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Crónica de una goleada tibia

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Nada se le puede reprochar a un equipo que se planta a la altura de la encrucijada, domina prácticamente todo el partido con una posesión cercana al 70%, crea alrededor de 20 situaciones de gol, convierte 4 ante un débil rival que sólo le llega dos veces, y no logra el objetivo porque simultáneamente el Bragantino apabulla 7 a 1 en tierra paulista a los paraguayos del Guarany.

Por eso el aplauso del final bajó de los cuatro costados de una cancha cuyo marco fue similar al de la tenencia, como si de antemano se percibiera una cuesta arriba imposible de remontar desde el empate de local contra los aludidos brasileños.

Con 14 puntos de 18 posibles, 3 victorias, dos igualdades, 14 tantos a favor y apenas 1 sufrido, lo realizado por el León en esta etapa de grupos no merecería enfrentar ahora un repechaje, pero el fútbol es así.

Anoche tuvo sacrificio en Ascacíbar; el talento natural en los pies de Sosa; a un Rollheiser encarador; vivacidad en un Discoteca que nunca dejó de animarse, pese a no terminar algunas bien; sobriedad en una zaga que no pasó mayores sobresaltos gracias a la firmeza de Zaid Romero; y la confirmación de Eros Mancuso coronada con un golazo al entrar al área chica haciendo jueguito, apremiado, para definir el cuarto de cachetada, cayéndose y con sello de potrero. Le faltó voracidad en su doble 9, pues Carrillo y Boselli debieron generar mucho más en la zona caliente, no obstante esas anotaciones de cada uno en la apertura del score. Era un 2 a 0 para no ilusionarse demasiado, ya que los celulares señalaban el 4 a 1 parcial de Bragantino.


Ese primer tiempo, sin dudas, ameritaba al menos otro doblete pincha. En el complemento, tempranito, Zuqui reemplazó a Sosa –acusó una molestia- y el Corcho entró por Santi Núñez. Al rato Guasone por Ascacíbar, Zapiola por Boselli, y enseguida, Nico Palavecino por Rollheiser, quien convertía el tercero en bonita acción personal, dribleando hacia adentro en posición de ocho y cruzando un zurdazo inatajable al caño izquierdo de Quiñónes al pisar la medialuna.

Se vieron facetas interesantes de Palavecino, sueltito y elegante. Pinceladas de Zapiola, ávido de continuidad. Un correcto desempeño de Guasone, similar concepto en el Corcho a despecho de haber entrenado diferenciado en los días previos. Y la habitual medianía de Zuqui.

A la salida del estadio, la sensación ambigua de haber triunfado 4 a 0 para quedar en la orilla generaba un clima extrañamente moderado. Que no era de fiesta ni de Copa a las seis de la tarde en las inmediaciones de UNO, ni lo fue tampoco rayando las nueve de la noche. Pasadas las 12, en Lima, el vendehumo apodado Yacaré discriminó a un hermano peruano luego de perder 1 a 0, se armó flor de gresca, Virgasia cobró tras quedar eliminado, y hubo reminiscencias de aquella noche de Andújar boxeándolos en Mar del Plata.
Salutti
Andújar: 6
Eros Mancuso: 8½
Zaid Romero: 7
Santi Núñez: 5
Benedetti: 5½
Sosa: 7
Ascacíbar: 7
Rollheiser: 7
Discoteca Godoy: 6½
Boselli: 5
Carrillo: 5
Corcho: 5½
Zuqui: 5½
Guasone: 6
Zapiola: 6
Palavecino: 6

Agarró el tranco…

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


El Pincha resignó dos puntos vitales ante el disminuido pero siempre bravo San Lorenzo. Jugó mal, se puso en ventaja con justicia aunque sin resultar claramente superior, y al cabo, luego de la igualdad, reiteró esa faceta de escaso carácter para no poder llevarse el triunfo.

Mal Lollo de movida, en el medio no la agarraban y la soledad de Boselli redondearía otra velada para el olvido. Sin embargo, cuando el balón empezó a salir redondo de los pies de Sosa, las subidas de Benedetti, las triangulaciones con el Corcho y Zuqui, algunos arranques del irregular Rollheiser, el trajín de Ascacíbar y las trepadas de Godoy empezaron a inclinar levemente la cancha.

