🟥⬜🟥 VAMOS LEÓN!!! 🟥⬜🟥🦁

X@Por_Estudiantes

A vos, que sos hincha del Lobo…

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Promocionaron ofertas de viajes anticipados a Santiago del Estero. Merlini se veía “levantando el trofeo”. La AFA le había dado la excomunica a Carrillo, que sólo vería acción en una “hipotética Final”. Decían que el chico Nicolás Barros Schelotto era Kaká, el “Chelo” Torres el nuevo Batistuta, y Enzo Martínez la reencarnación de Passarella. En las oficinas públicas platenses, varios entusiastas ya habían solicitado los jueves y viernes venideros para trasladarse al Madre de Ciudades. En las redes difundían una cacería, envalentonados en la mitómana autopercepción de un "Eurolobo".

Y ante ese clima hostil, cargado de morbo por el irresponsable cartel de “Clásico del Siglo”, por el descarado pedido de Carrozza para que Facundo Tello pejudicara al León, por la negativa afista de indultarle una fecha a Guido, por el apoyo hacia los virgos de un importante arco de la sociedad por confundir esta lucha pincha con un inexistente propósito de tender hacia las SAD, Estudiantes fue al Bosque y se llevó la clasificación, aumentando la paternidad a 18 triunfos.

Al igual que ante Rosario y Central Córdoba, el encuentro se desarrolló como el Tetra quiso, y ahí volvió a radicar la clave de la victoria. Tuvo a un Muslera inmenso para desviar a mano cambiada un fútbol de Panaro que se le metía de emboquillada, y para convertirse en dueño absoluto del área ante la lluvia final de centros. A dos fieras en los laterales, con Román Gómez y Arzamendia en altísimo nivel. A un puntal en Santi Núñez, jugando como un hincha, y a un ladero importante en González Pirez más allá de una salida lejana a destiempo en la primera mitad. A Piovi muy asentado a pesar de su prematura amonestación; al “Ruso” Ascacíbar con una personalidad avasallante para correr, ordenar y participar, no obstante un par de cesiones imprecisas; a un Medina importantísimo cuando hubo que aquietar el ritmo, gracias a su clase innata, y si bien no estuvo tan fino al comandar los contragolpes, siempre preocupó; a Tiago metido en el partido, y siendo otra vez el autor del gol en oportuna aparición; a Cetré en llamas, para pedirla, desbordar, provocar amonestaciones, encarar siempre y servirle el tanto a Palacios; y a la nota disonante en un Alario lentísimo, causante de la mayoría de los avances 7riperos porque recibía de espaldas con sus compañeros en ataque, no la aguantaba, la perdía pronto o era anticipado, y allí se generaban las réplicas locales.

A los 16’ del complemento, bochazo de Arzamendia para Cetré, a espaldas de Pintado por la banda izquierda, el parcero lo va a buscar, Giampaoli le gana por centímetros el cruce pero erra el cálculo, entonces el colombiano lo salta, domina el balón contra la raya de fondo, levanta la cabeza y le dice “tomá hacelo” a Palacios, que debajo del arco lo empuja a la red. En la misma valla, el “Rayo” Godoy le marcaba a Gimn*sia años atrás después de una jugada similar, asistido por el “Tuti” Del Prette.

Enseguida, Zanira77o mete al caballo Briasco, al moreno Hurtado y al ligerito Merlo por Piedrahíta, Merlini y Panaro. Al toque, el Barba cambia a Piovi, Tiago y Alario por Amondarain, Alexis Castro y el pibe Franco Domínguez, éste con 18 años y bastante crudito para bancarse solo el chubasco, cuando Farías o Tobio Burgos parecían más lógicos.

Esas variantes retrasaron un tanto a la escuadra albirroja. Castro se estacionó en el carril derecho, alternando buenas con malas; y Mikel aportó su frescura en el eje, con presencia, cortes y energía. Sin embargo, el benjamín Domínguez no pudo suplir la intrascendencia de Alario para descansar al equipo, ya que sus ganas sucumbieron ante la mayor experiencia de los zagueros albiazules, aunque en una acción al lado del vértice de esquina lo empujaron dos veces y Tello ignoró la infracción. Previamente, le mostraba el cartón amarillo por un pisotón.

Los mensanas iban a los ponchazos, con pocas ideas y conmocionados desde la apertura. Su público mostraba un saludable silencio, interrumpido apenas por algunos arrestos inocuos de pashion y aliento. Pasada la media hora, “Pata” Castro sustituyó a Max, entonces el “Barba” reforzó la retaguardia con Facundo Rodríguez por Cetré, y trascartón Benedetti entró por un Arzamendia algo acalambrado.

Un par de contraataques pincharratas desaprovechados contrastaron con un dominio territorial inofensivo de los 7ristes, cuyos ollazos agigantaron la silueta de Muslera. La defensa lucía muy sólida. Y en la desesperación, Insfrán cruzó el campo para tratar en vano de cabecear el corner ulterior.

El festejo del único campeón de la ciudad se prolongó en los vestuarios del 7emplo, luego en Avenida 7 y terminó en un poblado Country Club de City Bell. Allí, cerca de las 13 horas, los jugadores habían aplaudido a los cientos de hinchas agrupados para despedirlos. Ya de noche, éramos miles recibiendo al Flecha Bus negro, convertido adentro en una discoteca, con el plantel cantando y bailando al ritmo de la gente, mientras una andanada de fuegos artificiales surcaba el cielo rojiblanco, justo a 5 años de la partida de Alejandro Sabella.

Hoy temprano alguien había colgado una bandera en la casilla ubicada sobre el alambrado de la cancha principal: “GANAR NO ES LO MÁS IMPORTANTE, ES LO UNICO”, con la firma de Bilardo. El resto es conocido. Un temor estructural, constituyente de tenues berretines rodeados de fortuna que confunden con la épica. El desprecio de nuestra mística, por maquiavélica retorsión de la realidad. El mellizo Guillermo en los palcos, como símbolo de la degradación generacional por haber entregado los puntos en su rol de DT de Vélez. Y la construcción de una aureola fétida, retroalimentada en el horror de la desgracia existencial.

Lo que venga frente a Racing será de añadidura. Si bien todos deseamos otra estrella, por supuesto, este lunes 8 de diciembre –Día de la Virgen- no estaba permitido perder en 60 y 118. Juez de un destino inexorable de sufrimiento, Estudiantes no podía cederle a un tercero el dictamen de esa sentencia. Y lo perpetuó.
Salutti
Muslera: 8
Román Gómez: 8
Núñez: 8½
González Pirez: 7
Arzamendia: 8
Palacios: 7 ⚽
Ascacíbar: 7
PIovi: 7
Medina: 7
Cetré: 9
Alario: 4
Amondarain: 7
Castro: 5
Domínguez: 5

Que lo lloren Carrozza y Toviggino

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


El Pincha suma y sigue. Tumbó al duro Central Córdoba allá junto al Puente Carretero, bajo un calor agobiante con sensación térmica superior a los 40º, y es semifinalista de la Liga.

