Análisis por Marble Arch
Canchita por Maraja
En la mejor actuación en años, Estudiantes derrotó apenas 1 a 0 al Corinthians tras haberlo borrado de la cancha, y en la tanda de penales quedó eliminado para consagrar una de las injusticias más grandes que se recuerden.
Párrafo aparte para el recibimiento al plantel en la plazoleta de 1. Impresionante, al punto de emocionarme ahora al escribirlo. Una postal del orgullo de ser de Estudiantes, del sentido de pertenencia, de la envergadura del club. Un filme de colorido único, de pasión infinita, de padres gritando con sus hijos, de abuelos alentando con sus nietos, mientras el cielo se prendía fuego y el micro de los jugadores avanzaba a paso de tortuga entre la multitud. Descomunal.
El gol de Méndez a los 50 segundos, primereando una bajada de Carrillo luego de gran centro de Sosa, precedió a una etapa inicial perfecta del León, por intensidad, absoluto predominio, continuidad de situaciones y brillante tarea colectiva e individual. El palo izquierdo les dijo "no" a Benedetti y Rollheiser, el arquero Cássio se revolcó varias veces, la pelota cruzaba el área chica de la visita, ésta no pasaba la raya central, y el 1 a 0 terminó cortísimo rumbo al vestuario pues 3 ó 4 a 0 hubiese reflejado el vapuleo con exactitud.
En el complemento fue amainando el ahogo, porque el desgaste había sido importante. Sin embargo, el León continuó yendo, una y otra vez. Ese derechazo de Sosa desviado con esfuerzo por el golero. El zurdazo de Rollheiser en el poste. El de Ascacíbar reventando el vertical opuesto, los ollazos peinados por Carrillo que no encontraban un compañero por centímetros, esa sacada a contrapierna por Cássio, y evidentemente, no quería entrar.
Recién en los últimos 25', después de las variantes, el Timao se animó a adelantarse en el rectángulo, a hacer diez pases seguidos, y en un par de réplicas merodeó el arco albirrojo. En ese momento, Zuqui reemplazaba al averiado Corcho, para enseguida correrse de 4 pues la urgencia de meter a Boselli obligaba a sacrificar a la fiera Mancuso. Entonces Sosa se paró de 5, y el Tetra lo buscó sin suerte hasta el final.
El Corcho y Ascacíbar rayaron a gran altura en el eje. Los laterales fueron dos leones. Rollheiser la llevó atada, Sosa la rompió con su clase privilegiada no exenta de sacrificio para colaborar en la marca incluso cuando ya no tenía energías, Carrillo y Méndez pivotearon bien, y en el fondo, la garra contagiosa de Santi Núñez disimuló algunos desajustes de Lollo. Dio la sensación, en el cierre, que al Pincharrata le faltó banco.
En los penales, la categoría de Sosa abrió la serie. Rollheiser caminó como el plebeyo que iba hacia las fauces de los leones en el circo romano, recordó el karma de Benedetto en Boca, se patinó y tiró una masita. La atajada posterior de Andújar nos dejaba en carrera. No obstante, Lollo y Ascacíbar reventaron el horizontal, y la fiesta se desató en el codito de 55 con la torcida paulista.
El equipo dejó todo. Mereció golear, y terminó con las manos vacías. Tuvo enfrente un arquerazo, potenciado por una versión Oje7e de la calculadora Cássio. "Desde que juego al fútbol, nunca jamás sufrí tanto un partido donde el rival no nos dejó ni mover", confesó a medianoche el zurdo Matías Rojas. Cualquier palabra estaría de más.
Salutti 💔
Andújar: 6 🦁
Mancuso: 9 🦁
Lollo: 6 🦁
Santi Núñez: 8 🦁
Benedetti: 8 🦁
Sosa: 9 🦁
Corcho: 9 🦁
Ascacíbar: 8 🦁
Rollheiser: 9 🦁
Carrillo: 7 🦁
Méndez: 7 🦁
Zuqui: 6 🦁