❤❤❤ BIENVENIDOS A POR ESTUDIANTES ❤❤❤

Twitter @Por_Estudiantes

Diferencia de jerarquía

ESTUDIANTES 0
NEWELL´S 2

por Marble Arch

Newell’s se floreó en la noche platense, ofrendándole a su numerosa parcialidad –colmó la cabecera sur- una victoria contundente. Porque sus virtudes fueron potenciadas por las infinitas carencias del local. Porque si bien lo empieza ganando del vestuario con ese frentazo tempranero de Boyé al madrugar una zaga dormida, y se va al descanso 2 a 0 con una obra maestra iniciada por la calidad de Lucas Mugni para el remache de los primos Rodríguez tras un toqueteo de aire rematado en una volea tremenda que entra rozando el travesaño, entre esos dos tantos se encuentra con un compendio del terror llamado Estudiantes de La Plata. Y eso, inesperadamente, le facilita su tarea a alturas insospechadas, pues la complicidad del dueño de casa le abre puertas en cada centímetro del terreno. 
Horrores en todas las líneas, pases reiterados al adversario o a la banda lateral, cesiones cortas o demasiado largas, riesgosas complicaciones en cada salida, ninguna idea asociada, imprecisiones permanentes, y apenas un desborde de Auzqui por la izquierda cuyo centro atrás no prospera, o un disparo de Jara de larga distancia en esos 45’ para olvidar pronto. 
Uno imagina a Milito hablando en el entretiempo: “Muchachos, por favor, vamos a dársela a los de camiseta roja y blanca a rayas verticales”. Eran las palabras justas, acaso utilizadas por el entrenador para resumir una etapa de intenso terror. 
En el complemento, de movida, corrida de Auzqui por la derecha, ingresa al área, lo bajan de atrás y claro penal para descontar. Expectativa e ilusiones en el estadio. Pero Mendoza, tan opaco y timorato como el resto, la revienta al medio del arco para lucimiento del pibe Unsain. 
Allí, herido, el León le puso ganas. Visibles, aunque exiguas para cubrir tantas limitaciones. Nada de Acosta, las incongruencias habituales de Damonte agravadas por su rol de único cinco, los enredos caprichosos de Auzqui, la flojera de Mendoza, ciertos arranques del pibe Lucas Rodríguez –reemplazó a Pereyra, yendo Sánchez Miño de tres-, y la entrega de Cerutti tratando de armar juego o tirando diagonales. En uno de esos desbordes, el cabezazo de Azuqui rebota en un zaguero y le queda servida a Acosta, quien no logra definir al ser atorado por el arquero. En otro, en la mejor de Sánchez Miño en toda la velada, llega al fondo y su buscapié a rastrón no es conectado por centímetros por Cerutti. Sobre la hora, un tiro libre del sustituto Barbona desde la medialuna del área también encuentra a un inspirado Unsain para ahogarle el grito de gol. 
Claro que de contra, y de habérselo propuesto, la Lepra le llenaba la canasta. El travesaño salvó a Hilario y en dos o tres ocasiones pecaron de lujosos, mientras el Pincha tardaba quince o veinte toques de excesiva lateralización para pisar tres cuarto de cancha y chocar irremediablemente con su propia intrascendencia.
Si una frase sintetiza lo observado, esa frase es diferencia de jerarquía. La de Maxi Rodríguez, Mugni, el pibe Boyé, el joven Denis Rodríguez, Tonso, amén del desperdicio del Gato Formica en el banco. La pelota no les rebota, la controlan. Los pases van al pie, no al rival. Ocupan lugares con inteligencia, no se superponen. Pican vacíos, no sin sentido. Además corren menos que su oponente, al que desgastan con circulación limpia, obligándolo a desdoblarse. Y eso que físicamente el pincharrata ha progresado un montón. 
Ojo, no se trató de una producción magnánima de los rosarinos. Sin embargo, el desnivel de clase resultó determinante frente a un equipo que seguramente dejó cuanto tiene. Este es su techo si no está la Gata, techo necesitado de una urgente renovación del plantel. Pedirle más equivaldría a querer exprimir las piedras
Salutti 
Puntajes

H. Navarro: 5
Jara: 3
Schunke: 3
Desábato: 4
Pereyra: 5
Auzqui: 3
Sánchez Miño: 3
Damonte: 4
Acosta: 3
Cerutti: 6
Mendoza: 3

Lucas Rodríguez: 6

Barbona: 5

Horrores al margen, lo pierde Milito


Por Marble Arch

Aciaga velada en la lejana San Juan para Estudiantes. Que lo ganaba antes de los 10’ por el parietal de Damonte para anticipar un córner cerrado, mantuvo la ventaja hasta los 25’ del complemento, dentro de un partido muy corrido, trabado, disputado. Y acabó con las manos vacías, quedando eliminado de la Copa Argentina.

