🟥⬜🟥 VAMOS LEÓN!!! 🟥⬜🟥🦁

X@Por_Estudiantes

A vos, que sos hincha del Lobo…

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Promocionaron ofertas de viajes anticipados a Santiago del Estero. Merlini se veía “levantando el trofeo”. La AFA le había dado la excomunica a Carrillo, que sólo vería acción en una “hipotética Final”. Decían que el chico Nicolás Barros Schelotto era Kaká, el “Chelo” Torres el nuevo Batistuta, y Enzo Martínez la reencarnación de Passarella. En las oficinas públicas platenses, varios entusiastas ya habían solicitado los jueves y viernes venideros para trasladarse al Madre de Ciudades. En las redes difundían una cacería, envalentonados en la mitómana autopercepción de un "Eurolobo".

Y ante ese clima hostil, cargado de morbo por el irresponsable cartel de “Clásico del Siglo”, por el descarado pedido de Carrozza para que Facundo Tello pejudicara al León, por la negativa afista de indultarle una fecha a Guido, por el apoyo hacia los virgos de un importante arco de la sociedad por confundir esta lucha pincha con un inexistente propósito de tender hacia las SAD, Estudiantes fue al Bosque y se llevó la clasificación, aumentando la paternidad a 18 triunfos.

Al igual que ante Rosario y Central Córdoba, el encuentro se desarrolló como el Tetra quiso, y ahí volvió a radicar la clave de la victoria. Tuvo a un Muslera inmenso para desviar a mano cambiada un fútbol de Panaro que se le metía de emboquillada, y para convertirse en dueño absoluto del área ante la lluvia final de centros. A dos fieras en los laterales, con Román Gómez y Arzamendia en altísimo nivel. A un puntal en Santi Núñez, jugando como un hincha, y a un ladero importante en González Pirez más allá de una salida lejana a destiempo en la primera mitad. A Piovi muy asentado a pesar de su prematura amonestación; al “Ruso” Ascacíbar con una personalidad avasallante para correr, ordenar y participar, no obstante un par de cesiones imprecisas; a un Medina importantísimo cuando hubo que aquietar el ritmo, gracias a su clase innata, y si bien no estuvo tan fino al comandar los contragolpes, siempre preocupó; a Tiago metido en el partido, y siendo otra vez el autor del gol en oportuna aparición; a Cetré en llamas, para pedirla, desbordar, provocar amonestaciones, encarar siempre y servirle el tanto a Palacios; y a la nota disonante en un Alario lentísimo, causante de la mayoría de los avances 7riperos porque recibía de espaldas con sus compañeros en ataque, no la aguantaba, la perdía pronto o era anticipado, y allí se generaban las réplicas locales.

A los 16’ del complemento, bochazo de Arzamendia para Cetré, a espaldas de Pintado por la banda izquierda, el parcero lo va a buscar, Giampaoli le gana por centímetros el cruce pero erra el cálculo, entonces el colombiano lo salta, domina el balón contra la raya de fondo, levanta la cabeza y le dice “tomá hacelo” a Palacios, que debajo del arco lo empuja a la red. En la misma valla, el “Rayo” Godoy le marcaba a Gimn*sia años atrás después de una jugada similar, asistido por el “Tuti” Del Prette.

Enseguida, Zanira77o mete al caballo Briasco, al moreno Hurtado y al ligerito Merlo por Piedrahíta, Merlini y Panaro. Al toque, el Barba cambia a Piovi, Tiago y Alario por Amondarain, Alexis Castro y el pibe Franco Domínguez, éste con 18 años y bastante crudito para bancarse solo el chubasco, cuando Farías o Tobio Burgos parecían más lógicos.

Esas variantes retrasaron un tanto a la escuadra albirroja. Castro se estacionó en el carril derecho, alternando buenas con malas; y Mikel aportó su frescura en el eje, con presencia, cortes y energía. Sin embargo, el benjamín Domínguez no pudo suplir la intrascendencia de Alario para descansar al equipo, ya que sus ganas sucumbieron ante la mayor experiencia de los zagueros albiazules, aunque en una acción al lado del vértice de esquina lo empujaron dos veces y Tello ignoró la infracción. Previamente, le mostraba el cartón amarillo por un pisotón.