Estudiantes se plantó desde el vamos, a sabiendas de la posibilidad de un alargue. Y reguló las energías a partir del sentido de ubicación de Piovi, siempre libre para darle muy buen destino a la redonda, a las pausas atinadas de Cristian Medina, a las ganas de Cetré y a la elocuente concentración defensiva, con dos pilares en Santi Núñez y González Pirez. Algo atados los laterales, el Ruso Ascacíbar fue creciendo con el correr de los minutos, y esos 45’ de Palacios, único amonestado cerca del descanso, eran los típicos de un cambio cantado, porque Tiago equivocaba los caminos. Incluso, en la mejor combinación colectiva, recibió en la media luna un pase de Farías y tiró una masita a las manos de Alan Aguerre.

La más clara albirroja, empero, había estado en los pies de Cetré, quien desborda por la banda izquierda, tira el centro que por poco no conecta Ascacíbar, sobreviene el rechazo, el parcero lo captura, primerea de sobrepique y saca un bombazo tremendo de derecha que el arquero local desvía con esfuerzo por sobre el horizontal.

De movida, en el complemento, un par de ollazos del Ferroviario generaron preocupación, pero las coberturas llegaron a tiempo en virtud de una elogiosa atención general. Piovi seguía mandando en el eje dentro de un trámite ralentizado por la alta temperatura, Medina tejía en la medida de lo posible, el trajín de Ascacíbar era importante para la obstrucción, y Farías, inadvertido en los 45’ iniciales, limpiaba algunos arranques al bajar para buscar los espacios vacíos en un equipo sin referencia de área.

Un error inconcebible de Palacios durante un avance generó una réplica santiagueña conjurada por la zaga. Trascartón, el mismo Tiago despertó del surtidor para robar una pelota en tres cuartos de cancha, encarar para el arco y rematar alto tras un rebote, cuando tenía a Farías solito a su izquierda.

Y a los 65’, Arzamendia por su lado se la tira combada a Medina, el crack en posición de diez controla de pecho contra la raya de los bancos, gira y hace pasar de largo a Abascia, lo ubica a Cetré por detrás de su marca, el colombiano a la carrera mete hermoso centro pasado y Palacios, libre por el sector opuesto, la calza de volea para llenarse el botín zurdo de gol.

Omar de Felippe ya había realizado cuatro variantes, y una de ellas, el centrodelantero Varaldo, reventó el travesaño de Muslera con un sablazo impresionante. Recordé a Andújar frente al Cruzeiro en el Mineirao, y me dije “ya está”.

Domínguez movió el banco recién después de la apertura, con una ventana triple donde Benedetti, Tobio Burgos y Alario sustituyeron a Palacios, el agotado Cetré y Farías. Enseguida, Facundo Rodríguez por Arzamendia, y el full-back se pierde el segundo con un zurdazo mordido al agarrar un esférico peinado por Ascacíbar luego de un tiro libre. Se pidió penal, se armó una escaramuza y quedó ahí. Sosa por Medina a los ’89, para ponerle un pelotazo largo a Tobio Burgos salvado con lo justo por Cufré; el pibe gana el despeje, gambetea entre dos, lo bajan y Falcón Pérez ignora la infracción, aunque al margen de esa y de un pisotón de amarilla del paraguayo Florentín a Medina en el amanecer del partido, dirigió bien.

En el epílogo, se agigantó Muslera en el juego aéreo. Llegó el pitazo con cinco adicionados. Y la barra del León, maltratada minuciosamente por los soldaditos de Toviggino, celebró con los jugadores en el Madre de Ciudades, a la vera del Hipódromo 27 de Abril, una victoria con muchísimos condimentos por todo lo acaecido en las últimas semanas.

Las 4 fechas a Carrillo, el comunicado del club, la amenaza directa del tesorero Toviggino a la institución, el glorioso pasillo de espaldas en Arroyito, la campaña anti-pincha de Carroza, Azzaro y demás nefastos en los medios, la inédita represalia de AFA para sancionar a Estudiantes mediante su denominado “Tribunal de Honor” en base a un reglamento fraudulento editado al ratito de haber derrotado a Rosario Central. Y la mística resurgiendo otra vez en momentos difíciles, fluyendo desde el Country de City Bell para alimentar el espíritu, retemplar la voluntad e iluminar la razón.

Vendrá Barracas en el patio de la casa del nuca secada, o los virgos en el 7emplo. Sea cual fuere el rival, y el que eventualmente toque a vuelta de hoja si el destino nos deposita en la Final, Estudiantes de La Plata inspirará respeto, pues cometieron la herejía de tocarle una fibra medular.
Salutti
Muslera: 7
Román Gómez: 6
Núñez: 7
González Pirez: 7
Arzamendia: 7
Medina: 8
Piovi: 8½
Ascacíbar: 6
Palacios: 5½ ⚽
Farías: 5
Cetré: 7
Benedetti: 6
Tobio Burgos: 5
Alario: 5

Histórico pasillo hacia los cuartos

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Fue de punto a jugar a Arroyito contra el equipo del amigo íntimo de “Chiqui” Tapia, el internacional Ángel Di María. Cuyos murales, como los de Messi, Dibu Martínez, Scaloni y cía., están siendo vandalizados a lo largo y a lo ancho del país por hinchas de disímiles camisetas a raíz de los desvergonzados despojos sufridos en los últimos meses por distintos clubes al medirse ante Barracas, Central Córdoba de Santiago del Estero, Riestra, el mismo Rosario Central, y Deportivo Madryn en el ascenso. El hurto a Huracán frente a Barracas fue obsceno. Lo de San Lorenzo anoche en el Madre de Ciudades, el enésimo atropello de la mafia del silbato y el VAR. El “Chiqui Tapia botón” se va replicando en casi todos los estadios. La gente siente asco. Y el repudio unánime a la inventada coronación de Rosario en la sede de AFA, retratada con una foto de Di María, Broun y Holan en un vehículo mostrando la copa junto a dos dirigentes, fue la gota que colmó el vaso.

El nefasto amenazador serial Toviggino, llegado al fútbol importante bajo el ala del operador macrista Angelici –socio y cómplice del Rey de la Fuga-, emitió un comunicado conminando a Estudiantes a realizar un pasillo de homenaje para saludar al flamante “Campeón de Escritorio” declarado días atrás en ese vergonzoso conciliábulo del poder carente de votación. El tweet del jueves por la noche con la contestación oficial de ELP acumula 12.400.000 reproducciones.

Y el Pincha se puso de espaldas cuando el Canalla pisó la cancha colmada, en una imagen contundente de “SOLOS CONTRA TODOS” que recorrió el mundo y ocupa las portadas de cientos de miles de páginas deportivas, portales, facebooks, instagrams, tik-toks, X y demás nichos sociales. “El que no salta es un inglés” fue la respuesta de la hinchada local, ridícula y encubridora por donde se la mire.

Ahí se empezó a ganar el partido, en medio de un clima bien caliente. Con ese gesto de grandeza que me recordó no sé por qué a ese tremendo filme titulado “El honor de los Prizzi”. Con la tempranera entrada de Cetré hombreando sin asco a Giménez. Con la subsiguiente murra de Piovi a Di María. Con la pierna fuerte de González Pirez al bravo Alejo Véliz. Con la seguridad de Muslera, la firmeza de Santi Núñez, la contagiosa personalidad de Román Gómez –un animal-, la garra de Arzamendia, la clase exquisita de Cristian Medina, el atinado andar de Amondarain y un comprometido Palacios, quien a los 10’ desperdicia un regalito de la zaga local y remata desviado casi desde el punto del penal.