Pero claro, previo a la igualdad canalla conseguida por un grosero error de Hilario Navarro al meter en su propia valla un centro imperfecto de José Luis Rodríguez, quien vulneró un tibio cierre de Jarita, ya los de Coudet venían acorralando al León y acumulando méritos para empardar .

Sin embargo, otra vez, Milito vegetó con los cambios al mantener en la cancha a dos volantes decorativos –Auzqui y Barbona-, nulos para la creación e intrascendentes para la contención, máxime al no advertir que el equipo no agarraba la pelota ya a partir de los 10’ de la segunda mitad. A despecho de no pasar grandes sobresaltos atrás, donde Domínguez y Desábato se las ingeniaban para controlar a Ruben.

El desnivel en el marcador surge de una doble pérdida de Auzqui en posición de diez, cuando las ideas escaseaban y el pobre Mendoza continuaba jugando como toda la noche al llanero solitario. Contragolpe letal, llegada a fondo, cortada a la boca del arco y el centroforward de Central que madruga en su corrida a Damonte para hacer patito al fondo de la red.

Ahí mismo, con el 1-2 cual baldazo de agua fría, el DT pincharrata da una pauta de su falta de percepción y realiza las tres variantes juntas: Anselmo por Mendoza en sustitución incomprensible pues ahora urgía empatar, Rodríguez por el sombrío Barbona y el petiso Acosta –pifiaría un bombazo de larga distancia- por Damonte.

Quedaba un cuarto de hora, y la impotencia empezaría a repercutir a puro ollazo, frente a un adversario plantado firme en su propio campo y retemplado en lo espiritual por haber dado vuelta la tortilla. Entonces el nerviosismo se apresó de un tibio Cerutti, Auzqui terminó en una pierna, el Chavo se mandó de punta, Gil Romero siguió con dudas de todos los tamaños, y la Academia le perdonó la vida en un par de contraataques mal resueltos.

Una derrota justa, al cabo, porque si bien pegó temprano, careció luego de recursos para maniatar a un rival muy confundido de movida, permitiéndole progresivamente recobrar su identidad.

En la batalla de los técnicos, el Chacho primereó al sacar dos mediocampistas por dos delanteros para acompañar al pibe Lo Celso. Fue a los bifes. Durante el yerro de Hilario, Milito aún dormía la siesta norteña, y ahí tampoco le funcionó el despertador. Al caer de la cama, después que Auzqui la regalara junto a la línea de cal, ya era demasiado tarde.


Salutti
Puntajes
Navarro: 2
Jara: 4
Domínguez: 6
Desábato: 5
Pereyra: 6
Barbona: 2
Damonte: 6
Gil Romero: 3
Auzqui: 2
Cerutti: 4
Mendoza: 5

Anselmo: 3
L. Rodríguez: 4
Acosta: 5

VELEZ 0 / ESTUDIANTES LP 1



El Pincha se impuso en Liniers


Estudiantes, con 42 puntos, se consolidó en el sexto puesto de la tabla de posiciones (el último que clasifica a la Liguilla); mientras que Vélez, que apenas ganó uno de los últimos once partidos que protagonizó, se quedó con 25 unidades.

El primer tiempo tuvo un desarrollo muy pobre, ya que a los dos equipos les costó mucho generar situaciones de riesgo. Dentro de ese contexto, Estudiantes, con un 4-2-3-1, fue un poco más, y contó con una chance clara de gol, a los 28 minutos, con un cabezazo de Cerutti (dio en el palo izquierdo) y un remate de Carlos Auzqui (se estrelló en el travesaño), en la misma jugada.

