Canchita por Maraja
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🇦🇹 Tres puntos esenciales 🇦🇹
— Por Estudiantes (@Por_Estudiantes) April 2, 2025
Tan esenciales como el análisis del GRAN Marble Arch
o la canchita de Maraja. A leerlo y disfrutarlo. https://t.co/SyDhFNooTm pic.twitter.com/BUSIKULVqK
El placer de verlo jugar, dirigir y hablar
Por Marble Arch
De pibe la rompía en los potreros capitalinos, y tuvo asidero en River Plate, donde la histórica envergadura del Beto Alonso lo privó de lucir la 10. Era el suplente de Pelé, y con su enorme calidad a cuestas cruzó el Atlántico hacia el Sheffield británico, para pasar en 1980 al Leeds United.
Hasta allí fue al año siguiente el Narigón, y mediante un ardid se trajo a Alejandro Sabella con el aval de Gerardo Correbo para integrarlo a un mediocampo de excepción al lado de Mandrake Trobbiani, Miguel Russo y el Bocha Ponce, ridiculizando a los tristes detractores escudados en el latiguillo del "antifútbol".
La descosió en Estudiantes con el mote de "Pachorra" y una agilidad mental de ajedrecista. En su zurda la llevaba atada, aquella histórica remontada hasta el 3 a 3 contra Gremio lo tuvo como eje y abanderado, ya era ídolo por el bicampeonato 81-82, y el cuadro de Porto Alegre, donde brillaba Renato, lo llevó para sus filas en las temporadas 85-86.
Paseó su fútbol a cuentagotas por el Brasileirao debido a algunas lesiones, volvió al León en 1986, jugó más tarde en Ferro y en 1989 colgó los botines en el Irapuato mexicano, después de haber regado cientos de canchas con su singular habilidad de paso cansino, casi chueco y chaplinesco, pero por cierto indescifrable.
Ayudó a Daniel Passarella en River, en la Selección, y cuando en 2009 se puso el buzo de DT del club que amaba lo condujo con camperita marrón a su cuarta Copa Libertadores de América en una noche alucinógena del Mineirão que emociona con sólo recordarla.
A pesar de la apretada derrota contra el mejor Barcelona de la historia en la Final del Mundial de Clubes, la impronta de Alejandro Magno quedó impregnada en la piel pincharrata y le abrió las puertas a la Selección Argentina. Y el placé de Alemania en Brasil 2014 enalteció el palmarés de su cuerpo técnico, conformado por Julián Camino, Alejandro Sabella y el Profe Pablo Blanco.
Los problemas de salud fueron minando posteriormente las reservas físicas del Maestro, aunque nunca su claridad conceptual ni su conciencia de compromiso social con los necesitados.
Escucharlo hablar era tan placentero como verlo jugar, incluso ya de grande en la principal del Country. Se prendía con Sosa, Enzo, la Brujita, el Chino, mostraba su clase intacta y les enseñaba el arte de la pausa.
Murió Sabella. El que aparecerá por siempre en los murales de City Bell, en los gritos de la gente, en los recovecos de Uno y en las banderas de la hinchada junto a Osvaldo Zubeldía y a Carlos Salvador Bilardo, en esa imperecedera trilogía de profesor, discípulo y alumno tan señera de la forma pincha de ser.
Partió el hombre. Y nos deja el inmenso legado de su mística. Un diamante en bruto para ser trasmitido, por cábala o costumbre, de generación en generación.
Pablo
Otra crónica de la desolación
Análisis por Marble Arch
Canchita por Maraja
El bodrio albirrojo tuvo un nuevo capítulo aciago en La Paternal, y la derrota por 1 a 0 deja a la dupla Chavo-Braña en la cornisa pues la anemia de triunfos y de goles se encamina hacia un registro histórico de signo negativo.
Estudiantes lo pierde desde los 6', tras un foul del torpe Bazzana, cuando el tiro libre ejecutado por el mejor lateral izquierdo del país, Elías Gómez, encuentra la complicidad de una barrera desarmada para colarse contra el poste zurdo de Andújar.
Iván Gómez levantó en el complemento, y de movida, luego de una buena cesión del Titi, a Leandro Díaz le ahogó el grito sobre la línea una providencial salvada de Quintana. Sin embargo, abajo éramos un verdadero Serenito, y cada avance del Bicho generaba zozobra. En uno de ellos, Hauche fusiló a Andújar, quien respondió al balazo con reflejos.
El ingreso de Ángel García por el Tití le dio movilidad a la banda derecha; en contrapartida, a Obregón le pesó la noche al reemplazar al turista Díaz, el gurí Romerito no se asentó al sustituir al averiado Ayala, y el invento llamado Cauteruccio pareció firmar el boleto de despedida con un cuarto de hora estrepitoso.
Y si bien el Pincha mostró un rapto de ganas, los errores individuales, la indudable falta de confianza generada por la extensa malaria y la ausencia de un estilo de juego componen letal mescolanza en este desesperante tobogán.
Una caída libre de contados parangones que pone también en el ojo de la tormenta a Alayes y al Presidente Verón como responsables de la paupérrima política de refuerzos.
Y si la pandemia ha evitado hasta aquí estruendosas silbatinas, en las redes sociales hay unánime reprobación a una gestión deportiva lastimosa.
Salutti
Andújar: 6Godoy: 4
Guzmán: 5
Colombo: 3
Bazzana: 2
Erquiaga: 4
Iván Gómez: 6
Ayala: 7
Tití: 5
Di Pizio: 5
Leandro Díaz: 2
Mauro Díaz: 5
Ángel González: 5
Obregón: 3
Romero: 4
Cauteruccio: 2
Insólito y vergonzoso
Por Marble Arch
En esa instancia, y dependiendo aún del resultado Patronato-Vélez, la TV tomó un explícito gesto de Mess*ra hacia Damonte, un "ya está" con sus manos, y también la inmediata contestación de Israel, asintiendo con su rostro al DT 7ripero, a quien además le mostró el pulgar para arriba del "todo OK".
De tal modo, el ex volante de Estudiantes se colocó por debajo de esa vara no tan imaginaria que separa la calidad de la ordinariez. Sin palabras.
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