A los de Holan les costaba, porque la retaguardia del León estaba muy metida, sin embargo Muslera se hizo enorme para tapar con todo su cuerpo un balón que tras un envío quieto se escabullía en rebotes y le quedaba servido a Sandez. Atrás, Rosario era permeable, y Cetré lo demostraba en un par de desbordes. No obstante, Farías calesiteaba en demasía, se limpiaba un rival, enganchaba, la pisaba, no la largaba, era rodeado e iba perdiendo una tras otra.

Hasta que a los 31’, al recibir de González Pirez, Tiago Palacios se la da cortada a Medina, que la deja pasar arrastrando su marca, Cetré recibe en posición de once en el vértice del área grande y clava un derechazo bien combado al segundo palo de Broun para la apertura gritada por los titulares en un racimo con los suplentes. Al rato, certero contragolpe comandado por Palacios, alarga para Farías, lo ve libre por el lado de enfrente a Cetré, le sirve el centro y el parcero, a la carrera, erra el zapatazo. Y en la mejor combinación del semestre, Medina, Amondarain y Palacios construyen un avance con paredes, rodeos y pisadas que termina en un tirito alto de Farías, siendo por concepto merecedor de red.

Dóvalo, que había llevado bien las riendas, con el 0-1 empieza a cobrar para Central. Le inventa un foul inexistente a Román Gómez en perjuicio de Campaz, y Di María le pega paralelo a la línea de fondo para hacerla rebotar en la parte externa del caño derecho. Esa tesitura arbitral se incrementaría en el complemento, pues de entrada, en el único error de Cristian Medina, González Pirez anticipa sin falta a Véliz y el referée le cede peligroso tiro libre a Di María, cuyo remate da en la barrera. Enseguida, Román Gómez y Campaz de nuevo a los manotazos, gana el lateral estudiantil, y el hombre de negro pita infracción. Ahí nomás, notable habilitación de Medina para Farías en una réplica, el ex Colón ingresa al área con pelota dominada luego de limpiarse a Komar, y remata al cuerpo de Broun en una chance inmejorable de 2 a 0.

Y comienzan las lesiones. De Núñez, reemplazado por Facundo Rodríguez a los 60’ después de golpearse con Véliz en los carteles publicitarios; al cabo abandonaría el estadio con una bota en su pierna derecha. De Farías a los 65’, para el ingreso de Alario, y acá quiero detenerme en el análisis. Farías tuvo dos acciones positivas, una en cada etapa, y es cierto, obsequió por individualista muchos esféricos. Pero Alario no puede moverse, corre en cámara lenta, salta para abajo y realmente cuesta creer incluso que integre el banco. Benedetti, Alexis Castro y Tobio Burgos sustituyeron a los 70’ a Cetré, Palacios, y Piovi, en ventana de tres variantes obligadas al sentirse Piovi, acusando seguramente tanto tiempo sin arrancar de movida. Y en esos veinte finales, más los alevosos 8 de adicional, el Tetra se limitó a pegarle para arriba y a aglutinarse cerca de Muslera, máxime porque Alario no aguantaba una para descansar al equipo, y Castro no entiende que una instancia semejante sólo admite dientes apretados. Benedetti y Arzamendia cubrían la punta derecha, Tobio ayudaba a Román en la de enfrente, y el fenómeno de Cristian Medina se multiplicaba incluso para raspar y tirarse a los pies. Un cabezazo de Véliz en el poste y un derechazo fortísimo de Lovera que rozó el vertical izquierdo de Muslera resultaron lo más claro del “Campeón”.

La frutilla del postre, en el primer minuto adicionado, fue la expulsión de Amondarain por segunda amarilla al barrer en tres cuartos de cancha a Copetti sin violencia. En un tiro libre a nada del cierre, Medina la puntea despacito y Dóvalo lo amonesta, aunque las acumuladas previamente se borran en estos playoffs y el crack podrá estar en Santiago.

Y la palpable impotencia rosarina contrastó en el pitazo definitivo con el festejo del plantel. Que en rodeo ajeno escribió una página memorable de dignidad para desgracia de los Azzaro, los Fino Yossen, los Tapia y los obsecuentes del mamarracho imperante, decorándola con un triunfo ataviado de clasifiación.

Estudiantes de La Patria, orgullo de la ciudad, del país y del mundo.

Salutti

Muslera: 8

Román Gomez: 8

Núñez: 8

González Pirez: 7½ 

Arzamendia: 7 

Medina: 8 

Amondarain: 7 

Piovi: 6 

Palacios: 7 

Farías: 5 

Cetré: 8 ⚽

 Facundo Rodríguez: 6 

Alario: 3 

Benedetti: 6 

Castro: 4 

Tobio Burgos: 5

Derrumbe insostenible

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Había que ganarle anoche a Argentinos Juniors. Sí o sí. Y se volvió a perder. Esa es parte de la cuestión de fondo, la de un equipo cuya producción de marzo hacia acá fue penosa, con la dignidad de la caída ante el poderoso Flamengo o la victoria ante los virgos como pequeños oasis en el desierto. Hay también un problema de forma porque Estudiantes no genera, no contagia, no motiva, ni transmite sensaciones en su juego apocado, lateral, cansino y reiterativo.

Una corrida mal definida por Cetré, cuando Fabricio Pérez entraba solo para empujarla, fue la única llegada clara del León en la primera mitad. El gol de López Muñoz, fusilando sin marcas a Muslera, mostró a Facundo Rodríguez en Disney y a Arzamendia viendo la acción de atrás; el sobrino de Maradona casi ni lo gritó por respeto al club donde quiso venir, sin embargo acá prefirieron pagar mucho más por Farías, o contratar paquetes del nivel de Castro, Alario, Funes Mori o Piovi, mientras por mucho menos dinero, por ejemplo, los Bichos compraron al pelado Fattori (ayer se comió la cancha) y al zaguero Francisco Álvarez, una muralla de elegante salida.

La sobriedad de González Pirez, la personalidad de Román Gómez y las pinceladas de Medina -desdibujado en el complemento- no bastaron. Muy poco de Fabricio Pérez, estado confusional de Ascacíbar, dudas en Amondarain, falta de profundidad de Cetré, velada negra del limitado Facundo Rodríguez, y lo de Tiago Palacios ya no llama la atención, pues continúa arrastrándose, sin peso ofensivo ni desequilibrio individual.

Luego del descanso, Núñez y Tobio Burgos reemplazaron a Rodríguez y Amondarain. El chico aportó su frescura y empató con un golazo de zurda, sin embargo, en la jugada subsiguiente, dos rechazos impresentables del citado central derivaron en un corner donde al mismo Núñez le ganan de arriba para que Alan Lescano -la rompió- aproveche el quedo de Medina en su marca y la empuje debajo del arco para decretar el 1-2.

El León acusó el mazazo, que de tan próximo a la igualdad no le permitió sentir el envión anímico necesario para torcer la historia. Y argumentos futbolísticos, hace rato no existen, máxime con la sapiencia de José Sosa en el banco. El calesitero Farías y el debutante Franco Domínguez ingresaron a los 70' por Fabricio Pérez y Palacios; el chico prácticamente ni la tocó en innecesaria exposición al incendio, el ex Colón intentó con su habilidad sin lastimar, ya que siempre encaraba ante dos o tres rivales. Y en el cierre, el DT metió a Alario, el sustituto natural de Carrillo, todo un símbolo del flojísimo rol dirigencial de la denominada Secretaría Técnica en la elección de jugadores.

