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Calamerettis con salsa Rollheiser

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Apoyado en un actuación brillante de su Nº10, el Pincha se trajo los tres puntos de Vicente López, apabullando en los 15 minutos iniciales a un local impávido y controlando el match hasta el final para un 2 a 1 bastante amarrete, pues al marcador reclamaba por lo visto un par de pepas más.

Sorprendió Domínguez con la inclusión de Méndez en lugar de Zuqui, y la apuesta le salió bien porque el uruguayo abrió tempranito el marcador al corregir con su cabeza el frentazo de Boselli, participó en el segundo al abrir para el centro de Godoy que Mauro ubicó donde quiso, y presionó las salidas junto a su compañero de ataque, quien de nuevo mostró su jerarquía en 45’ de muy buen nivel.

Cuando el León reguló el ritmo sobrevino el descuento de Platense luego de un genial dribbling de Vicente Taborda, que levantó el morro y la colocó lejos del alcance de Andújar en un tanto muy parecido por su concepción al de Enzo Fernández contra México.

Pero aun sin mantener la infernal intensidad de ese cuarto de hora inicial, Estudiantes generaba peligro en cada avance comandado por un Rollheiser activo, lúcido y punzante. Acertó siempre, gambeteó para adelante, aclaró de primera, y le sirvió el tercero a Boselli, salvado milagrosamente en la línea por el zaguero Vázquez.

En el complemento, Sosa sustituyó a Boselli, y las pinceladas del Principito convivieron con su falta de timming. En la mejor jugada colectiva del campeonato, armada con Rollheiser y anulada por presunto balón afuera en la llegada a la línea de fondo de Godoy, demostró cuánto sabe. Al rato, en otra pared con Benjamín, el derechazo de éste fue desviado con esfuerzo por el arquero. Y en el cierre dilapida una chance imposible, al entrar franco después de una peinada de Pellegrino –reemplazó a Méndez- y definir con un tirito a las manos del arquero.


Párrafo aparte para el Corcho, de nuevo un termómetro afinado a pesar de encontrarse como Lollo prematura e injustamente amonestado. Para los laterales Godoy y Benedetti, dos fieras, en especial por el lado de Leo. Para la firmeza de los tres centrales, con el citado Lollo otra vez sacando todo. Y para el incansable motorcito de Ascacíbar, molesto e insistente en cualquier parte del terreno. Andújar cumplió, Más no tanto al ingresar por Benedetti, y ya en el epílogo, donde el Marrón con voluntad se acercaba al área de Mariano sin generar demasiado temor, la felicitación de Domínguez a Rollheiser al cambiarlo por Eros Mancuso sintetizó el justo reconocimiento a la enorme noche del volante creativo.

Así, el Tetra extendió su imparable racha positiva, y puede viajar confiado al choque brasilero del martes venidero ante el Bragantino. El impulso es elocuente, el equipo ya viene demostrando lapsos de volumen importante con altos rendimientos individuales, los jugadores interpretan al técnico, y el humilde trabajo de cada día comienza a dar sus frutos.
Salutti
Andújar: 6
Godoy: 8
Santi Núñez: 6
Lollo: 7
Zaid Romero: 6
Benedetti: 7
Ascacíbar: 6½
Corcho: 7½
Rollheiser: 9
Boselli: 7
Méndez: 6½
Sosa: 6
Pellegrino: 5½
Más: 5

Tallarines a la Rollheiser

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


El buen momento albirrojo halló continuidad en la victoria por la mínima diferencia ante el bravo Talleres de Córdoba, un oponente de calibre a despecho de importantes ausencias.

De movida, un encuentro disputado e intenso, con el Pincha mejor que la visita gracias a la firmeza de Lollo en la cueva, a la pujanza de Godoy y Benedetti por las bandas, a la entrega de Ascacíbar, a la movilidad de Boselli y a algunos buenos encuentros de sus mediocampistas.

