Naufragio en el Tigre

La “Victoria” de Tigre, por 3 a 1, fue tan impensada de acuerdo al comienzo del partido como amarreta por su desenlace. Es que Estudiantes, por la movilidad de Jara y Núñez por las bandas, más el pressing alto de Gelabert, Braña, la Gata y Duván, lo arrinconó en los primeros 25’, ya lo ganaba a los 11’ con un golazo de tiro libre del “Pampa”, y su superioridad era tal que una corrida solitaria de Botta, definida ancha de contraataque, parecía traída de otra cancha. 

Pero la visita le empezó a encontrar la vuelta antes de los 30’, leyendo que el León era reiterativo en su circuito y carecía de vuelo creativo; entonces entendió el valor de animarse, sus lungos se apropiaron de los balones aéreos en las dos áreas, y los chiquititos habilidosos la entraron a poner bajo la suela. Hubo falta en el empate, un codazo claro en la cara del dubitativo Silva, y hubo extraño estatismo de Schunke en el 1-2 clavado de cabeza por Donatti, quien ya avisaba un ratito antes por la misma vía. 

El entretiempo no refrescó ideas, al contrario. Le dio aire al Matador para atreverse aún más. El palo evitó el tercero de Leguizamón en el arranque del complemento, y enseguida el Gori le atajó un penal a Gastón Díaz para enmendar una salida a destiempo que justificó su sanción. 

A esa altura, Botta y Matías Pérez García se hacían un pic-nic frente a una zaga desorientada –sólo salvó el honor la vergüenza de Iberbia-, a Galmarini no le dieron un penal clarito, y los cambios de Cagna (Carrillo, el pibe Correa y el Chino por la Gata, Jara y Gelabert) trataban de acomodar un tablero tambaleante; tal vez realizadas a tiempo, esas variantes erraron su concepción, porque Maxi Núñez no podía seguir adentro, Angeleri estaba dibujado –era cantado de cara a un hipotético “3 en el fondo”-, y al chico Correa no se lo debe cargar con responsabilidades similares a las padecidas por Paredes en la Bosta: con toda la pinta de crack, a los 18 años conviene rodearlo de un entorno diferente, seguro y triunfante. 

La sensación era que si jugaban tres días, el Pincha no descontaba, y un blooper del Gori Silva en un puntinazo fuerte del “Flaco” Peñalba de larga distancia, puso cifras más acordes con lo que se venía observando desde un rato largo atrás. 

En el cierre, los de Gorosito se florearon, sus parciales gritaban “oooole”, y el albirrojo buscó el descuento por la vía del ollazo, sumido en una impotencia rayana a la desesperación. 

Cagna, quien colgó a Román Martínez, comanda una brava travesía. Su barco luce averiado, y suenan las alarmas cuando recién salió del puerto, por eso precisa torcer rápido la compostura, a fin de encontrar las variantes para que no se le vaya a pique demasiado pronto: los últimos 60 minutos fueron de una zozobra innegable.

Los puntajes
Silva: 4
Angeleri: 2
Schunke: 4
Desábato: 4
Iberbia: 5
Jara: 5
Gelabert: 6
Braña: 5
Núñez: 5
Gata: 4
Zapata: 5

Carrillo: 5
Correa: 5
Benítez: 4


Salutti