El gol llega de uno de los pocos aciertos de Rollheiser, quien la pisa, la amasa, habilita a fondo a Leo Godoy, su centro es rechazado a la puerta del área y Ascacíbar, de primera, se llena su botín zurdo para meter arriba el bombazo inapelable contra el palo derecho de Batalla.

De entrada, después del descanso, Eros Mancuso por el tocado Leo Godoy, el europeo Vombergar por el intrascendente “Perrito” Barrios en la visita, y el Ciclón comienza a complicar justo por la banda de Mancuso, llegando una y otra vez hasta conseguir la igualdad, posterior a una gran atajada de Andújar. Infantil error del Corcho en una salida, ataque rápido por la izquierda, desborde de Leguizamón, Zaid y Andújar se quedan cortos en el cierre aéreo, la pelota pasa entre ambos y el paraguayo Bareiro la empuja a la red.


Maroni por Giay en la visita, Carrillo y Discoteca Godoy por Boselli y Zuqui en el León –el cambio era por un Rollheiser absolutamente errático-, y Estudiantes que iba ante un oponente bien abroquelado atrás y listo para salir de contragolpe. Carrillo al menos pivoteó varias, Rollheiser seguía en un cumpleaños, y la variante de Mauro Méndez por el Corcho a los ’82 fue algo así como matar o morir. Con Sosa parado de 5, hubo desbordes de Discoteca sin suerte, un tiro libre del 7 que Carrillo cabeceó de pique al piso no tan lejos del caño derecho, y ya en el descuento, el VAR corrige la ceguera de Yael Falcón Pérez para señalar el penalazo a Eros Mancuso. Rollheiser toma el esférico, Batalla lo chamuya, le tira agua, hay largos cabildeos, y Benjamín lo ejecuta mediante una masita a rastrón para completar otra actuación insulsa por donde se la mire.

Era lateral ofensivo albirrojo luego de tamaño regalito del 10, y restarían un par de minutos, sin embargo el hombre de negro hizo la gran Poncio Pilatos y decretó el final en un epílogo de ánimos caldeados.

Un clima no muy eufórico en la previa del estadio. Como si la caída en el osario de Colón hubiese menguado con su onda expansiva el espíritu de la gente. Redimido con el bombazo del “Rusito” y de nuevo propenso al murmullo al notar al equipo embarullado en su propio esquema, ya interpretado al mango por los oponentes.

El 4-5-1 deja inerme al centrodelantero, y el 5-4-1 de mayor resguardo en la zaga obliga a sacrificar un volante. Al respecto, leía días atrás un reportaje a un veterano jugador de la Selección, hablando de un fracaso argentino en viejo Mundial: “fuimos muy ingenuos, salíamos con un 2-3-5 y pese a que teníamos un equipazo nos entraban por todos lados”. Esta igualdad ante los Gauchos de Boedo, sumada a la derrota preliminar frente al Sabalero, friza muchas ilusiones y abre interrogantes hacia el futuro inmediato. En el hipódromo diríamos “agarró el tranco”, pues traía vivos parciales y su accionar, de golpe, mermó ostensiblemente.
Salutti
Andújar: 6
Leo Godoy: 6
Lollo: 5
Zaid Romero: 6
Benedetti: 6
Zuqui: 5
Ascacíbar: 7
Corcho: 4
Sosa: 6
Rollheiser: 4
Boselli: 3
Carrillo: 6
Mancuso: 5
Discoteca Godoy: 5

Alarmante paso en falso

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


El “Cementerio de los Elefantes” significó “La Tumba del León”, que empezó anoche jugando como una fiera, terminó al nivel de un bambi atado, y así se despidió prácticamente del sueño de acaso atorar al imparable River.

Tras un comienzo lleno de dudas por parte del Corcho –noche negra…-, de Lollo –otro fuera de órbita- y de Andújar –propició en una mala salida la primera clara del local-, el Pincha se asentó de la mano de Sosa y Rollheiser para empezar a generar mucho peligro. Temprano lo tenía Sosa con un zurdazo de media vuelta por encima del travesaño, después Benedetti tiró a las manos de Chicco desde posición inmejorable, y enseguida Zuqui se demoró lo necesario para desaprovechar una pelota bajada por Boselli.