Antes y después casi no pasó nada, a excepción de la plaqueta que se le entregó al zaguero de Estudiantes Sebastián Domínguez, por su anterior paso por Vélez.

Y en el partido en sí, un penal no cobrado para Vélez por una mano de Leandro Desábato dentro del área luego de un remate de Milton Caraglio, a los 5 minutos, y la salida de Gastón Fernández (posible desgarro en el isquiotibial derecho), a los 22 minutos.

El segundo tiempo tampoco fue muy entretenido, pero el golazo de Cerutti, a los 17 minutos, le puso algo de emoción al partido. La jugada la inició Auzqui por la izquierda, la continuó Luciano Acosta por el medio, se prolongó con Diego Mendoza y el ex Sarmiento la definió con un remate cruzado al palo derecho de Alan Aguerre.

El 1-0 fue un “mazazo” para Vélez, un equipo joven que está en pleno proceso de renovación, un conjunto que no se recuperó, más allá de que dispuso de alguna que otra chance de gol, y que pasó del 4-4-2 inicial a un 4-3-1-2. Y el resultado final derivó en una serie de insultos para el entrenador Miguel Ángel Russo, aunque la responsabilidad pasa más por la dirigencia, que decidió no traer refuerzos y apostar por los chicos del club.

Cómo cebar el mate ideal, por Palito Pereira



Entre tanto comentario futbolístico el lateral uruguayo se tomó un momento para explicar cómo se debe cebar un buen mate. La yerba, el agua, la bombilla y el mate en sí mismo, todo según los tips del futbolista charrúa. 

En la jornada de ayer CIELOSPORTS dialogó con Álvaro Pereira, y entre tantos temas futbolísticos, hubo una pausa para hablar de otro asunto muy importante cuando se trata de argentinos y uruguayos: el mate.

“El mate ideal tiene yerba uruguaya”, arrancó Palito, para explicar cómo debe ser preparado de manera correcta. “Después la temperatura del agua es de 85 grados”, continuó el lateral izquierdo charrúa que tiene el Pincha.

“Cuando se llena el termo va un chorrito de agua fría”, avisó el ex futbolista de Quilmes y Argentinos a nivel local, quien además explicó que “a la yerba también se le echa un chorrito para que la primera cebada no la queme”.

A la hora de prepararlo bien el mate es un elemento clave, y tanto los de plástico como los de vidrio salen perdiendo, aunque para Palito no hay excusas y no se anduvo con vueltas: “Si sos un buen cebador podés cebar en buen mate”.

“Con la bombilla no me vengan con esas de la burbujita, esas que inventaron ustedes”, avisó, en referencia a las que sirven para sacar la yerba. “A mí dame la bombilla tradicional y un mate amargo”, agregó desterrando la idea del azúcar.

Justamente pensando en el momento de cambiar la yerba, cerró entre risas: “Le saco un poco. La yerba hoy en día es oro, hay que hacerla valer. Cuando la cosa está dura hay que entreverarla con Rosamonte o alguna yerba de esas”.

Lo igualó con la camiseta

Por Marble Arch

El empate mantiene incólume la paternidad, pero el ex Clásico bien podría haberse ganado. El Pincha se equivoca de entrada, al prestarse a la suciela de los virgos para plasmar un trámite trabado de pierna fuerte y mala intención.


Era el negocio del más limitado técnicamente, premiado con el destino para irse al descanso en ventaja luego de dos distracciones consecutivas de la zaga local con el mismo jugador, Meza, quien se lo erra debajo del arco, entrando por detrás de todos, y a la siguiente se eleva solito al borde del área chica para fusilar a Navarro con un frentazo.

La posesión era albirroja, el manojo de nervios también, y hasta el entretiempo chocó una y otra vez con el férreo planteo defensivo de Troglio, amén de no encontrar los caminos porque Auzqui y Cerutti, sus dos puntas, bajaban bastante para entrar en contacto con la pelota, ambos se encimaban con los mediocampistas, la Gata quedaba enmarañada, y todo eso le restaba profundidad, más allá de algunos centros venenosos del Pocho desde la derecha. En uno de ellos, en un córner, Damonte –dejó la vida en el césped- salta junto al arquero tristero, lo anticipa arriba, Auzqui la mete y el árbitro interpreta una infracción imperceptible en la cancha.