Una media vuelta alta de Boselli tras la escalada de Godoy, un cabezazo de Lollo rozando el poste izquierdo luego de la única pelota quieta acertada por Zuqui, y un gol anulado a Mauro por presunta mano de Godoy al anticipar a un zaguero en la acción previa, fueron las tres llegadas claras del León. Que hacia la segunda mitad del primer tiempo empezó a pifiar muchos pases en concierto de errores con Zuqui como abanderado, permitiendo el agrande de la visita comandada por la zurda de Garro.

Empero, el huésped prácticamente no animó peligro pese a los desencuentros de Andújar con sus defensores en balones llovidos, y sobre el filo del descanso, una guapeada de Benedetti por la zona izquierda del área encontró el rechazo de Guido Herrera al potente sablazo del lateral.

A los 5’ del complemento, pase preciso de Santi Núñez para Ascacíbar, éste pivotea para Godoy ubicado contra la raya, su envío bombeado al vacío busca a Rollheiser, el volante engancha y le pega rasante al palo izquierdo entre una maraña de piernas, para gritarlo con ganas luego de la débil respuesta del arquero y quitarse gestualmente la mufa.


La apertura del marcador, sin embargo, no permitió el afianzamiento local porque se reiteraron aquellos errores infantiles, Zuqui no daba pie con bola y la simplicidad del Corcho a un toque para serenar el juego no lo tenía de socio, aunque Rollheiser seguía activo y Ascacíbar se multiplicaba. Entonces, los ingresos de Piatti y Carrillo por Zuqui y Boselli ayudaron al ex River, quien antes de ser reemplazado por Discoteca Godoy se ganó los aplausos con un par de intervenciones positivas y un tiro libre ejecutado cerquita del caño.

En el cierre, los atisbos de sofocones fueron disipados por la cueva –Benedetti lució desordenado en la marca- y sólo esa de los 43” pifiada por Barrera al entrar por detrás lo puso a Talleres a un tris de igualar. En la ulterior de la noche, una pérdida de Discoteca en el vértice del campo, foul de Piatti en el retroceso –se retiró llorando con preocupante dolor de rodilla producto de presunta lesión ligamentaria- y el ollazo cordobés sin consecuencias precedieron el pitazo de Rey Hilfer.

Así, el Pincha le quitó el invicto al Tallarín con la injusta tristeza por las lágrimas del Plumero al encarar para el vestuario. El triunfo en honor al Narigón en el estreno de la camiseta conmemorativa a nuestro Dios dejó en el tintero su carga emotiva. Y Eduardo Domínguez, con 7 triunfos, un empate y una derrota (22 unidades), se convierte en el DT de Estudiantes con más puntos sacados durante sus primeros 9 encuentros dirigidos en los últimos 60 años.
Salutti
Andújar: 6
Godoy: 7
Lollo: 6
Zaid Romero: 6
Santi Núñez: 6
Benedetti: 5
Zuqui: 4
Corcho: 6
Ascacíbar: 8
Rollheiser: 7
Boselli: 5
Piatti: 6
Carrillo: 6
Discoteca Godoy: 5

Regaló un tiempo y goleó en el otro

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Unánime favorito de $ 1.12 en los servidores internacionales de apuestas deportivas, Estudiantes dilapidó un tiempo ante el humilde Tacuary, porque esa línea de cinco con un solo delantero le facilitó los planes defensivos a una visita plantada enteramente dentro de su campo, y más allá de la errónea anulación del VAR a los 37” quedaba la sensación que sobraba un defensor.

Eduardo Domínguez leyó lo mismo, en el descanso archivó la inicial estrategia timorata, puso a Carrillo por Guasone, a Piatti por Discoteca Godoy –no desentonó-, ambos entraron muy bien, ganosos, y el León terminó goleando al elenco guaraní.

