Análisis por Marble Arch
Canchita por Maraja
Podrán hacerse muchos análisis, lo cierto es que pasa el tiempo y la paternidad sólo se extiende. El Pincha no le ganó a su hijo, el segundo empate consecutivo mantiene la casa en orden y obliga a los desamparados vecinos a buscar cualquier tipo de artilugio para tratar de encontrar una desgracia ajena en el hecho de no haberlo vencido. Sin embargo, sólo basta echarle un vistazo a la historia para comprender el grado de alienación de los hinchas albiazules, frustrados de por vida y obligados a rebajarse a actitudes inverosímiles, o a proferir argumentos absolutamente demenciales.
Dicho esto, vimos un partido ante un Gimnasia muy digno que seguramente fue mentalizado para jugar la Final de la Copa del Mundo y para tratar de pasar a la historia como el equipo que borró una racha en contra histórica. Por eso fue mejor en la primera media hora de juego, ganando casi todos los mano a mano, generando situaciones muy bien vulneradas por Andújar, con el morocho Carbonero volviéndolo loco a Godoy, con un mediocampo de Estudiantes que jugó con dos menos porque Pellegrini tuvo una tarde negra y porque Del Prete eligió casi siempre mal en otra producción preocupante de subconsciente mexicano.
Así todo, el peso de la historia y de la camiseta fueron emparejando las acciones y una gran apilada de Más le pone un centro a la cabeza a Boselli que Mauro conecta apenas ancho contra el palo izquierdo de Rey. Al ratito, otra escalada de Más, la gran figura albirroja, la para de pecho, corajea con el cuerpo, el defensor lo sigue hostigando, se viene cayendo y cuando le queda para la pierna menos hábil antes que pique saca de la galera un gesto de potrero y con la derecha mete un centro preciso sobre Rey dejándolo solo a Rogel debajo del arco para el frentazo a la red. “El gol lo hace la hinchada”, leí en un twitter, y algo de eso hubo pues desde varios minutos antes se entonaba fuerte el contagioso “hay una banda que fue Campeón Mundial y no le cabe ninguuuuuuna…”.
Pese al 1 a 0 y a la euforia que se vivía en UNO, el visitante no se amilanó, y hasta el final del primer tiempo intentó reponerse del golpe.
En el complemento la tris7eza lo empata bastante rápido, quizá porque el Ruso se duerme otra vez en las variantes ya que Pellegrini y Del Prete debieron quedarse en el banco. Empero, no se le puede echar la culpa a nadie en el gol porque también el rival reúne virtudes, fue una pelota bárbara puesta a espaldas de la defensa, y una letal definición de Tarragona abriendo los ojos y metiéndola donde quiso tirarla.
Zapiola sin brillar entró bien, el Loco Díaz ingresó para pelearse con el referí y con una enorme levantada del Corcho Rodríguez en el segundo tiempo, manejando el compás del equipo, con algunos pequeños aportes de Zuqui que volvió a redondear otra función de regular para abajo, con las buenas escaladas de Castro por su banda, el León lo fue acorralando. Y a pesar de algunos contragolpes definidos con apresuramiento por Aleman pateando de lejos, a pesar de esa media vuelta de Carbonero que desvía Andújar y de otra entrada del mismo jugador también neutralizada por las manos seguras de Mariano, el balance de los últimos 25 minutos mostró a Estudiantes empujándolo sobre su arco.
Tuvo esa de Castro que levanta la cabeza y lo ve a Boselli entrando por el segundo palo, pero el defensor se la puntea con las uñas sacándole el gol de la boca; otra de Castro que patea fuerte rozando el travesaño; el cabezazo del Corcho que rechaza con dificultad Rey y el rebote de Noguera va a las manos del arquero… y así fue llegando y creando situaciones pero le faltó volumen de juego.
Al margen de todo esto, quedó la sensación de un equipo dormido la primera media hora, y alguna individualidades como las mencionadas de Del Prete y Pellegrini alejadas del pulso del partido, como si les hubiese faltado la actitud visible en la mayoría de los jugadores de Gimnasia para dejar la vida en la cancha, y al final Estudiantes trató en vano de darlo vuelta. Empezaron a hacer tiempo Aleman, Rey con la complicidad del referí, algunas patadas fuera de lugar también de un equipo que trató de frenar la racha, y aunque no pudo tampoco perdió. Seguramente, el punto fue festejado más por nuestros rivales, aunque la paternidad sigue indemne.
Párrafo aparte para el mercado de pases, los que se van y los que llegarían, es un hecho la venta de Del Prete (estuvo en Europa haciendo el pasaporte Italiano y pesaría más una oferta importante de México), sus días en Estudiantes están contados. Por otro lado está al caer el Plumero Piatti, hay un par de nombres en carpeta que no han trascendido (entre ellos un volante creativo del ascenso), si se suma Rollheizer y con la llegada de un Lollo listo a debutar se estaría conformando un buen plantel. Faltaría un Sosa, uno que marque la diferencia de tres cuartos de cancha para adelante, como lo tendría que haber hecho el Tuti el otro día, y no lo hizo tampoco en otros partidos decisivos como frente a los Bichos colorados.
Así pasó otro Clásico. Tuve la oportunidad de concurrir al estadio y al salir la sensación fue de tranquilidad. Un equipo que no supo cómo ganarle a un rival que fue a dejar la vida para no perder y lo complicó más de la cuenta en un gran tramo del primer tiempo se lo empató con toda la cancha en contra y rescató un punto merecido.
Salutti
Andújar 7
Godoy 4
Rogel 8
Noguera 6
Mas 8
Castro 7
Zuqui 5
Rodríguez 7
Pellegrini 4
Del Prete 3
Boselli 6
Zapiola 6
Díaz 4