❤❤❤ BIENVENIDOS AL GRAN RINCÓN PINCHARRATA ❤❤❤

X@Por_Estudiantes

Más de lo mismo, y es oscuro el porvenir

Análisis por Marble Arch
 

En la conferencia de prensa posterior a la derrota de anoche ante River por 2 a 1, Domínguez hizo alusión a la diferencia de recursos y de billetera entre ambas instituciones, situando a los de Núñez, junto a Boca, en un plano difícil de igualar. “No está bien, es la realidad”, sentenció.

Lo cierto es que el nivel pincharrata voló bajito durante toda casi la temporada, algunos triunfos aislados apenas significaron oasis en el desierto, sufre los encuentros, no consigue imponer condiciones, no transmite sensaciones duraderas, se aleja de la clasificación para las internacionales de 2026, y para evitar la sequía completa deberá sortear al poderoso Flamengo en los Cuartos de la Libertadores, acaso una barrera decisiva en el futuro de su DT.

Antes de los 13’, las gallinas ya estaban 2 a 0 ante un Estudiantes dormido. Por momentos, hasta los 20’, asemejaba un entrenamiento para la visita, que tocaba de primera, ganaba los anticipos, tiraba lujos y se floreaba ante un local impávido, inerme, que tenía un hombre menos en Alexis Castro, a Palacios irresoluto, y sólo a José Ernesto Sosa intentando armar juego con sus compañeros, mientras Ascacíbar se multiplicaba para tapar los huecos y Amondarain mostraba nuevamente que no le pesa ninguna responsabilidad.

Pero el arbitraje incidió sobremanera. Porque en la apertura, al margen del extraño quedo de Muslera en la línea, hay clara infracción de un rival contra Sosa, arriba del cual salta Galoppo para cabecearla a la red. Se pidió mano de Ignacio Fernández en el segundo, aunque no la hubo al frenar el rechazo defectuoso de Facundo Rodríguez, y el disparo rasante del ex 7ripero, luego de rozar en el mismo Rodríguez, se le coló al uruguayo, mientras González Pirez estaba sentido fuera del campo, en ingenuidad imperdonable. En otro horror del hombre de negro, era para roja y no para amarilla el cruce criminal a Ascacíbar de parte de Martínez Quarta –expulsado a los 39’ por un codazo en la cara de Sosa al saltar los dos en un balón aéreo-. Y en un envío pasado, Sosa quiere pegarle como viene y Acuña lo evita con un planchazo, en elocuente penal no sancionado. Aparte, todas las chiquitas para la banda roja, en un dolo a mano armada que no debe disimular empero las carencias albirrojas.

A los 18, González Pirez dejaba la cancha por lesión, e ingresaba un Santi Núñez muy nervioso en sus intervenciones iniciales. La gente seguía alentando y al filo del descanso, en un partido muy peleado y caliente, el León merodeó el área de Armani con un par de centros cruzados de Román Gómez y Castro. Poquísimo para un cuadro con pretensiones.

Para el complemento, Medina, Carrillo y Cetré por Palacios, Castro y Amondarain. Y esa segunda mitad mostró una cara diferente, porque los de Gallardo prácticamente no avanzaron, se dedicaron a hacer tiempo, y el Pincha, a los ponchazos, con acertadas incursiones de Medina, con los altibajos de Farías y el peso específico de Carrillo para el pivoteo, empezó a sumar merecimientos. Maxi Salas provocó a la tribuna con gestos ampulosos, era para echarlo, y el impresentable de Ramírez sólo lo amonestó.

A los 72, Leo Suárez sustituyó a Sosa, y de su zurda, si bien es livianito, nacieron algunas combinaciones. Hubo un disparo cruzado de Arzamendia. Un centro atrás que Carrillo dejó pasar y Cetré no pudo meter entrando solito por detrás. Otro tiro ancho de Farías. El VAR le anuló un tanto a Medina, quien apuró a Armani, lo obligó a rechazar exigido y la pelota, después de pegar en el volante, se metió mansita en el arco; era blooper del guardameta, lo salvó la mano casual del ex Boca. Y el descuento de Santi Núñez en el adicional fue un premio para el zaguero, que terminó bastante asentado de cara al jueves.

El aplauso del final retribuyó la actitud, con su dosis de indulgencia ante la inminente parada copera. Se puede hablar de un mal mercado de pases, de las lesiones, de un ciclo tambaleante hace rato y cuya agonía se va extendiendo in eternum, de la alarmante escasez de gol, de la imposibilidad de mantener una serie positiva, de la insistencia con jugadores absolutamente irrelevantes como Castro, de la ausencia de un extremo picante que desequilibre y genere, pues el techo de Cetré ya lo conocemos. De la falta de jerarquía. Si hasta Muslera, en los últimos partidos, parece haberse contagiado de las vacilaciones de su defensa.