De esa etapa primaria, tuvo una chance clara Benedetti ingresando por atrás para conectar por encima del travesaño el centro derivado de una combinación entre los dos Godoy por la banda opuesta; otra rechazada abajo a Discoteca por el arquero, luego de linda pared entre Rollheiser y Benedetti; la única para el huésped, en esa pérdida de Benedetti en posición de 10 que propicia la corrida solitaria de Hugo Valdez, y su disparo de larga distancia apenitas por arriba del travesaño de un Andújar muy adelantado; y el gol invalidado por el VAR, un cabezazo cruzado de Godoy después del envío de Rollheiser, cuando en su viaje al segundo palo la pelota no llega a ser tocada por Boselli, quien no estaba en offside al partir la jugada.


En la segunda mitad, las citadas variantes, presión desde el vamos y un campo inclinado hacia la valla de Servín. Lo pierde Boselli de taco, de espaldas al arco, tras una guapeada de Carrillo. Y a los 63’, ollazo pasado de Zaid Romero, recibe Godoy del otro lado, pase a la cabeza de Piatti y el testazo ubicado del Plumero hace una parábola perfecta para anidar en el ángulo y desatar el instalado nerviosismo. Trascartón, Piatti encara por el sector izquierdo, lo ve a Boselli solito por enfrente, Mauro controla, se demora un instante y su derechazo de media vuelta va a las manos del golero.

A vuelta de hoja lo esperan a Santi Núñez para un córner, sube en una pierna, le pega Zuqui en el vértice y el fullback sella el 2 a 0 con un frentazo de pique al suelo, para enseguida pedir el cambio por un calambre e irse ovacionado a las duchas. Lo reemplaza Eros Mancuso, el pibe pisa la cancha para jugar como hincha en una barrida de “Estudioooo” contra la banda, y con derechazo furibundo de afuera del área, desviado levemente por el cruce de un zaguero, mete el tercero tras toque corto de Zuqui en un tiro libre. A las 81’, mala salida de Andújar en el vértice del área, voltea al delantero, segunda tarjeta amarilla, y Sappa ocupa el arco suplantando en el terreno al ya insulso Rollheiser. Y en el final, notable dribbling de Mancuso, caño, pisada, lo busca a Méndez –a los 85’ relevaba a Boselli-, el uruguayo cede a Godoy, pase al vacío del lateral para Méndez, éste manda un buscapié rasante, Mancuso no llega a conectarlo pero Carrillo, apareciendo por atrás, empuja el fútbol a la red para coronar el marcador y también su elogiosa reaparición, pues las peleó todas, ganó muchas en el aire y abrió varios balones de primera para los laterales.

Así culminó una noche edificada de menor a mayor. Con frío en el arranque, incluso en las tribunas, como si el insignificante hándicap del oponente hubiese menguado el característico clima copero. La tibieza del planteo Pincharrata para afrontar el partido. La inteligencia de Domínguez para modificarlo en el momento propicio. La confirmación de Benedetti, al margen de aquella jugada comentada. El nivel de Leo Godoy. La firmeza de Zaid Romero y Santi Núñez. Otra floja tarea de Rollheiser, cansado de tomar malas decisiones. Los altibajos de Zuqui, con tantos aciertos de pelota quieta como donaciones infantiles en situaciones fáciles. La jerarquía del Corcho y de Boselli, importantes aun sin brillar. Y la frutilla pasada la medianoche por TV, sobre la hora allá en El Campín, para entonces dormir como angelitos.
Salutti
Andújar: 4
Benedetti: 7
Zaid Romero: 7
Guasone: 5
Santi Núñez: 7
Leo Godoy: 7
Zuqui: 6
Corcho: 6
Rollheiser: 4
Discoteca Godoy: 6
Boselli: 6
Carrillo: 7
Piatti: 8
Eros Mancuso: 7

Éxtasis de sábado por la noche

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Tras 15 años de sequía en condición de visitante, Estudiantes derrotó al alicaído Boca en la mítica Bombonera, gracias a una obra de arte de Mauro Boselli para sacar la mínima e indispensable ventaja.