En el complemento el León salió a empatarlo, agarró la manija, se adueñó del balón, también del campo, la Gata empezó a limpiar a modo de ventilador, y el enorme Leo Jara hizo recordar a aquel partido de José Ernesto Sosa contra Central en el estadio de Quilmes –la tarde en que Independiente le dio los puntos a Argentinos-, corriendo, quitando, gambeteando y poniéndose el equipo al hombro.
Estudiantes lo emparda tras un centro con mucha rosca de Palito Pereyra que Mendoza –había reemplazado a un inexistente Barbona- alcanza a puntear en el primer palo, para que Jarita, por atrás y cayéndose, la mande a guardar, subrayando de paso su cartel de figura principal.

Después, la búsqueda del desnivel hasta el final, con un cabezazo de Mendoza, un tiro libre alto de Desábato y un zurdazo de Cerutti desviado por Nicolás Navarro como principales chances, mientras Pedrito cambiaba al volante Álvaro Fernández por el carnicero Oliver Benítez para aventar dudas de su preferencia por el puntito. No obstante, al cierre, una corrida por la punta izquierda de Meza tuvo olorcito a penal de Jara, en acción de interpretación felizmente ignorada por Beligoy.

Gimnasia apostó a embocar una y aguantar el chubasco. Cumplió el plan a medias, pues no pudo sostener el karma de la historia. El único campeón de la ciudad no acertó la estrategia, error de Milito en los nombres y en la forma, por eso lo terminó igualando con el peso de su camiseta.


Salutti
Puntajes
Navarro: 6
Jara: 9
Domínguez: 4
Desábato: 6
Pereyra: 6
Barbona: 3
Damonte: 7
Gil Romero: 6
La Gata: 7
Auzqui: 5
Cerutti: 6

Mendoza: 6

Pescó un Tiburón y ahora va por los bagres

por Marble Arch 

Ante un oponente batallador, pero bastante limitado de recursos de acuerdo a apellidos y presupuesto, el Pincha obtuvo un pijotero 2 a 1 que en nada refleja lo observado, pues en función de la superioridad ejercida, un 4 ó 5 a 1 hubiese estado de acuerdo con el trámite.

No se trató de una superproducción, aunque sí de un trago previo fundamental en la motivación para encarar la cuenta regresiva hacia el Derby dominical. Y metiéndole intensidad en casi todo el partido, el León peloteó por momentos a Aldosivi. Que lo empata en una de sus contadísimas opciones, de cabeza tras un corner, luego de un penal dudoso sancionado a un cruce de Jara y desviado por Hilario en su enésima atajada desde los 12 pasos: para ese instante crucial exhibe la frialdad de un monstruo, en las salidas sigue dudando, de arriba y de abajo.

Estudiantes lo ganaba a los 27’ con una atropellada del pibe Rodríguez –a posteriori desaparecería…- para definir un centro de Auzqui, quien exigió siempre y se prodigó también en la recuperación, al igual que Cerutti; ambos puntas fueron ovacionados, compartiendo el cartel de figuras con la iluminada noche del petiso Acosta, lúcido para manejar varios contragolpes, y con la sobriedad de la zaga Schunke-Domínguez. Cerquita por impresión, la ubicuidad de Gil, la entrega de Damonte con sus yerros infaltables, y la correcta performance de los laterales; en especial de Leo Jara, cuya llegada a la raya de fondo, ya en el complemento, encuentra en su envío rasante hacia atrás el desvío casual en un pie rival para cambiarle la trayectoria al balón y colarlo, de carambola, contra el primer palo del arquero visitante.

El albirrojo dispondría después de tres o cuatro chances claras para cerrarlo, e incluso el ingresado Anselmo estrelló un frentazo en el poste, pero no logró estirar ventajas. Tampoco lo sufrió, porque las carencias del Tiburón son notorias, y comunes a muchos planteles extraviados en esta travesía de un fútbol enfermo de poder, negociados, multimillonarias malversaciones, pseudo-dirigentes devenidos en nuevos ricos, sobredosis de TV propagandística, barrabravas impunes y estadios inseguros.