Los mensanas iban a los ponchazos, con pocas ideas y conmocionados desde la apertura. Su público mostraba un saludable silencio, interrumpido apenas por algunos arrestos inocuos de pashion y aliento. Pasada la media hora, “Pata” Castro sustituyó a Max, entonces el “Barba” reforzó la retaguardia con Facundo Rodríguez por Cetré, y trascartón Benedetti entró por un Arzamendia algo acalambrado.

Un par de contraataques pincharratas desaprovechados contrastaron con un dominio territorial inofensivo de los 7ristes, cuyos ollazos agigantaron la silueta de Muslera. La defensa lucía muy sólida. Y en la desesperación, Insfrán cruzó el campo para tratar en vano de cabecear el corner ulterior.

El festejo del único campeón de la ciudad se prolongó en los vestuarios del 7emplo, luego en Avenida 7 y terminó en un poblado Country Club de City Bell. Allí, cerca de las 13 horas, los jugadores habían aplaudido a los cientos de hinchas agrupados para despedirlos. Ya de noche, éramos miles recibiendo al Flecha Bus negro, convertido adentro en una discoteca, con el plantel cantando y bailando al ritmo de la gente, mientras una andanada de fuegos artificiales surcaba el cielo rojiblanco, justo a 5 años de la partida de Alejandro Sabella.

Hoy temprano alguien había colgado una bandera en la casilla ubicada sobre el alambrado de la cancha principal: “GANAR NO ES LO MÁS IMPORTANTE, ES LO UNICO”, con la firma de Bilardo. El resto es conocido. Un temor estructural, constituyente de tenues berretines rodeados de fortuna que confunden con la épica. El desprecio de nuestra mística, por maquiavélica retorsión de la realidad. El mellizo Guillermo en los palcos, como símbolo de la degradación generacional por haber entregado los puntos en su rol de DT de Vélez. Y la construcción de una aureola fétida, retroalimentada en el horror de la desgracia existencial.

Lo que venga frente a Racing será de añadidura. Si bien todos deseamos otra estrella, por supuesto, este lunes 8 de diciembre –Día de la Virgen- no estaba permitido perder en 60 y 118. Juez de un destino inexorable de sufrimiento, Estudiantes no podía cederle a un tercero el dictamen de esa sentencia. Y lo perpetuó.
Salutti
Muslera: 8
Román Gómez: 8
Núñez: 8½
González Pirez: 7
Arzamendia: 8
Palacios: 7 ⚽
Ascacíbar: 7
PIovi: 7
Medina: 7
Cetré: 9
Alario: 4
Amondarain: 7
Castro: 5
Domínguez: 5

Que lo lloren Carrozza y Toviggino

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


El Pincha suma y sigue. Tumbó al duro Central Córdoba allá junto al Puente Carretero, bajo un calor agobiante con sensación térmica superior a los 40º, y es semifinalista de la Liga.

Estudiantes se plantó desde el vamos, a sabiendas de la posibilidad de un alargue. Y reguló las energías a partir del sentido de ubicación de Piovi, siempre libre para darle muy buen destino a la redonda, a las pausas atinadas de Cristian Medina, a las ganas de Cetré y a la elocuente concentración defensiva, con dos pilares en Santi Núñez y González Pirez. Algo atados los laterales, el Ruso Ascacíbar fue creciendo con el correr de los minutos, y esos 45’ de Palacios, único amonestado cerca del descanso, eran los típicos de un cambio cantado, porque Tiago equivocaba los caminos. Incluso, en la mejor combinación colectiva, recibió en la media luna un pase de Farías y tiró una masita a las manos de Alan Aguerre.

La más clara albirroja, empero, había estado en los pies de Cetré, quien desborda por la banda izquierda, tira el centro que por poco no conecta Ascacíbar, sobreviene el rechazo, el parcero lo captura, primerea de sobrepique y saca un bombazo tremendo de derecha que el arquero local desvía con esfuerzo por sobre el horizontal.