Pero a los 33’, de un tiro libre de Delgado llega la apertura sabalera, porque todos miran, Andújar queda clavado, Lollo pierde la marca de Facundo Garcés y su cabezazo es inapelable para el 1 a 0 inmerecido. Al rato un débil remate de Godoy pisando el área chica coronó mal su gran enganche tras un buen encuentro entre Rollheiser y Zuqui, en lo que pudo haber sido el empate.


Del entretiempo, el enroque de Discoteca Godoy por Santiago Núñez para ir a buscarlo. De movida, Schott tiró afuera el segundo, y trascartón, en un pelotazo largo guapeado por Discoteca, su pase atrás lo encuentra a Boselli de frente al arco, Mauro elige dónde ubicarla y Facundo Garcés, de taco y a contrapierna, la desvía en la línea. A partir de allí, decayó notablemente el nivel general, y el cambio de Carrillo por Zuqui no surtió efecto a raíz de los horrores globales. Wanchope lo volvió loco a Zaid, Lollo erraba a tres metros, Leo Godoy no pesaba por su banda, en la de enfrente era imitado por Benedetti –al menos intentó siempre-, lo del Corcho era de diván, Rollheiser y Sosa parecían en ocasiones desenchufados, y el VAR invalidó un penal del Corcho a Wanchope por previo offside del ex Boca. El segundo, inventado por el árbitro al imaginar una mano de Leo Godoy, sirvió para enfriar todavía más el partido. En la mejorcita, Sosa lo ubica en la media luna a Benjamín, éste se acomoda, se acomoda, se acomoda y al patear lo bloquean. El mismo 7, ya al cierre, envió un corner a la usanza de aquellos que desataban improperios hacia el Chino Benitez.

Los 9 minutos adicionados significaron un suplicio para Estudiantes, pues había extraviado hacía rato su brújula, carecía de ideas, no sabía a qué número apostar y mostraba una cara similar al nefasto ciclo de Balbo.

Así se cortó una extensa racha invicta. Ante Bragantino, muchas individualidades flojas resquebrajaban al resto. Ahora, como si esa onda negativa se hubiese expandido, contagió a todo el equipo con el virus de la desconfianza y lo expuso de una manera inesperada a través de un mazazo para no minimizar. La apatía del complemento, salvo breves lapsos, terminó siendo un corolario vergonzoso.
Salutti
Andújar: 4
Leo Godoy: 5
Zaid Romero: 4
Santi Núñez: 5
Lollo: 2
Benedetti: 5
Zuqui: 4
Corcho: 3
Sosa: 4
Rollheiser: 4
Boselli: 4½
Discoteca Godoy: 5
Carrillo: 4

¿La línea de 5 resignó dos puntos?

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


El agrio empate de anoche ante el Bragantino permite abrir el interrogante sobre el planteo. Sin dejar de lado las pálidas actuaciones de varios hombres, lo cual por lógica resquebrajó un esquema donde la visita se sintió comodísima, pues la atacaban sólo con Boselli, ganaba el medio con el buen pie de sus jugadores, amenazaba con tres puntas, se hacía un festival por la banda de Godoy y además encontraba serias falencias tanto en las coberturas cuanto en las salidas de Lollo –prematuramente amonestado- y en menor medida de Santiago Núñez.

El Pincha no le encontraba la vuelta, más allá de la claridad conceptual de José Ernesto Sosa y de algunos encuentros positivos con Rollheiser. La más clara de esa etapa fue aquel tiro libre del crack cuya rosca salió rozando el caño izquierdo de Cleiton. Y cuando el período moría, a Lollo se le escurre un pase atrás de Ascacíbar, quiere corregirlo saliendo hacia su izquierda y comete el segundo error consecutivo, el uruguayo Borbas le roba la pelota, de taco se la cede a Eric Ramirez y éste de frente, casi en el punto del penal, la clava con maestría al poste izquierdo de Andújar en disparo inapelable.