El misericordioso coro de silbidos del final silenció algunos tibios aplausos que respondieron más a la fidelidad del hincha a los colores que a una retribución al plantel. Extraviado en un laberinto sin salida desde aquel 4-0 en La Paternal, el posterior 2-0 contra Central y la eliminación de la Copa Argentina por penales ante Aldosivi. En ese momento peligró el ciclo de Domínguez, en consonancia con la breve novela en torno a la garota Mangabosco. "En cuanto a mi continuidad, hay que ver qué es lo que quiere el club. Nunca dependió de uno. Ya me quisieron sacar este año", señaló el Barba en la conferencia dominical.

Otra de sus definiciones pone en evidencia la ausencia de autocrítica: "Yo creía y sigo creyendo en el potencial que tiene el grupo. Hemos crecido de la mano con el club y siempre voy a estar agradecido a este club y a la gente. En la semana le dije al grupo, o al menos yo lo tomé así, que había que tomar este partido como si fuese mi último día, pero con las ganas del primero. Me daba mucha motivación de seguir. Se tomará la decisión que tenga que tomarse". Como si viviese una realidad paralela, porque para alargar esta agonía, hoy a las 17 horas, Huracán no debe derrotar de visitante a Barracas, Defensa tampoco en su casa a Independiente Rivadavia, ni Belgrano en Córdoba a Unión de Santa Fe. Entonces, si sucede un milagro en tres estadios diferentes, "el potencial que tiene el grupo", sería puesto a prueba hipotéticamente por Central en Rosario para dirimir el primer playoff.


En términos médicos, urge desconectarle el respirador a un proceso desgastado. Sólo así podrá mantenerse vivo el recuerdo de lo que ya no es.
Salutti
Muslera: 5
Román Gómez: 6estu
Facundo Rodríguez: 2
González Pirez: 6
Arzamendia: 4
Medina: 6
Amondarain: 5
Ascacíbar: 4
Palacios: 3
Fabri Pérez: 4
Cetré: 5
Tobio Burgos: 7 ⚽
Núñez: 4
Farías: 5
Franco Domínguez: 4

"La vergüenza de haber sido, y el dolor de ya no ser..."

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Salvo el milagro de campeonar en el certamen, clasificando a los playoffs en la próxima y definitiva fecha, el balance 2025 de Estudiantes de La Plata es paupérrimo. No gana de visitante desde el 26 de julio, quedó afuera de todo, sólo estuvo a la altura en la serie contra el Flamengo, y muchas decisiones de su técnico ya rayan la ridiculez. ¿Cómo sostiene a Ascacíbar en una pierna, rengueando ostensiblemente, casi todo el primer tiempo? ¿O el DT está mirando Disney? ¿Por qué pone de titular al insulso “Pucho” Castro y manda al banco a Amondarain? ¿No observa el bajísimo nivel de Tiago Palacios, cuyo piso aún no se conoce?

Domínguez suspendió la conferencia de prensa de anoche, por primera vez en su mandato. Hubo una tensa discusión con Angeleri en el vestuario. Y su continuidad, discutida tanto en las redes cuanto en las tribunas, no sólo dependerá de una eventual cosecha en este torneo, sino también del des-armado del plantel.

“Jugamos mejor con 10 que con 11”, señaló Muslera al término del partido. En realidad se jugó mejor con 10 que con 9, pues Ascacíbar fue uno menos a raíz de su lesión, y Castro la ofició de turista, recordando a otros muertos similares, del estilo del uruguayo Sebastián Vázquez o Graciani. El gol de Tigre, equipito nomás, representó una obra maestra del terror: pérdida en el medio, réplica por la izquierda, tibio cruce de Núñez para cubrir a Román Gómez de su escalada por la banda, el balón deriva al corazón del área, y más allá del cuerpazo que le meten a Arzamendia, el cierre de Facundo Rodríguez es propio de un neófito, en error inconcebible, parecido al de la tempranera apertura en el Maracaná.

Después, la expulsión de Carrillo a los 40’, tercera de su carrera y segunda del año. Tira un manotazo, llama el VAR y es roja directa, desatando la catarata de improperios de Guido hacia el árbitro; juzgaron codazo en la cara, a mi juicio no lo toca, pero la extensión del brazo para sacarse de encima al zaguero lo condena. Si a Neves le aplicaron 3 fechas, al nueve le van a dar perpetua.

De esa etapa, un zurdazo de Arzamendia junto al caño derecho resultó la única aproximación seria del León, que encaró el complemento con otra actitud a partir de las variantes de Amondarain y Piovi por Ascacíbar y Castro. El chico de Bavio entró bien, con despliegue y compromiso, y del crack de Liga de Quito a “Keki” apenas le quedan pequeños destellos, porque comete ingenuidades insostenibles para un jugador de su cartel. De todos modos, de la mano de la calidad, determinación e inteligencia del distinto Cristian Medina, el Pincha acorraló a Tigre, y mereció largamente la igualdad. Cetré por la izquierda ganó casi siempre, las chances se fueron sucediendo con jugadas filtradas y buena circulación, el local se limitaba a rechazar, y ahí se notó la baja de Guido para empujarla. Sin embargo, esa de Medina a la carrera –recibió un patadón en el tobillo ignorado por el VAR-, el bombazo de Cetré a las manos del arquero tras limpiarse a su marcador, el disparo de Amondarain cerca del vértice luego de recibir la habilitación de Cetré, otra de Palacios al tomar un giro de Amondarain, enmarcaron a un dominio plausible que debió al menos culminar en un empate.

A falta de 5’, y con idéntico tiempo de agregado –otra vergüenza…-, mientras los de Victoria se cansaban de pegar con permiso, ingresaron Meza, Tobio Burgos y Farías por Román Gómez, Arzamendia y Tiago Palacios, éste reemplazado cuando venía levantando. Farías tiró dos o tres centros para los enanitos del jardín, Tobio se hizo cargo de las pelotas paradas, y Farías con su gambeta generó un par de tiros libres. Medina siguió intentando hasta el final, un nuevo final de ceños fruncidos, gestos tristes y semblantes preocupados. Cuesta abajo en la pendiente.

Derrotar el fin de semana venidero a los “Globetrotters de La Paternal” será una cuestión de honor, al margen del choque de escuelas. Con 21 puntos, el Tetra le lleva uno a Banfield (20), dos a Belgrano, Defensa y Huracán (19), y tres justamente a Argentinos Juniors (18). Una hipotética derrota debería traer aparejada la renuncia del DT, por supuesto. Y mediando noviembre cabe preguntarse, por el momento, dónde quedó la revolución…
Salutti
Muslera: 6
Román Gómez: 6
Facundo Rodríguez: 4½
Núñez: 5
Arzamendia: 5½
Castro: 3
Ascacíbar: 4
Medina: 8
Palacios: 5
Cetré: 7
Carrillo: 4
Piovi: 4½
Amondarain: 6

La inocencia Pincha y un arbitraje penoso

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


En partido muy parejo, Boca se llevó sin merecerlo los tres puntos de La Plata y dejó al León al borde un 2026 absolutamente doméstico si no pega una feroz levantada en los playoffs, siempre y cuando clasifique.