Se acerca el ex Clásico. En los papeles previos, salvo el paseo sufrido en esta fecha frente a Racing, la seguidilla negativa de los tristes no debe llamarnos a engaño. No obstante, y sin tirar manteca al techo, el papá lo afrontará con mejor envión anímico en cuanto a resultados, para imponer el indiscutible peso específico de la camiseta a bastones verticales.

Salutti

Puntajes
Navarro: 6
Jara: 7
Schunke: 6
Domínguez: 7
Sánchez Miño: 6
Rodríguez: 5
Damonte: 6
Gil: 6
Acosta: 7
Auzqui: 7
Cerutti: 7

Barbona: 5
Anselmo: 6

En los penales, con Hilario es robo

Por Marble Arch

Camina por la cuerda floja en cada salida desde el fondo, religión del Ciclo Militto. Da ventajas en los centros, y en ese minuto 95’, cuando hizo vista, besó su poste izquierdo para agradecer el cabezazo rival desviado por centímetros. Pero a la hora de definir por penales, hay que sacarse el sombrero para hablar de Hilario Navarro. De nuevo figura al desviar tres, para depositar al Pincha en una nueva fase de la Copa Argentina. Como aquella noche ante los tristes en Mar del Plata. O contra Peñarol en el Centenario de Montevideo.

Del partido, intensísimo, quedaron sensaciones. De una Gatadependencia para tratar de asociar un juego armado. De la fragilidad defensiva para ir los dos centrales sobre el mismo hombre en la jugada del gol quilmeño, en lugar de salir el Chavo a tapar al que viene de frente con el balón dominado. De confusión después de los 20’ iniciales, donde el Cervecero le copó la franja media con Braña y Romero –eclipsaron a Gil Romero y a Damonte-, lo enloqueció con la habilidad de Druppy Gómez y lo maniató con la movilidad de todos sus hombres, robándole la posición. Entonces, el 0-1 de esa primera parte era justificado, máxime al repasar la apatía de Cerutti, la irresolución de Mendoza para moverse de espaldas al arco, la manifiesta irregularidad del equipo, la cantidad de fútbols rifados y la falta de precisión para ejecutar las pelotas quietas.

En el complemento, la lesión de la Gata significó un arma de doble filo. Porque, aun perdiendo a su jugador más lúcido, comprendió, por contrapartida, que debía poner la carne al asador para no quedar afuera del certamen. Acosta entró bien, y con Schunke, Jara y Sánchez Miño en el rol de abanderados, a pesar de los errores propios del nerviosismo por el tiempo que empezaba a apremiar, fue dable advertir una rebelión en la actitud para acorralar al adversario a base de amor propio.

Y llegó la fenomenal escalada de Jarita por el carril derecho, limpiándose uno, dos, la cabeza erguida, encaró para el corazón del área y se la cortó a Auzqui en perfecta asistencia, dejándolo solito para el empate.

A partir de allí, el León se agrandó hasta contar con tres o cuatro chances netas, una de ellas del mismo Jara rechazada por un zaguero en la línea. Y su triunfo parecía posible frente a un oponente ahora confudido, replegado, plenamente convencido de apostar la lotería de los 12 pasos. Aunque casi lo gana con un tiro libre desviado al lado del palo por Navarro, y por aquel comentado frentazo apenas ancho en el último suspiro, al que muchos vimos adentro.

Después, la fe de Schunke, la confianza de Mendoza y el disparo imperfecto de Cerutti a la red minimizaron el bochazo a la tribuna de Barbona. Y ellos cuatro, junto al cuerpo técnico y al resto del plantel se abrazaron en la ronda del festejo al enorme Hilario, el de las manos mágicas que ya son parte de la historia de Estudiantes.

Salutti

Puntajes
Navarro: 8
Jara: 8
Schunke: 6
Desábato: 5
Sánchez Miño: 7
Auzqui: 6
Damonte: 5
Gil Romero: 4
La Gata: 6
Mendoza: 5
Cerutti: 3

Acosta: 6
Barbona: 4

.

.

.

.

NO SE OLVIDEN...

NO SE OLVIDEN...

Homenaje a Caloi

Homenaje a Caloi
Gracias Revista Animals! / clik en la imágen para ampliar.

Wallpaper por Estudiantes

Wallpaper por Estudiantes
Si les apetece, pueden descargarlo haciendo click y podrán verlo en mayor definición.