Mejor finjamos demencia. Crucemos los dedos frente a una instancia de profundas raíces en la historia del club. Y parafraseando a Simeone, “el que no crea que no venga”. Claro, aquel equipazo de Verón, Alayes, Andújar, un Sosa imparable, Pavone, Braña, el Chino, el Tano Ortiz, Galván, Calderón, Lugüercio, Piatti, Pablito Álvarez y Angeleri, siempre daba motivos para creer.
Salutti
Muslera: 4
Román Gómez: 5
González Pirez: -
Facundo Rodríguez: 4½
Arzamendia: 5
Amondarain: 6
Ascacíbar: 5½
Sosa: 6
Castro: 3
Palacios: 4
Farías: 4½
Núñez: 6 ⚽
Medina: 6
Carrillo: 5
Cetré: 5
Leo Suárez: 5

El Flamengo se relame

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


En una actuación espantosa, con un planteo incomprensible pensando seguramente en la visita a Río de Janeiro, Estudiantes volvió a mostrar su peor cara para caer derrotado por 2 a 0 ante Central Córdoba en la provincia de la siesta.

Domínguez incluyó al discutido Piovi en el eje, junto a Amondarain y Ascacíbar, los cuales, sumados a Medina tirado casi de wing por la izquierda y Palacios por derecha, armaban una línea media de cinco jugadores, con cuatro internos. Que nunca le rindió y en la fecha no tuvo sorpresa, incidencia táctica, intensidad, juego asociado ni ambiciones, por el paupérrimo nivel general, por las gruesas falencias defensivas y porque Carrillo, solito arriba, también se contagió de la sintonía negativa ante un rival directo para atacar.

La tempranera ventaja local a los 5’, con una gran pelota de Discoteca Godoy a espaldas de Román Gómez y un centro atrás de Cufré que tras desviarse en González Pirez descoloca la débil respuesta de Muslera, empezó a desnudar las carencias del León.

Nervioso e inerme, el equipo jamás estuvo en partido, con Piovi, Ascacíbar y Amondarain errando muchísimos pases, Palacios en sus ya habituales nebulosas, y Medina sin peso pues por su lado Arzamendia no lo acompañaba para generar algo. Y de un error de Piovi al dejarse anticipar llega el segundo a los 10’, con una habilitación larga para Perelló por detrás de Facundo Rodríguez y su mazazo alto e inatajable para Muslera.

Aisladas acciones de Medina y Palacios no alcanzaban para esbozar una reacción, se perdían controles sencillos, se regalaban balones con el compañero a dos o tres metros, y por TV se apreciaron bastantes reproches entre los jugadores. Enfrente, los ex estudiantiles Leonardo Heredia y Discoteca Godoy eran incisivos, en los enésimos ejemplos de hombres intrascendentes con la roja y blanca, e importantes en otras instituciones.

Sobre la hora de esos penosos 45’ iniciales casi descuenta Carrillo en un centro pasado, pegándole con el hombro para obligar a Aguerre a mandarla al corner. Y de ese tiro de esquina, Guido la agarra de media tijera pero le sale bombeada al medio del arco, y el arquero carretero la saca por encima del travesaño.

En la mente de Domínguez, claramente obnubilada, la solución para afrontar el complemento fue el reemplazo de Piovi por el frívolo Alexis Castro. Además, con el tándem Ascacíbar-Amondarain funcionando bastante en los partidos previos, lo había desarmado para adelantar al pibe de Bavio, en insólito experimento. Y en la segunda mitad, con dicha variante, bajó a Mikel a su posición natural.

Sin embargo, el Pincha continuó zozobrando, sin ideas y sufriendo las réplicas santiagueñas hasta la ventana de los 61’, cuando Farías y Cetré sustituyeron a Palacios y Medina, en especial por el muy buen ingreso del ex Colón, que se mostró movedizo, puso tres cortadas bárbaras desperdiciadas por Cetré y trató de transmitir sus ganas en un contexto extrañamente apático. Todo el peligro albirrojo nació en la última media hora de sus pies.

A las citadas de Cetré, y a un disparo ancho de Farías, se le sumó una escalada a fondo de Arzamendia que no pudo conectar Carrillo a la carrera. Aunque la zaga era un compendio de horrores, con Facundo Rodríguez de principal intérprete, y ni los dientes apretados de Román Gómez lo salvaban del incendio grupal, mientras Muslera enloquecía en vanos intentos por despertar a sus compañeros. En varias ocasiones, los de Omar De Felippe toqueteaban hacia los costados y los nuestros miraban entregados, sin presionar.