Pero cometió errores individuales garrafales, propios de amateurs, tan significativos que terminaron inclinando la balanza para el lado de la bosta en un encuentro donde los 20 minutos iniciales se jugaron con los arcos de adorno, con mucho toqueteo lateral de ambos bandos y nula profundidad.

Sólo Cetré, con un par de desbordes más sus centros posteriores, insinuaba peligro en el Pincha, y un tiro libre de Ceballos bien resuelto por Muslera fue la mejor aproximación de un visitante disminuido por la ausencia de Paredes. Sin embargo, hacia el cierre de la etapa, creció la participación de Medina, quien con gambetas y triangulaciones contagió en parte a sus compañeros, aunque Palacios continúa en modo surtidor y Amondaraín luce como atado a no arriesgar.

Y al filo del descanso, penal del limitado Facundo Rodríguez al agarrar a Ceballos, que le gana el costado en el giro y se le mete con decisión rumbo a Muslera. Ejecuta el propio “Changuito”, lo ajusta demasiado contra el parante derecho y la pelota, con el arquero estudiantil en el otro, da en la base del caño y sale.

De entrada, en el complemento, Palacios captura un rebote y su zurdazo combado le saca astillas al travesaño. Y enseguida, a los 49’, horror terrorífico de Román Gómez al rechazar de cabeza estando solito, pues se la entrega mansita a Giménez, éste asiste la digonal de Zeballos y su remate cruzado e inapelable al segundo palo deja parado a Muslera.

Ahí Medina toma la batuta del equipo, Cetré se agranda por la izquierda, y Estudiantes empieza a sumar, por actitud y juego, argumentos para lograr la igualdad. Que se produce a los 59’ con la picadita de Cetré al penal cometido por Marchesín a Medina, que en veloz slalom entre tres defensores llegaba hasta las barbas del golero xeneize, quien lo barrió abajo.

Después, ese frentazo anchito de Santi Núñez en corner de Arzamendia; el centro pasado que Cetré toma de sobrepique y tras rebotar en un zaguero le cae al costado a Palacios, que la engancha de taco para rozar el horizontal. Y un dominio local acentuado por el positivo ingreso de Neves a los 64’, junto a Meza, para reemplazar a los tibios Román Gómez y Amondarain. De la mano de “Bigote”, con la inteligencia de Medina para acelerar o hacer la pausa, más la movilidad de Ascacíbar y las ganas de Cetré, la sensación de victoria merodeaba el aire de UNO. A Guido, muy bien marcado por ese Señor Central llamado Ayrton Costa, no le quedó ni una clara.

No obstante, a los 88’, Neves lo tala abajo al gallego Ander Herrera, éste exagera como si le hubiesen cortado una pierna, el VAR condiciona, por supuesto, y si alguien a esta altura duda de la digitación de los resultados desde Ezeiza, al margen de los burdos arbitrajes a favor de Barracas, está viviendo una realidad paralela. Entonces Rey Hilfer modifica la amarilla de Neves por roja, en su primera infracción. Y el Barba, para el alargue, incluye a Fabricio Pérez, Piovi y Tobio Burgos por Palacios, Cetré y Medina, parando un 4-3-2.

A los ‘94, tiro de esquina de Tobio Burgos y el testazo de Santi Núñez encuentra los guantes de Marchesín. Rápido saque del guardameta auriazul, hay un rechazo, la toma Fabricio Pérez en la línea media, pierde el balón ante Ander Herrera al intentar un rodeo y genera la réplica, con descarga de Merentiel para el volante español vacío por la derecha, al que, en su afán de enmendarse, el mismo Fabri Pérez contacta de atrás a la carrera, a mi juicio afuera del área; Herrera se tira a la pileta al sentir el brazo del chico, en Ezeiza están jugados con Boca, quizás con una torta inimaginable de dólares, y cantan “atroden”. Merentiel no falla la pena máxima, y a cantarle a Gardel. Con lógica bronca, porque el Tetra había estado a la altura del compromiso.

El futuro, otra vez, pinta incierto. Sin objetivos importantes, Domínguez no seguiría. En los corrillos se habla de un numeroso éxodo de nombres para equilibrar las finanzas. Y la simple idea de un época de vacas flacas aterra, máxime por la inclinada pendiente sufrida por la Reserva del “Vikingo” Schunke. Ojalá se pueda entrar a los mata-mata, ojalá el plantel encuentre un motivo para regalarnos una ilusión. Ahora, si manejan todo en una sala de consolas al costado de la Riccheri, y ante la duda te enchufan en aras de la honorable pureza de la modernidad, no podemos ser tan pero tan verdes.
Salutti
Muslera: 6
Román Gómez: 4
Facundo Rodríguez: 5
Santi Núñez: 6
Arzamendia: 5
Medina: 8
Amondarain: 5
Ascacíbar: 4
Palacios: 5
Carrillo: 5
Cetré: 7 ⚽
Neves: 6
Meza: 4

Insuficiente 2 a 0 y fiesta, con un Medina descomunal

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


El Pincha amplió la paternidad en Uno al derrotar claramente por 2 a 0 a los virgos del Bosque, y el pretendido Clásico va dejando de serlo pues las diferencias futbolísticas, dirigenciales, estructurales e institucionales son abismales.

Frente a uno de los peores equipos de Gimnasi* que el autor de estas líneas recuerde, Estudiantes lo dominó desde el vamos, aunque sin profundidad y lateralizando demasiado. El único en romper líneas, con pases certeros y gambetas desequilibrantes, era Cristian Medina, frenado una y otra vez con infracciones. Bien Cetré como wing izquierdo, aunque faltaba el entendimiento debido con Arzamendia, Guido en su rol habitual de limpiador de espaldas al arco, el menor a mayor de Palacios lo iría convirtiendo en importante con el correr de los minutos, Román Gómez una fiera, y eran tan horrendos los 7riperos que varias pérdidas de Amondarain y Ascacíbar volvían enseguida a los pies pincharratas, porque los albiazules no conseguían realizar dos o tres pases consecutivos.

A los 11’ lo bajan a Cetré contra la raya, el colombiano toma el tiro libre, le pega combado, anticipa Palacios de cabeza y el poste izquierdo salva a un Insfrán que miraba; del rebote, otro centro y Carrillo la engancha en el aire de taco a las manos del arquero.

Pasaba el tiempo, la preeminencia local era ostensible, y al filo del descanso llega la apertura. Escalada de Román Gómez habilitado por Amondarain, envío pasado al segundo palo, Guido y Ascacíbar la pelean apareados arriba, creo que la baja el “Ruso”, y le queda redondita a Cetré para lanzarse en corta palomita, meterle el frentazo a la red e irse a festejarlo al banderín del corner mientras se besaba la camiseta.

Uno se imagina el factible “Muchachos, son espantosos, no les tengamos piedad” de Domínguez a sus jugadores en el entretiempo, ya que el León salió a pasarlo por arriba. Con un Cristian Medina desequilibrante e incisivo en posición de 10, tejiendo uno, dos, tres dribblings de galera y bastón para llegar hasta debajo de los tres palos visitantes. Con un jugadón de Román Gómez, quien imitó a otro Román para una pisada tremenda con calesita incluida que desairó a dos defensores, desatando un derechazo ancho al lado del caño izquierdo. E insuflado por el tempranero 2 a 0 de Carrillo a los 52’, al recibir un regalito inesperado de Max para definir con caño a Insfrán y liquidar absolutamente el pleito.