La modificación táctica se caía de madura para el complemento, y el ingreso de Zuqui por Lollo transformó el 5-4-1 en un 4-5-1. Ahí le faltó lucidez a Domínguez, porque la variante de Carrillo por Ascacíbar, recién acaecida a los 28” de la segunda mitad, era también cantada para encarar esos 45’ con un verdadero 4-4-2.

Sin embargo, tras un gran susto por un tiro cruzado de Vitinho luego de pasearlo a Godoy, empezó a crecer muchísimo Rollheiser con dos o tres dribblings desequilibrantes, Sosa lo acompañaba en despliegue no exento de entrega, Zuqui se sumaba al engranaje, mejoró el Corcho y Estudiantes empezó a merodear al rancho brasilero, perturbado por el enroque posicional. Empero, el León carecía de profundidad, porque los laterales no acertaban en sus proyecciones, las pulsaciones por revertir la desventaja le ganaba a la necesaria paciencia, y Boselli era presa fácil.

Hasta que a los 18’ lo barren a Sosa en posición de diez, el mismo ejecuta la falta, busca en el primer palo al Corcho, éste peina el fútbol y la mano de Juninho lo desvía al corner. Al unísono, todos los jugadores piden penal, llama el VAR, Rollheiser tomar el esférico y cuando el impresentable peruano Kevin Paolo Ortega retorna señalando al trote la pena máxima, Benjamín ya lo había acomodado en el punto. Con personalidad, le dio fuerte contra el parante izquierdo, y restaba más de media hora frente a un rival en inferioridad numérica.

A posteriori, la citada y demorada variante de Carrillo por el intrascendente Ascacíbar, al rato Discoteca Godoy por Sosa y Zapiola por el sentido Rollheiser, mientras el inteligente Pedro Caixinha metía a Lopes y a Luan Patrick para reforzar la zaga.

Los 10’ finales, más los insólitos 6’ de adicional agregados por el payaso incaico –Cleiton se cansó de boludearlo…- mostraron al Red Bull replegado completamente, rovoléandola a cualquier parte, y a Estudiantes yendo con el corazón, empujado por su gente. Carrillo bajó varias en el área que no tuvieron feliz desenlace, generando zozobra en los garotos. Leo Godoy decidió mal al levantar la cabeza en un par de desbordes. Y el arquero sacó por encima del travesaño un furibundo zurdazo de Franquito Zapiola.

El resignado aplauso de la despedida retribuyó el esfuerzo del equipo. Y era dable imaginar un vestuario de caras largas, pues Bragantino (+12) definirá de local con Tacuary (-9), nosotros (+9) ante Oriente Petrolero (-12), y esa diferencia de 3 goles parece a priori una pendiente muy dura de remontar. Claro, “no se deben contar los pollitos antes que nazcan”, reza el refrán. Y si toca el repechaje, ponerle el pecho a las balas.
Salutti
Andújar: 6
Godoy: 3
Santi Núñez: 5
Lollo: 2
Zaid Romero: 7
Benedetti: 5
Sosa: 7
Ascacíbar: 4
Corcho: 5
Rollheiser: 8
Boselli: 4
Zuqui: 6
Carrillo: 7

Un Sosa majestuoso fue el faro de la goleada 😍⚽

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Con determinante y exquisita actuación de su Nº7, el Pincha le llenó anoche la canasta a Barracas Central, el mismo que venía de mojarle la oreja al bravo San Lorenzo de Rubén Darío Insúa.

De entrada, cuando recién se estaban acomodando en el rectángulo, desborde de la visita por derecha, por detrás de Zaid, envío rasante, Leo Godoy la para en la línea del área chica y se queda dos o tres segundos esperando la carroza. Una intervención de Andújar. O “Esperando a Godot”. Entonces Calderara lo atropella a su flanco, lo madruga y la puntea a las mallas, en auténtico baldazo de agua fría.

Pero al 4-5-1 del Barbeta le sobraba creatividad, y conforme fueron pasando los minutos, el talento infinito de José Sosa, la inteligencia del Corcho, los arranques de Rollheiser y la proyección de los laterales inclinaron la cancha, pese a la irregularidad de Zuqui y a un Ascacíbar demasiado errático.