Aparentemente se habría caído la venta de Palacios, y si sus eventuales compradores tenían algunas dudas, con su performance de la fecha las disiparon para siempre. Los 3 minutos adicionados no provocaron protestas del DT ni de los jugadores, completamente desdibujados, en elocuente postal del descalabro. El panorama copero, por lo visto hoy a la vera del Hipódromo 27 de Abril, pinta negro oscuro. Porque alarman la apatía y la falta de espíritu combativo evidenciadas. MÁXIME PARA UN PLANTEL QUE ARRANCÓ LA FECHA EN LA CIMA DE SU ZONA Y EN BREVE JUEGA 4tos. DE FINAL DE LA LIBERTADORES. Si eso no los motiva, o si el técnico no consigue ponerlo en valor dentro del alma de cada uno de sus dirigidos, estamos al horno.

Leo en Twitter una atinada reflexión: "Estudiantes es esto hace más de un año. Pequeños oasis en el desierto. Cuando parece que va a volver a acomodarse, el cuerpo técnico se suicida y los jugadores juegan como si fuese un amistoso".

Desconozco si Domínguez dio conferencia de prensa, ni quiero escucharla. En su lugar, por vergüenza, sacaría un comunicado por las redes pidiendo perdón a los hinchas y a la institución por semejante papelón.
Salutti
Muslera: 4
Román Gómez: 4
González Pirez: 4
Facundo Rodríguez: 2
Arzamendia: 3
Palacios: 3
Asacacíbar: 3
Piovi: 3
Amondarain: 4
Medina: 4
Carrillo: 5
Castro: 3
Cetré: 3
Farías: 7

Ganó sin brillar

Análisis por Marble Arch


El 1 a 0 de esta noche ante el humilde Aldosivi le permitió a Estudiantes sumar 3 puntos vitales para el futuro.

El resultado, amarrete, no refleja lo ocurrido. Y si bien Muslera tuvo otra actuación descollante, con dos atajadas espectaculares –a los 2’ un frentazo al lado del poste- y un timming excelso para adueñarse del área, las chances dilapidadas por Castro tras gran habilitación de Amondarain, por Guido luego de una asistencia de Medina, y por Cetré reventando el travesaño después de otra brillante habilitación de Mikel, y por Carrillo al desviar por encima del horizontal un buen tiro libre de Arzamendia, hablan en esos 45’ iniciales de una clara supremacía albirroja ante los aislados avances del rival.

Medina marcó los tiempos, Mikel volvió a imponer su presente esperanzador limpiando todas las pelotas, y aunque ni Castro ni el Ruso estaban en sintonía fina, Carrillo de espaldas al arco pivoteaba como de costumbre, y Cetré, a cuentagotas, insinuaba peligrosidad.

La apertura, a los 12’, sobrevino de un cabezazo de Carrillo desviado entre el poste y el arquero al corner. Allí la triangularon con toques cortos Medina, Arzamendia y Cetré, derivó para el colombiano, su envío bajo cruzó viboreante por delante de la valla, y por detrás apareció González Pirez para empujarla desde el suelo a la red. Además, el chico Amondarain trabó un balón con la cabeza para despertar el “Estudiaaaan” de los cuatro costados.

En el complemento, el León trató de regular las energías, pero los marplatenses se adueñaron del trámite, aunque sin profundizar. Tiago reemplazó a los 65’ a Cetré, un errático Sosa a los 71’ a Medina, y en la ventana de los 86’, Farías y Piovi a Castro y Amondarain. El segundo estuvo en los pies de Palacios, cuyo zurdazo reventó el caño derecho de Carranza, en un pase de Tiago que Carrillo no logró concretar debajo de la meta, en otra con los mismos intérpretes y frenteada por Guido a las manos del guardameta, y en una réplica tejida por Sosa e interrumpida involuntariamente por el árbitro cuando el 7 se iba solo a recibir la devolución.

Se ganó. Sin estridencias. Con errores no forzados en algunas salidas de Román Gómez y Facundo Rodríguez que agrandaron al oponente, y con la garantía brindada por la jerarquía de un Sr. Arquero, por la realidad llamada Mikel Amondarain, por la clase innata de Medina, y por la solidez de González Pirez. Ojo, enfrente estaba un cuadro con serias chances de descender, del cual sólo cabe rescatar al rubio Serrago. Y eso enfría un tanto el entusiasmo.
Salutti
Muslera: 8
Román Gómez: 5
Facundo Rodríguez: 6
González Pirez: 7 ⚽
Arzamendia: 6
Medina: 8
Ascacíbar: 5½
Amondarain: 8
Castro: 5
Carrillo: 6½
Cetré: 6
Palacios: 6
Sosa: 4½

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NO SE OLVIDEN...

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Homenaje a Caloi

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Wallpaper por Estudiantes

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