Medina no pudo empujar a la red un gran desborde de Palacios por derecha, Cetré desperdició una similar servida por Palacios, y la desigualdad era tan notoria que los últimos 20 estuvieron de más. Farías y Fabri Pérez por Cetré y Palacios a los 70’, Meza reemplazó a Román Gómez a los 75’, Sosa y Piovi entraron a los 85’ por Medina y Amondarain, y ese extenso “ole, ole, ole, oooole” durante una larga sucesión de toques de un lado al otro sintetizó la patente superioridad.

Un 4 ó 5 a 0 se hubiese ajustado mejor a lo observado. Aquel 4 a 1 del año pasado sellado con una ráfaga no fue ni por asomo tan cristalino. Y la celebración del plantel, con todos sus integrantes saltando el “minuto de silencio” en el centro del campo, hizo el éxtasis de la hinchada.

Muslera respondió en los tiros de esquina, la zaga no pasó sobresaltos, y los tres puntos colocan al Tetra momentáneamente al tope de su zona, con Defensa y Central Córdoba todavía por jugar.

Era una fija en el idioma burrero. Manejó el trámite y ganó sobrando, ante un contendiente con indiscutibles contornos de Primera B, cuyo flamante DT declaró en la conferencia, textualmente, “el funcionamiento no está funcionando”.

Entonces, pasaditas las 5 de la tarde, las calles de La Plata se llenaron nuevamente de bocinazos, de cantos y de gritos, celebrando la vida color albirrojo.
Salutti
Muslera: 7
Román Gómez: 8
Núñez: 6
Facundo Rodríguez: 6
Arzamendia: 6
Palacios: 7
Amondarain: 6
Ascacíbar: 7
Medina: 10
Cetré: 7 ⚽
Carrillo: 8 ⚽
Farías: 5
Fabri Pérez: 5
Meza: 6

Sigue pecando de boludo

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


La sabatina igualdad 1 a 1 ante Belgrano significó el tercer partido que Estudiantes merece ganar claramente y sólo empata. Similar al encuentro con NOB, pues ante Barracas nos robaron. Y anoche también apareció el manto negro del VAR, el que digita resultados, para ignorar por ejemplo el indiscutible penal a Medina.

Cristian fue de lo mejorcito, junto a un Ascacíbar muy metido para cortar y jugar, más el despliegue de Amondarain a pesar de algunas ingenuidades propias de su inexperiencia, y la verticalidad de Fabri Pérez no exenta de su colaboración para recuperar. Arriba, Carrillo se las arreglaba para bajar un avión del cielo, limpiando la mayoría de las jugadas. Y a la faz ofensiva le faltaba un hombre, porque el paupérrimo nivel de Palacios no encuentra fondo, y ayer volvió a mostrarse errático, desconcentrado, inapetente y a contramano de sus compañeros.

Después, un horror de Núñez en una salida obliga al cruce salvador de Facundo Rodríguez, quien recibe amarilla al quitarla limpita. Ahí aparece Don VAR, por posible roja, y el referee, abrumado por la evidencia, borra la amonestación. Así le dan el dulce al León, y trascartón lo chorean descaradamente en la citada acción de Medina al ser habilitado por el Ruso en una réplica, cuando la puntea por delante de su marca, le gana el lugar con velocidad, y el zaguero se lo lleva puesto. Previamente, airados reclamos por dos manos en el área pirata, una de Mavilla imposible de no ver, y por supuesto indultadas en Ezeiza.

De esa etapa, donde el Tetra manejó las acciones, hubo también una linda jugada colectiva que Román Gómez no conectó por centímetros entrando por atrás para recibir la cesión de Ascacíbar.

En el complemento, el local apareció con otra actitud en el campo, con más determinación, como si los gestos de disconformidad de Zielinski hubiesen eclosionado en el descanso. Apretaron los cordobeses, y un par de centros con dudas de Muslera generaron zozobra.

A los 57', tras un desborde de Fabri Pérez, Domínguez lo saca para poner a Alexis Castro, en cambio inexplicable, mientras Palacios seguía de turista, y dos o tres distracciones de Arzamendia abrían una puerta por su banda.

Y a los '68, en un pelotazo largo y alto, Núñez erra el cálculo, salta para cabecear el aire en error inconcebible, Uvita Fernández aprovecha el regalo y saca un misil inatajable que se clava en el ángulo de Muslera. Patética falencia del central, impropia de un jugador de primera.

Enseguida, en la desesperación, el DT reemplaza a Amondarain, Palacios y Medina por Neves, Farías y Cetré. Y a los ponchazos, con amor propio, el albirrojo comienza a arrinconar en el cierre al dueño de casa.

Antes de la aludida ventana triple, un zurdazo de Román Gómez desviado por la estirada de Thiago Cardozo. El rodeo de Guido para un disparo corto y esquinado de Medina. A posteriori, el cabezazo de Facundo Rodríguez sacado por el arquero al corner. Y en tiempo cumplido, con Sosa por Arzamendia a los 91', tiro de esquina desde la derecha, lo toma el crack de la 7, anticipa la zaga celeste, deriva para la posición de José Ernesto, controla, y contra toda lógica, con esa jerarquía innata de los diferentes, en vez de tirar otro centro se la cede a domicilio a Neves, libre en posición de 8 afuera del área grande; Bigote la manda combada de primera al segundo palo, Román Gómez la disputa en el salto, involuntariamente pega en su brazo, el rebote le cae a Facundo Rodríguez y su zurdazo, luego de pegar en el cachete de Compagnucci, termina en la red. Brian Ferreyra expulsa a Menossi por protestar, y sinceramente pensé en la anulación por parte de la mafia del VAR.

Así el León rescata un punto, en marcador más acorde con lo observado en el rectángulo. El enojo de Domínguez post conferencia de hizo viral en las redes, con la vehemencia no exteriorizada con Barracas. Y a una semana del Derby ciudadano, es innegable que la levantada general del equipo tropieza con gruesas equivocaciones individuales y baches pronunciadísimos de sus hombres. Por esos detalles, los que definen partidos, se han ido esfumando bastantes puntos. Y si en este contexto de elocuente mala intención de AFA encima le cuesta horrores convertir, la pendiente se torna muy empinada.
Salutti
Muslera: 5
Román Gómez: 5
Núñez: 2
Facundo Rodríguez: 7 ⚽
Arzamendia: 5
Ascacíbar: 7.5
Amondarain: 5
Medina: 6
Palacios: 3
Fabri Pérez: 5.5
Carrillo: 7
Castro: 4
Cetré: 5
Neves: 6
Farías: 5

El Pincha lo ganaba, pero Arasa salió de caño

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Es muy difícil analizar lo sucedido ayer en 57 y 1, como también habrá sido dificultoso para los jugadores de Estudiantes abstraerse de ese contexto doloso comandado en la cancha por el malhechor Nazareno Arasa, en el VAR por el maleante José Carreras, y desde las sombras por “Chiqui” Tapia.

Fue un robo descarado, premeditado con absoluta alevosía e impunidad. Uno recuerda el Arsenal de Julio Humberto Grondona, y eran nenes de pecho al lado del Barracas de Tapia. Cuyos hurtos son harto conocidos hace tiempo, aunque descarados en fechas recientes, tal el sufrido por Belgrano de Córdoba el fin de semana anterior.