Muy buenos 25’ iniciales del León, con marcada intensidad para el pressing extenuante, doblando el ritmo propuesto por el local y manteniéndolo lejísimos de Andújar. La solidez de la zaga, la jerarquía del Corcho, la voluntad de un Ascacibar apresuradamente amonestado y la inteligencia de Boselli para pivotear fueron los pilares de ese lapso.

Justo a los veinticinco, el ingreso de Pol Fernández por el lesionado e insulso Ramírez empezó a equilibrar las acciones, porque se juntó con Óscar Romero y la Bosta comenzó a merodear la portería de Andújar. Hubo un disparo ancho de Merentiel a la carrera, un cabezazo de Roncaglia a las manos de Mariano, y el xeneize lució un poco mejor rumbo al vestuario.

De entrada, en el complemento, Villa y Medina reemplazaron a Merentiel y Equi Fernández. Entonces, con la velocidad del colombiano enloqueciendo a Godoy y a Muñoz por la franja izquierda sobrevino una serie de zozobras, e incesantes peloteos durante veinticinco minutos contra una defensa muy bien plantada, donde Lollo fue de nuevo impasable y Zaid Romero rayó a la altura del compromiso. En el medio levantó Zuqui, y a falta de un cuarto de hora la sustitución del flojo Rollheiser por Matías Godoy resultó positiva, pues Discoteca entró pronto en sintonía y el Pincha, retemplado de los sofocones, entendió que podía ganarlo al advertir gruesas falencias de salida por el lado de Valentini, Alan Varela y el peruano Advíncula –relevó a Weigandt-, mientras iba cerrando la banda de Leo Godoy y mostraba personalidad por la de enfrente con el pibe Benedetti metiendo a destajo.

Un tiro libre alto de Zuqui encendió las alarmas de La Doce, y acaso presagió el golazo de Boselli a los 85’: triangulación a ras del piso entre Ascacíbar, Discoteca y Zuqui, éste recibe en posición de 8, levanta la cabeza, ubica a Boselli y pone un pase perfecto a media altura para la espectacular tijera aérea de Mauro, quien se eleva, impacta la pelota y la mete abajo contra el caño derecho, ayudado por la insuficiente respuesta de Romero. Recordó su pasado auriazul y no lo gritó.

Ahí un coro de silbidos armó el peor telón para despedir a los jugadores bosteros. La gente abandonaba el estadio antes de los 5’ de agregado, cuando Guasone ya había reemplazado a Muñoz –salió por un calambre- y Pellegrino al goleador. Con la camiseta sudada, el Tetra saboreaba un triunfazo para recordar por mucho tiempo, de esos que valen lo que pesan.
Salutti
Andújar: 6
Godoy: 5
Lollo: 8
Zaid Romero: 7
Muñoz: 5
Benedetti: 7
Rollheiser: 4
Corcho: 7
Ascacíbar: 6
Zuqui: 6
Boselli: 8
Discoteca Godoy: 6

Empate frío como la noche

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


El 0 a 0 de este miércoles ante Atlético de Tucumán, en un match programado para las 21:30 e iniciado orillando las 22.00 por los cortes de luz y desperfectos en la señal televisiva, dibujó un severo interrogante hacia el futuro próximo y desaceleró bastante el envión espiritual edificado por tres victorias consecutivas.

Estudiantes fue una lágrima, con errores reiterados en todas sus líneas, falencias individuales llamativas e incoordinaciones grupales preocupantes. Un equipo prácticamente inofensivo, que toquetea en demasía de un lado para otro con sus tres centrales, filtra el pase y pierde rápido en tres cuartos de cancha.

