque Independencia debería resultar suficiente para pasarlos por arriba.
Salutti
Andújar: 7
Mancuso: 8
Nuñez: 6½
Fede Fernández: 7
Nico Fernández: 9 👌
Benedetti: 6½
Altamirano: 7
Corcho: 7
Ascacíbar: 7½
Rollheiser: 8½
Méndez: 7
Sosa: 9 💢💥
Godoy: 6
Manyoma: 6

Borrosa identidad

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Frente a uno de los equipos más duros, difíciles y estructurados del torneo doméstico, el Pincha volvió a mostrar el signo de esa marcada involución acentuada desde aquel partidazo ante el Corinthians. Como si hubiera trepado hasta dicha cima, ahora baja por la ladera opuesta, lenta y expresivamente.

El León no tuvo frescura física ni intensidad para amenazar a un rival aguerrido y atléticamente impecable, con sus once integrantes educados para esperar, cortar, cooperar, morder, y si pinta, sorprender. "El arte de la defensa", obra sabelliana reeditada por Insúa, un DT laburante, de perfil bajo, y a mi juicio al tope de sus colegas argentinos, pues el ex estratega de larga cabellera les saca agua a las piedras.

La mayor tenencia local, acompasada y cansina, reposó en pases laterales entre Mancuso, Fede Fernández, Santi Núñez y Benedetti, iba para el Corcho o Ascacíbar y empezaba de nuevo, en una reiteración previsible. Rollheiser continúa tomando malas decisiones en la mayoría de sus intervenciones, Sosa no estuvo fino, el Rusito erró demasiado en cesiones fáciles, y apenas el Corcho pareció en sintonía con la exigencia. Arriba, la soledad de Méndez lo dejaba en tremenda inferioridad para debatirse contra toda la zaga, y Manyoma no encontraba su lugar en el campo. Atrás, Santi Núñez levantó a ojos vista.

De esa etapa, un zurdazo mordido de Benedetti y el derechazo de Sosa desviado al corner por un defensor fueron las llegadas más claras ante un Ciclón que prácticamente no inquietó a Andújar.


El complemento arrancó con la misma tónica. Levantó mucho Manyoma en los 15' iniciales, pero inexplicablemente Domínguez lo sacó junto a Sosa y Mancuso en la ventana donde ingresaron Leo Godoy, Zuqui y Altamirano. El chileno, en media hora, enseñó con su zurda interesantes cualidades, la pidió, encaró, tocó con inteligencia e incluso armó la mejor jugada albirroja al asistir a Rollheiser, que se enredó al pisar el área y reclamó un penal inexistente.

La defensa de San Lorenzo casi no tuvo errores. Sin embargo, el único de la noche casi le cuesta la derrota, cuando el arquero Batalla agarra cómodamente un balón alto, al caer choca con "La Roca" Sánchez, pierde el esférico, Méndez lo puntea hacia la red sin la fuerza necesaria, y cuando Zuqui lo va a empujar, un hombre de la visita salva sobre la raya de manera milagrosa. Enseguida, Martiniano Moreno reemplaza a Rollheiser, tras un remate del 10 que sale por la banda izquierda, merodeando el banco del Gallego Insúa. Y Lalalalá se lleva la roja por un pisotón, para redondear otra performance decadente.

El 0 a 0 califica también al árbitro Nazareno Arasa, de horripilante nivel. Enfrió permanentemente las acciones con tertulias inadmisibles, evitó amonestar en varias infracciones fuertes de la visita y fue muy permisivo con su elocuente cantidad de foules tácticos. Un payaso vestido de negro en su afán de figurar.

El aplauso del final tuvo una gran porción de déjà vu mezclada con amor y desencanto. Dos puntos de quince dicen mucho más que las declaraciones de Domínguez en la conferencia de prensa. Porque la premisa de mantener la valla en cero es sólo eso, una premisa. No el objetivo.
Salutti
Andújar: 5
Mancuso: 5
Santi Núñez: 7 🦁
Fede Fernández: 5,5
Benedetti: 5
Sosa: 5
Corcho: 6
Ascacíbar: 4
Rollheiser: 4 🌈
Manyoma: 5,5
Méndez: 5
Altamirano: 7 🌟
Leo Godoy: 5
Zuqui: 3 ⏳

Pálida igualdad en Victoria

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


En otra floja actuación, el Pincha rescató en su visita a Victoria la primera unidad sobre 12 disputadas, lo cual habla a las claras de un presente nada alentador, no obstante su permanencia en la Copa Argentina.

La gran cantidad de lesionados y la obligación de no caer derrotado llevaron a Domínguez a plantar un equipo defensivo, con Méndez como único delantero, la inclusión de Nico Fernández para una línea de cinco, y Sosa como 5 por detrás de Ascacíbar.

Mejor el local en los 10’ inaugurales, donde un remate de Cabrera rozó el poste de Andújar luego del pivoteo de Badaloni, que se la bajó de pecho. Sin embargo, y a pesar de algunas pelotas perdidas, el talento de Sosa empezó a emparejar las acciones, respaldado por la firmeza de Fede Fernández en la zaga y por el trajín de Ascacíbar en el eje, mientras Zuqui no pesaba, los laterales trataban de encontrarle la vuelta a una canchita difícil, y Rollheiser era una fantasma deambulante en el rectángulo.

Al cierre de esa etapa, el León tuvo dos clarísimas, una media vuelta de Méndez que Rojas López desvió por encima del travesaño, y enseguida otra del urugayo, que le pegó combado al segundo palo, en tiro rasante manoteado al córner por el arquero.


El cuarto de hora inicial del complemento mostró a Sosa más adelantado, dibujando por el lado izquierdo varios avances con su sello distintivo. Aunque Rollheiser continuaba desaparecido, perdía todo lo que tocaba, y en un contragolpe notorio, el 10 recibe una descarga, encara con pelota dominada, lo ve a Sosa solito a su izquierda, a Méndez libre a su derecha, pero elige la individual para enredarse y dilapidar alta chance.

Ahí fue reemplazado por Atum y Manyoma reemplazó al crack de Carcarañá, entonces en un ratito se advirtió que con cualquiera de los dos ingresados, de movida en lugar de Rollheiser, la historia tal vez hubiera sido diferente. Bien el chico, bien el colombiano, y mientras Ascacíbar no cesaba de meter, crecieron Mancuso y Benedetti. En la cueva, Fede Fernández subsanó casi todas las reiteradas fallas de Santi Núñez –“la figura” para uno de los opinólogos televisivos…- y sólo tuvo un pifie peligroso casi en el epílogo, cuando Muñoz y Martiniano Molina habían sustituido a Méndez y a Nico Fernández.

Se extrañó en parte el oficio del Corcho, no se comprendió por aptitudes ese inicial enroque posicional Sosa-Ascacíbar, y a Rollheiser urge mandarlo al diván del amigo Juancito Ortega.
Salutti
Andújar: 6
Mancuso: 6
Nico Fernández: 5
Fede Fernández: 7
Núñez: 4
Benedetti: 5
Zuqui: 5
Sosa: 7
Ascacíbar: 6½
Rollheiser: 2 ❌📞
Méndez: 6
Manyoma: 6
Atum: 6

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NO SE OLVIDEN...

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Homenaje a Caloi

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Gracias Revista Animals! / clik en la imágen para ampliar.

Wallpaper por Estudiantes

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