Este domingo, Arasa se encargó de inclinar la balanza sin miramientos, cobrando todas las chiquitas para la visita, mirando para otro lado cuando Ledesma realizaba una ceremonia en cada saque de arco, y enardeciendo a la tribuna con interrupciones ridículas. Hubo un hecho que no pasó desapercibido durante la primera etapa, tras la sanción de foul a Muslera en un corner, y el ladronzuelo paró el partido para escuchar la “revisión”, no se sabe de qué; ahí sin dudas marcó la cancha, con el mensaje implícito de “el resultado lo manejamos nosotros”, y a partir de ese momento el despojo se iría acentuando de manera bochornosa.

El Pincha lo ganaba bien gracias al derechazo bajo de Carrillo al capitalizar a los 33’ un rebote al borde del área grande luego de un hermoso dribbling de Cristian Medina, la figura; previamente, Guido obligaba el estirón de Ledesma para desviarla por sobre el travesaño, después de un gran envío combado de un Fabri Pérez que se fue diluyendo con el correr de los minutos. Y Ascacíbar en su puesto natural, de 5, volvía a ser el “Ruso” importante, mientras Palacios nunca dejaba de intentar y Castro obligaba a preguntarnos por enésima vez por qué le dan la titularidad. En la zaga, firme Núñez, endeble Facundo Rodríguez al perder la mayoría de los duelos, criterioso Arzamendia y preocupado Román Gómez por la tremenda habilidad de Javier Ruiz, un gambeteador nato que lo tuvo a maltraer.

Un balazo en el horizontal de Muslera había sido la mejor aproximación de Barracas, comandado por la inteligencia de Iván Tapia, quien tejió tres o cuatro filigranas de enorme calidad. Y es dable imaginar un llamado al móvil de Arasa en el descanso, pues el árbitro salió armado a dirigir el complemento, dispuesto a apuntar al pecho del Club Estudiantes de La Plata con una 9 milímetros oculta bajo su camiseta naranja. Y vaya si lo consiguió. A los 49’, desborde de Ruiz, centro bajo y pasado, el cierre de Arzamendia con un rival genera un fortuito tiro a corta distancia a los guantes de Muslera, el balón queda boyando, Facundo Rodríguez quiere rechazar, Facundo Bruera le mete una plancha criminal merecedora de anaranjada, el esférico se eleva, Muslera trata de rechazar con los puños, lo obstruyen en el área chica cruzándole un brazo extendido a la altura del cuello, Candia aprovecha para empujarla de cabeza a la red en anotación viciada de nulidad, y más allá de la escasa determinación del arquero uruguayo, esa era al menos una infracción para revisar. Que el VAR no haya visto la de Bruera sólo es posible si en Ezeiza estaban mirando una porno o jugando al poker online; o quizás el sobre es demasiado grosso para favorecer al caballo del comisario en cualquier circunstancia adversa.

A partir de ese instante, el atardecer se degeneró por completo. El “Chiqui Tapia botón” atronó varias veces hasta apoderarse del ambiente. La amonestación de Ascacíbar enervó todavía más a la gente, porque el “Ruso” llegó antes, la punteó, le pegaron, quedó en el piso, al pararse rengueaba, y el cuatrero cobró al revés, mostrándole la amarilla a nuestro capitán. Meza, Farías y Cetré reemplazaron a los 64’ a Román Gómez, Castro y Fabri Pérez. E iba el León, contra su oponente y contra un juez parcial e infame.

La consagración de la estafa fue consumada con el gol anulado a Palacios. Centro de Meza, Carrillo habilitado se la baja a Palacios y Tiago habilitado convierte en el poste opuesto. Llama el VAR, trazan líneas ridículas, y como esas rayas azules y rojas no señalan ningún offside, José Carreras se viste de boquetero para perforar toda lógica dictaminando su anulación. Entonces Arasa, cómplice de Carreras en semejante arbitrariedad exasperante, ríe de costado en plena sustracción a la vista de todo el mundo. Y el encuentro sigue 1 a 1, con la sensación reinante frente a tan gigantesco hurto que era más sencillo derrotar al Flamengo.

Más tarde, el taco de Ascacíbar al cuerpo de Ledesma tras profunda incursión a fondo de Medina, y la redonda se escurre en el rechazo entre las piernas de Carrillo y Palacios, en chance increíble; el frentazo del “Ruso” al caño de un Ledesma vencido; el gol bien anulado de Cetré por posición adelantada; el tiro libre del colombiano, ya en el epílogo, que buscaba ángulo y Ledesma sacó con esfuerzo; y el “tomala vos, dámela a mí, vamo’ a matar un referee” inédito en UNO y creo que tampoco se entonó jamás en el Único, pues si la memoria no me falla, lo escuché por última vez en “la cancha que me llevó mi viejo”, esa de tablones y alambrados donde seguramente el fraude perpetrado no hubiera tenido lugar.

Con 15 puntos por disputarse, el Tetra se sitúa a 5 de la clasificación para la Sudamericana de 2026. Le regaló 2 a Newell’s en Rosario. Y otros 2 le fueron sustraídos sin miramientos un domingo 5 de octubre de 2025 en su propia casa. Nazareno Arasa, José Carreras. Personajes nefastos, de la calaña de Espert. No existen diferencias dentro de ese degradante plano de inmundicia. Paladines de la doble moral. Del cartón rojo y del silbato fácil, parientes directos del “cárcel o bala”. Ellos imparten una curiosa justicia, legislan para los poderosos, y destruyen sueños.
Salutti
Muslera: 5
Román Gómez: 5
Facundo Rodríguez: 4
Núñez: 6
Arzamendia: 5½
Castro: 3
Ascacíbar: 8
Medina: 8½
Palacios: 6
Fabri Pérez: 5½
Carrillo: 8 ⚽
Cetré: 6
Farías: 5
Meza: 5

Regaló dos puntos más

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


El empate 1 a 1 marcó la visita albirroja al Parque Independencia, donde no supo inclinar la balanza hacia su lado para regresar a La Plata con su sabor agridulce en el paladar.

Mejor el Pincha en la primera etapa, con Román Gómez hecho una fiera en su lateral, correcto Arzamendia en la de enfrente, buenas triangulaciones de Medina, Palacios y Piovi, poco nuevamente de Ascacíbar, contados pivoteos de Alario y desequilibrio permanente en el sanjuanino Fabri Pérez, atrevido, vertical e incisivo el “Facundo” del comentario televisivo.

Lo tuvo Medina, tras buena llegada a fondo de Palacios, pero la frenteó débil a las manos del arquero. Enseguida, corner desde la izquierda, Núñez la pelea arriba, queda boyando y la media vuelta exigida de Rodríguez sale a rastrón junto al poste. A vuelta de hoja, gran jugada colectiva desde el fondo en rápida réplica, Palacios habilita a Fabri Pérez, éste vulnera una vez más a su marca y con opciones de pase elige mal, pegándole con el perfil inverso por encima de la meta. Y trascartón, Medina “de prima” para Palacios al capturar un rebote, y el zurdazo del volante que se eleva sobre el horizontal. Casi al filo, penal para NOB que el VAR convierte en tiro libre contra el costado del área grande, por agarrón de Facundo Rodríguez a Herrera. Y el pitazo rumbo al descanso que dejaba sensación de injusticia, porque Estudiantes había sido claramente superior.