Anoche, a los 30’, Domínguez decide mover el banco, saca a Más e ingresa Discoteca Godoy para ocupar la banda izquierda en lugar de Benedetti, quien baja al lateral en lugar de Emanuel; éste se fue con cara de pocos amigos, visiblemente ofuscado, y la variante no surtiría efecto porque Godoy se cansó de caer en offside y de tomar malas decisiones. Su único acierto, un buen dribbling en diagonal cuando el partido moría, detenido con infracción que el árbitro dejó seguir por ventaja.

Dentro de un plano de suma paridad, el Pincha nunca fluía, y los tucumanos se las ingeniaban para complicar con el manejo del “Guante” Pereyra –un enganche exquisito- y la claridad de nuestro Bautista Kociubinski –crece paso a paso el crack formado en el Country-. En Estudiantes el trajín de Ascacíbar no alcanzaba, pues ni Rollheiser ni Discoteca armaban juego, no había sorpresa por las puntas, el Corcho erraba mucho, la soledad de Boselli así se acentuaba, y en el envite del roce, del meta y ponga, de esa intensidad tan en boga, la mandíbula del plantel luce floja desde la pretemporada.

De esa primera etapa quedaron en el tintero aquel robo de Mancuso en un rebote y su pase a Rollheiser, quien le pega con una servilleta; ese derechazo ancho de Ascacíbar después de un valiente desborde de Benedetti y del centro atrás pivoteado por Boselli; y un disparo alto –cuándo no!!!- del siempre tibio Benjamín. Por su parte, el Decano se anotó el cabezazo de Estigarribia devuelto por la unión luego de superar en el salto a Zaid Romero; un cierre fortuito de Andújar ante la pujante entrada de Ruiz Rodríguez, que en el pique relegaba a Muñoz y le erró al arco tras el manotazo insuficiente de Mariano; y un bombazo elevado de la fina zurda de Pereyra.

Párrafo aparte para Ezequiel Muñoz. Lo vi renguear de manera ostensible cuando caminaba, tardaba una secuencia más al acomodarse para patear, e indiscutiblemente no está bien. Trató de suplir las carencias físicas con su inmensa jerarquía, cuesta escribir este párrafo a sabiendas de cuánto la peleó, pero regaló cantidad de balones por dicha inferioridad atlética.

En los 20’ de arranque del complemento el panorama no se modificó. La situación ameritaba romper la línea de 5 con un volante o un delantero por un central. No obstante, Domínguez prefirió mantenerla, y a la usanza de Zielinski demoró una enormidad en abrir las ventanas restantes. Recién a los 73” entraron Leo Godoy y Pellegrino por Mancuso y Rollheiser, a los 81’ le tocó a Zuqui relevar a Ascacíbar, y de la mano de Leo Godoy tomando la lanza por su banda, recién en los últimos 10 ó 15 minutos el León pareció rebelarse empujado por la tribuna. En su mejor intervención de la velada, el Corcho trabó dos veces, abrió para la escalada de Godoy, su envío rasante buscó a Boselli, Mauro hizo un giro de más, y su media vuelta encontró el cierre de un zaguero. Antes, en posición dudosa, Zaid Romero –metió dos o tres pifiadas siderales- le quemaba con un frentazo las manos a Marchioni. Y sumemos esa citada de Discoteca, muy reprobado por los plateístas.

El sábado se viene el golpeado Boca en el Alberto J. Armando, trascartón el choque copero de entresemana en UNO, de la enfermería repondrían a Piatti, y Carrillo estaría muy justo para pisar la Bombonera. Sosa más lejos a la par de Palavecino, Santi Núñez a sus espaldas, y la rotura ligamentaria en el tobillo de Franquito Zapiola lo devolvería finalizando mayo. Panorama complejo en lo inmediato, y opción latente para varios chicos que esperan su chance. Lo de anoche no fue pesadilla por un pelito.

