Análisis por Marble Arch
Canchita por Maraja
El Corcho la cambió de primera para Más, éste avanzó por la banda, se la dio a Zuqui que alargó para Méndez, la pausa del uruguayo, el pase exacto para Castro y Manu que se la pica por arriba al arquero en un jugadón
Iban 7 (siete) del primer tiempo y ese golazo significaría los 3 puntos ante un rival durísimo, de muy buen juego asociado, de intérpretes punzantes, que lo igualó en un offside marcado por el VAR, sufrió el 2 a 0 también invalidado por la tecnología, pegó un tiro en el travesaño y peloteó el área pincha ante el estatismo de Andújar.
El León tuvo la claridad del Corcho, el pivoteo de Méndez y el incesante empuje de Castro -el guardameta le sacó un fierrazo que iba adentro-, pero volvió a padecer el ya constante bajo nivel de Zuqui y a un Rollheiser que no consigue convencer.
Hasta que a poco de arrancado el complemento el DT llamó a Sosa, el Principito ingresó con Heredia, e inundó la cancha de fútbol, mostrando el repertorio propio de un distinto y regalando media hora de una jerarquía infinita, a la que no estamos acostumbrados.
En su primera acción anticipa a un rival en un cruce, acaricia el balón con efecto y lo va a buscar por el otro lado. Toques de primera, a tres dedos, al claro, siempre con precisión y elegancia, ganó varias de arriba, tiró un sombrero de revés y con la pelota cayendo metió un cambio perfecto de 40 metros, picó al vacío en un tiro libre e inventó en una fracción de segundo un pase-gol a la cabeza de Boselli, de espaldas al arco le puso al mismo una pelota combada por detrás del defensor que Mauro no pudo controlar, le metió como con la mano ese chanfle al pecho de Castro en el tanto anulado por presunta mano del uruguayo, y ya al final, de aire y contra el lateral, un passing-shot paralelo a la raya para Zapiola, en otra jugada de neto peligro. La descosió, agrandó a Heredia, y con el positivo ratito de Piñeyro, más algunas cosas de Zapiola, se vio un volumen de juego inusual.
Antes, durante y después del partido, las ovaciones a Rogel erizaron la piel. El charrúa se ganó a la gente porque jugó como hincha, haciendo carne al pie de la letra el "matemos por estos colores". Se lo va a extrañar, como se extraña al Ruso Prátola y al Tata Brown.
Y al salir de Uno, en una noche fría y emotiva, la felicidad por la victoria llevaba implícitas las pinceladas del crack. Pasó mucho tiempo, pero parafraseando a Antoine, "lo esencial es invisible a los ojos".
Salutti
Andújar: 5
Castro: 8
Rogel: 7
Noguera: 5
Paz: 5
Más: 5
Zuqui: 4
Corcho: 6
Rollheiser: 5
Boselli: 5
Méndez: 6
Heredia: 7
Sosa: 9
Zapiola: 6