En el rumbo de la transición

Puesta nomás, caballeros. El ímpetu pincha y las urgencias millonarias no se sacaron ventajas en la otoñal tarde quilmeña, donde Estudiantes despidió a un jugador que le costará reemplazar.

River, sin merecerlo, quebraba el cero en el complemento con un zapatazo de sobrepique de Ferrari; y al rato, anticipando de cabeza un hermoso centro del Chino Benítez, el pibe Sarulyte ponía justicia en el score. Antes y después, superior manejo visitante, aunque sin profundidad; y mucho pressing del local, con sus ganas juveniles supliendo la falta de juego asociado, en un esquema férreo abajo, corredor en el medio y metedor en cada centímetro del terreno.

Así se iría yendo el partido. Terminó con las gallinas tirando toda la carne al asador para romper una igualdad que lo mantiene al alcance de la Promoción, mientras el León apostaba sus fichas a un contragolpe salvador. Al final, Núñez y Mercado probaron de afuera y a poco estuvieron de mandarla a guardar. Tampoco hubiese sido justificado, pues el empate le calzó al dedillo a un partido disputado de menor a mayor.

La ovación al Enzo de la gente, en un cambio emotivo por antonomasia, quedará en el tintero del alma. Fue la retribución de la tribuna al estandarte de excelencia representado por el mejor 8 del país, cuyo destino portugués es una consecuencia lógica de su nivel superlativo.

Volvió a cumplir, y con creces más allá del gol, el zaguero Matías Sarulyte, el sucesor natural de Fede Fernández. El chico Jara necesita pulir cuestiones que se corrigen con rodaje, pero posee atributos de clase que no se consiguen con gimnasio. Y Carrillo, en el área, obliga siempre, para que nos preguntemos si no sería inteligente bancarlo con la 9 en el próximo torneo; bien asistido, parece un proyecto serio.

El ciclo Berizzo -hoy suena a lejana pesadilla…- produjo la dolorosa pérdida de una impronta propia, señera en un lustro de superproducciones. Esta transición futbolística va acompañada del reloj institucional, en cuyo seno, durante la víspera, se logró una de las victorias más notorias del historial democrático del club, cuando quienes lo colocan por encima de todo evitaron estatutariamente su progresiva enajenación a manos de empresarios sin banderas.

La búsqueda de un DT acorde, la depuración del plantel, la adquisición de 2 ó 3 refuerzos imprescindibles bajo la premisa de calidad que mate cantidad, y la recuperación de JSV para disfrutar sus últimos cartuchos en óptimas condiciones, son algunos de los apuntes impostergables para la hoja de ruta. En su encabezamiento, con letras grandes, debe leerse: “Recobremos la identidad”.

Salutti

Gracias nuevamente Marble! huyyyaaaa!!!