Otro tema. Empiezan los fríos, y ya a esta altura del año los cráneos de AFA no pueden organizar partidos a las nueve y media de la noche.
Salutti
Andújar: 5
Eros Mancuso: 5
Muñoz: 3
Lollo: 5
Zaid Romero: 5
Más: 4
Ascacíbar: 6
Corcho: 4
Rollheiser: 4
Benedetti: 5
Boselli: 5
Discoteca Godoy: 4
Leo Godoy: 7
Pellegrino: 5

El Pincha aprovechó la oferta

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Frente al pálido Independiente, uno de los peores conjuntos en danza y amenazado el sábado por su barra con terribles pasacalles “ganen o mueran” ubicados en la concentración, Estudiantes se trajo 3 puntos trascendentes para afianzar el envión anímico representado por estas tres victorias consecutivas.

Fue indiscutible el triunfo, porque el León lo dominó casi de lado a lado. Pudo irse en ventaja al descanso, pero falló en la puntada final, y en la más clara, que Boselli le baja de pecho a Ascacíbar, el remate del “Rusito” pisando el área chica reventó el travesaño. Hubo incisivas intervenciones de Más por su banda, otras de Godoy por la de enfrente, gran movilidad de un Rollheiser que suele tejer muy bien para terminar muy mal, acompañamiento de Zuqui, la ubicuidad cerebral del Corcho en el eje, la valentía de Ascacíbar para pisar la zona roja rival, el pivoteo incesante de Mauro, y firmeza en la línea de tres integrada nuevamente por Zaid Romero, Santi Núñez y Lollo, éste prácticamente impasable.

En el arranque del complemento, excelente pase a tres dedos del Corcho para Más, lo embiste el arquero, del corner sobreviene una serie de rebotes, un zaguero rechaza de cabeza y el mismo Corcho, de volea cruzada y de aire, clava el balón en el segundo palo de Rey.

Salió Santi Núñez lastimado e ingresó Ezequiel Muñoz para suplantarlo con altura, y a medida que avanzaba el reloj, los insultos de la tribuna local para sus jugadores daban vergüenza ajena en un club donde supieron tallar Bochini, Bertoni, Marangoni, Galván, Trossero, Clausen, Outes, Villaverde, Burruchaga, Garnero, Percudani, el Kun Agüero e innumerables nombres de galera y bastón. Con este plantel, ningún DT podrá hacer milagros, pues su baja calidad es elocuente. Y lo dirige un nefasto del talante de Doman, importante vendehumo televisivo devenido en directivo por efecto del dinero ("la plata puede comprar todos los libros, aunque no el conocimiento").

Discoteca Godoy y Méndez reemplazaron a Rollheiser y Boselli, éste con el aductor un poco cargadito. Tuvo el segundo Ascacíbar, pegándole desviado a la carrera. Y a los 40’, cuando nada permitía presumirlo, en un centro inofensivo Andújar tal vez no grita, Zaid Romero ensaya una pirueta antiestética y en su afán de despejar la manda mansita al fondo de la red, en acción para colgarlo de un mástil de UNO. Empero, el León saca del medio, lo bajan a Discoteca contra la raya, y el tiro libre de Zuqui encuentra la cabeza del mismo Zaid para redimirse al instante, todo en un minuto.

Ya al final del partido, con el score ajustado a los merecimientos, una guapa corrida de Godoy por su lateral lo encuentra solo mano a mano con Rodrigo Rey, peca de generoso y en lugar de enganchar para rematar de zurda o tomar otra decisión, le cede la pelota a Méndez, quien tenía la marca encima y no logra conectarla.

Ajenos a la estruendosa silbatina dedicada por la afición roja a su plantel, titulares y suplentes pincharratas apretaron los puños al coronar el abrazo, marchándose al vestuario con la sonrisa en el rostro por no haber resucitado a otro muerto. Y con la sensación, a corroborar, que el mensaje y el trabajo de Domínguez van delineando una idea. La inminente seguidilla ojalá ayude a confirmarlo.
Salutti
Andújar: 5
Godoy: 6
Núñez: 6
Lollo: 7
Romero: 5½
Más: 6
Zuqui: 5½
Corcho: 7
Ascacíbar: 6
Rollheiser: 5
Boselli: 6
Muñoz: 6
Discoteca Godoy: 6
Méndez: 5

Al compás del Corcho en la noche boliviana

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Ante un accesible Oriente Petrolero, el León se trajo los 3 puntos en su estreno por la Copa Conmebol Sudamericana, con una visita a Bolivia apoyada sin discusiones en dos pilares fundamentales, el Corcho y Godoy.