En el complemento, buena pared Alario-Palacios para el tirito pifiado de Tiago con su pierna menos hábil. Repunte local por algunas incoherencias de Facundo Rodríguez, un contragolpe comandado por Ascacíbar que él mismo concluye con un disparo a la posición del golero, los cambios de Farías y Carrillo por Alario y Palacios a los 63’, los de Eric Meza y Cetré por Román Gómez y Fabricio Pérez a los 72’, y la apertura de Meza a los 75’, yendo al fondo por gran cortada de Farías y definiendo de derecha contra el caño opuesto.

Con Núñez disminuido –se rehacía de un resbalón para tapar una con el alma-, Domínguez se equivoca al incluir a Neves por Medina a los 82’, sin observar que NOB buscaba con los ollazos y se imponía armar línea de cinco. Lollo desviaba apenas alto un testazo al anticipar al mismo Núñez, Muslera atrapaba abajo un buscapié del chico Guch. Ascacíbar y Piovi estaban fundidos. Y a los 91’, en uno de los tantos envíos aéreos, en tiro de esquina bastante dudoso, la peinan en el primer palo y Lollo la manda a guardar.

Un punto en lugar de tres, por errónea lectura del “Brujo”, el “Mago”, el “Barba”. Que enfrentó a un equipo cuestionadísimo, recibido de antemano por su hinchada con un unánime “que se vayan todos”. Y en contexto tan favorable no mostró la astucia analítica ni el libreto adecuado para retener la victoria.

Entonces, para el León fue una espléndida oportunidad desperdiciada de trepar a la cima de su zona. Baches inexplicables a pesar de haber merecido la victoria, como si faltase en determinadas situaciones la necesaria determinación. O quizás confunda al plantel la modificación táctica planteada por el DT, después del mejor partido de su ciclo con Benedetti por la izquierda. Ahora, le restan 6 estaciones para intentar salvar el año, y el futuro vuelve a ser incierto.
Salutti
Muslera: 6
Román Gómez: 8
Núñez: 6
Facundo Rodríguez: 5
Arzamendia: 6
Medina: 5
Ascacíbar: 4
Piovi: 5
Palacios: 5
Fabri Pérez: 7
Alario: 4
Farías: 6
Carrillo: 6
Meza: 7 ⚽
Cetré: 5

Irreprochable

 Análisis por Marble Arch


La serie penal eliminó al Pincha de la Libertadores, y una inequívoca sensación de injusticia quedó flotando en UNO, abarrotado de pasión copera. Porque el 1 a 0 hubiera sido suficiente con el "gol average" de visitante vigente durante décadas. Y el poderoso Flamengo, que venía con berretines de floreo y cartel de candidatazo, se encontró anoche con una versión aceitada del rival que lo acorraló en los últimos 25' del Maracaná, nunca pudo imponer su juego, y por esos imponderables de este deporte terminó perdiendo sólo por la mínima diferencia.

Dos disparos rasantes de Saúl -uno suave dio en la base del vertical-, y un cruce salvador de Facundo Rodríguez ante Pedro a ras del piso tras buena acción colectiva, fueron las únicas llegadas brasileñas en la primera mitad. Donde varios centros de Román Gómez, Benedetti y Arzamendia generaron zozobra en su zaga. Hubo una media chilena apurada de Palacios, un frentazo alto de Ascacíbar en un córner, un disparo rasante de Arzamendia controlado en dos tiempos por Rossi, el balón boyó reiteradamente en el área del Mengao, y empujado por su gente a partir de una previa verdaderamente descomunal, el León impuso su determinación. Con Benedetti y Román Gómez en nivel superlativo, con Guido peleándolas todas, con la movilidad de Palacios y Medina, y con un Santi Núñez que se iría asentando luego de algunos desajustes iniciales para completar gran actuación. Otra vez desentonó Ascacíbar, que iba a presionar muy alto, pagaba y veía las jugadas de atrás, resintiendo con su bajo nivel el tándem del eje conformado con Mikel Amondarain; éste perdió en un momento tres o cuatro fútbols consecutivos, pero luego dio la talla largamente.

La apertura, al filo del descanso, sobrevino de una bola aérea disputada con bravura por Carrillo, quien alcanza a peinarla, y Benedetti, entrando por atrás, la agarra de volea desde ángulo inclinado para sacar un zurdazo potente e implacable que Rossi ni ve pasar entre su humanidad y el primer palo.

El complemento tuvo la misma tónica. Tenencia pasiva del Fla, Estudiantes plantado sin sufrirlo, y avances locales que preocupaban a su huésped. El recurso de buscarlo a Carrillo desde los pies de Muslera mostraba la estatura de Guido para moverse de espaldas al arco.

A los 66', Castro y Cetré por Medina y Arzamendia, en variantes de tinte ofensivo. Luís Felipe ya había reemplazado a Pedro y al ecuatoriano Plata, sus desteñidas estrellitas ofensivas. Y el VAR le anula por offside chiquito el 2 a 0 a Benedetti, que definía como los dioses en mano a mano al recibir la asistencia de cabeza de Carrillo.

El mismo Vasco conjuró a pasitos de la línea la más profunda del Flamengo. Cetré ilusionó con sus corridas por izquierda, e incluso en una de ellas se hamacó hacia dentro para probar ancho a los tres palos, cuando Rossi atinaba a mirar. Fabri Pérez también aportó su energía al sustituir a los 81' a Palacios.

A los 92' pensando en los penales, Sosa y Alario por Guido y Amondarain. Y la tanda fatídica agigantó la figura de un arquero que tantas veces clasificó a Boca en instancias similares o decisivas. No pudo con la perfecta ejecución de José Ernesto Sosa, invicto desde los doce pasos, ni con la certera de Cetré. Sin embargo, se estiró para desviar a mano cambiada el tiro de Benedetti, contuvo sin problemas la masita de Ascacíbar (otro errado, y van...), sus compañeros colocaron las cuatro contra el rincón, y el codito de 57 celebró al final de la fiesta ajena.

Vinieron de banca, fueron punto, sudaron la gota gorda, terminaron de rodillas, y amén de haber colgado una bandera de Inglaterra a modo de provocación que seguramente la tétrica CONMEBOL ignorará, supieron que a Estudiantes de La Plata nadie, bajo ninguna circunstancia, se lo va a llevar puesto con la chapa. Tampoco con la de "Caballo del Comisario" blandida sin vergüenza por estos garotos, capaces de desacreditar en el escritorio y en cuestión de horas un fallo arbitral.

Una extraña mezcla de orgullo, bronca y desencanto envolvió la salida del estadio. Recordé en ese momento una novela de Sidney Sheldon, "Si hubiera un mañana", como un acto reflejo contorneado por una repentina sonrisa del alma.
Salutti
Muslera: 6
Román Gómez: 8
Facundo Rodríguez: 7
Núñez: 8
Arzamendia: 6
Medina: 5
Amondarain: 6
Ascacíbar: 4
Palacios: 6
Benedetti: 9 ⚽
Carrillo: 7
Cetré: 6
Castro: 5

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NO SE OLVIDEN...

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Homenaje a Caloi

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Gracias Revista Animals! / clik en la imágen para ampliar.

Wallpaper por Estudiantes

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