El empate se olía en el aire y llegó con un golazo. Sosa parado de 10 lo ubica a 30 metros a Rollheiser, hunde el pie en el césped y con el empeine la coloca exacta sobrando al zaguero, para que Benjamín acomode el cuerpo en pirueta de equilibrista y la empale con su pierna izquierda de emboquillada al palo opuesto, en conquista de excelsa factura.

Al rato, Benedetti busca a Sosa, éste de primera acaricia el balón a la carrera con una hoja de calcar para dárselo mansito al Corcho, y el sablazo del ex Banfield viaja por la noche como un misil teledirigido al ángulo izquierdo de Villar, en otro gol de singular talante. A vuelta de hoja, corner por la punta izquierda, lo hacen corto, Zuqui para Rollheiser, éste para Sosa, el crack de Carcarañá acomoda el fútbol y mete un derechazo alto impresionante contra el caño derecho, para estremecer de nuevo la red. El monstruo atravesó todo el campo, fue a abrazarse con Andújar y de inmediato el resto de los jugadores armó una montaña de gratitud y reconocimiento.


Mariano evitó el descuento de Sepúlveda tras una pérdida de Rollheiser en el medio, y el descanso marcaba un 3 a 1 acorde con lo observado en esos 45’ –me contaron que en la TV el opinólogo Niembro erigió en figura de la etapa inicial a Ascacíbar, realmente inconcebible-. Durante el entretiempo, apareció Gero Rulli para recibir la plaqueta de Campeón Mundial y el cariño de los cuatro costados. Muy emocionado, el guardameta del Ajax se tocaba el cuore al retribuir los aplausos, y ojalá regrese alguna vez a City Bell.

El complemento mostró pronto una tónica similar. Con el León un poco más expectante, conservando energías para la parada clave del miércoles con el aval del score. Guasone y el reprisante Zapiola relevaron al Corcho –partidazo…- y a Rollheiser, posteriormente Carrillo entró por un tibio Boselli, levantó Zuqui, mejoró Ascacíbar, y en cada avance comandado con elegancia e inteligencia por Sosa se presentía la sensación de peligro. Hasta que un corner muy bien ejecutado por Zuqui, el cabezazo de Lollo decreta el 4 a 1 de pique al suelo.


Vapuleado en su honor, el Guapo trató de achicar, y lo logró en un tiro libre pasado de Tapia, donde Mater ingresando por atrás la frentea al gol cruzándola al segundo palo. No obstante, la zurda de Benedetti corrige sobre su banda una bola muerta, la convierte en vaina y su pase combado encuentra a Carrillo desenfundando un testazo letal para el 5 a 2. Guido, a la usanza de los viejos gladiadores romanos, lo celebró realizando un rodeo en la cabecera de 55.

El marcador ya era cosa juzgada. Hubo lujos de Sosa, a modo de frutilla del postre en derroche de jerarquía no exento de sacrificio, pues también corrió y recuperó. Y enorme atajada de Andújar a mano cambiada para frustrar el tercero de Barracas.

La ovación desencadenada después del pitazo significó una muestra de agradecimiento de la hinchada a una victoria tan contundente y al campañón del equipo. La ilusión se advierte a la legua, implícita en cada grito.

En lo personal, al volver caminando por calle 1 con los ojos humedecidos de satisfacción, sentí el privilegio de haber estado en la velada donde José Ernesto Sosa, aquel que allá en la década del ’90 hachaba troncos en el Country para “sacar lomo” por orden de Bilardo, transformó UNO en el Parque de los Príncipes.
Salutti
Andújar: 7
Godoy: 5
Lollo: 7
Romero: 6
Benedetti: 7
Rollheiser: 7
Corcho: 8
Zuqui: 6
Ascacíbar: 5
Sosa: 10 💗
Boselli: 5
Guasone: 5
Carrillo: 7
Zapiola: 6

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NO SE OLVIDEN...

NO SE OLVIDEN...

Homenaje a Caloi

Homenaje a Caloi
Gracias Revista Animals! / clik en la imágen para ampliar.

Wallpaper por Estudiantes

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