Más allá de la irresponsabilidad de Ascacíbar, expulsado a los 40’ por un codazo innecesario vigilanteado por el VAR, el dominio albirrojo se hacía patente por la banda derecha, donde Godoy hizo un surco. Y pese a los altibajos de Zuqui –levantó en el complemento- y de Rollheiser –terminó largas casi todas sus intervenciones-, el Corcho se comería la cancha, jugando a gran altura, clarificando siempre a uno o dos toques y marcando con categoría el compás de un equipo plantado con línea de tres, pues ni bien sacaba Andújar, ya Godoy y Benedetti estaban parados más allá de la línea divisoria de campos. Así, Estudiantes llegó varias veces, aunque careció de claridad en el área de enfrente por el aislamiento de Boselli o la falta de precisión en la última puntada. Y el local ni se acercó.

Pero la chambonada del Rusito al dejar a su equipo con uno menos en el arranque de una seguidilla infernal de partidos y con muchos compañeros en enfermería, ilusionó a Oriente para la segunda parte. Sin embargo, el acierto táctico de Dominguez en el entretiempo mostró un 4-4-1 tan clarito como eficaz, porque sacó a Santi Núñez de la cueva, metió a Más por el lateral de Benedetti y puso a éste a volantear por la izquierda en el lugar de Ascacíbar.

Creció Zuqui, Godoy siguió yendo, Andújar conjuró la más notoria de los bolivianos tras una pérdida en velocidad de Lollo al ser medido en mano a mano, el Corcho continuaba de patrón, y en un plano de imperfecciones mutuas, el orgullo platense siempre impresionaba mejor. Hasta que a los 63 viene un buen dribbling de Rollheiser en posición de 10, se la puntea a Zuqui antes de ser casi tumbado, se rehace, pica, la devolución de Lalalalalalá es perfecta, Benjamín entra solo frente al arquero, en vez de rematar se la quiere ceder a Boselli, el pase es largo, y para corregirlo aparece Godoy como un tren por detrás de Mauro para empujar la pelota a la red.

El cartón rojo a Lollo, a los 70’, resultó incomprensible. Quizás le cobró mancha. Allí Guasone reemplazó a Benedetti para acomodar el 9 frente a 11. Al rato hubo tarjeta amarilla por un manotazo al rostro de Boselli. Y otra para Mercado que el VAR cambió de color luego de un hachazo criminal al Corcho. El lungo Pellegrino ingresó a los 80’ por Boselli, las peleó con ganas, gozó de una chance después de inteligente habilitación de Más, reventándole las manos al arquero, y de una segunda al llevarse el fútbol de rebote que trató de colocar sin puntería contra la base del poste derecho.

En el cierre de 9 versus 10, los petroleros de las sierras buscaron en vano el milagro con centros cruzados. Mancuso sustituyó en el descuento a Rollheiser, Zuqui entendió cómo enfriar el trámite, y el León mantuvo el esfuerzo conjunto para abrazarse a una victoria pijotera en el score, ya que a despecho de la desventaja numérica, el desnivel de handicap fue evidente. El árbitro, por cierto, un verdadero payaso. 
 Salutti
Andújar: 6
Godoy: 8
Núñez: 5½
Lollo: 4
Romero: 6
Benedetti: 6
Zuqui: 6½
Corcho: 9
Ascacíbar: 3
Rollheiser: 4½
Boselli: 5½
Más: 6
Pellegrino: 6

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NO SE OLVIDEN...

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Homenaje a Caloi

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