De movida, en el complemento, un par de ollazos del Ferroviario generaron preocupación, pero las coberturas llegaron a tiempo en virtud de una elogiosa atención general. Piovi seguía mandando en el eje dentro de un trámite ralentizado por la alta temperatura, Medina tejía en la medida de lo posible, el trajín de Ascacíbar era importante para la obstrucción, y Farías, inadvertido en los 45’ iniciales, limpiaba algunos arranques al bajar para buscar los espacios vacíos en un equipo sin referencia de área.

Un error inconcebible de Palacios durante un avance generó una réplica santiagueña conjurada por la zaga. Trascartón, el mismo Tiago despertó del surtidor para robar una pelota en tres cuartos de cancha, encarar para el arco y rematar alto tras un rebote, cuando tenía a Farías solito a su izquierda.

Y a los 65’, Arzamendia por su lado se la tira combada a Medina, el crack en posición de diez controla de pecho contra la raya de los bancos, gira y hace pasar de largo a Abascia, lo ubica a Cetré por detrás de su marca, el colombiano a la carrera mete hermoso centro pasado y Palacios, libre por el sector opuesto, la calza de volea para llenarse el botín zurdo de gol.

Omar de Felippe ya había realizado cuatro variantes, y una de ellas, el centrodelantero Varaldo, reventó el travesaño de Muslera con un sablazo impresionante. Recordé a Andújar frente al Cruzeiro en el Mineirao, y me dije “ya está”.

Domínguez movió el banco recién después de la apertura, con una ventana triple donde Benedetti, Tobio Burgos y Alario sustituyeron a Palacios, el agotado Cetré y Farías. Enseguida, Facundo Rodríguez por Arzamendia, y el full-back se pierde el segundo con un zurdazo mordido al agarrar un esférico peinado por Ascacíbar luego de un tiro libre. Se pidió penal, se armó una escaramuza y quedó ahí. Sosa por Medina a los ’89, para ponerle un pelotazo largo a Tobio Burgos salvado con lo justo por Cufré; el pibe gana el despeje, gambetea entre dos, lo bajan y Falcón Pérez ignora la infracción, aunque al margen de esa y de un pisotón de amarilla del paraguayo Florentín a Medina en el amanecer del partido, dirigió bien.

En el epílogo, se agigantó Muslera en el juego aéreo. Llegó el pitazo con cinco adicionados. Y la barra del León, maltratada minuciosamente por los soldaditos de Toviggino, celebró con los jugadores en el Madre de Ciudades, a la vera del Hipódromo 27 de Abril, una victoria con muchísimos condimentos por todo lo acaecido en las últimas semanas.

Las 4 fechas a Carrillo, el comunicado del club, la amenaza directa del tesorero Toviggino a la institución, el glorioso pasillo de espaldas en Arroyito, la campaña anti-pincha de Carroza, Azzaro y demás nefastos en los medios, la inédita represalia de AFA para sancionar a Estudiantes mediante su denominado “Tribunal de Honor” en base a un reglamento fraudulento editado al ratito de haber derrotado a Rosario Central. Y la mística resurgiendo otra vez en momentos difíciles, fluyendo desde el Country de City Bell para alimentar el espíritu, retemplar la voluntad e iluminar la razón.

Vendrá Barracas en el patio de la casa del nuca secada, o los virgos en el 7emplo. Sea cual fuere el rival, y el que eventualmente toque a vuelta de hoja si el destino nos deposita en la Final, Estudiantes de La Plata inspirará respeto, pues cometieron la herejía de tocarle una fibra medular.
Salutti
Muslera: 7
Román Gómez: 6
Núñez: 7
González Pirez: 7
Arzamendia: 7
Medina: 8
Piovi: 8½
Ascacíbar: 6
Palacios: 5½ ⚽
Farías: 5
Cetré: 7
Benedetti: 6
Tobio Burgos: 5
Alario: 5

Histórico pasillo hacia los cuartos

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


Fue de punto a jugar a Arroyito contra el equipo del amigo íntimo de “Chiqui” Tapia, el internacional Ángel Di María. Cuyos murales, como los de Messi, Dibu Martínez, Scaloni y cía., están siendo vandalizados a lo largo y a lo ancho del país por hinchas de disímiles camisetas a raíz de los desvergonzados despojos sufridos en los últimos meses por distintos clubes al medirse ante Barracas, Central Córdoba de Santiago del Estero, Riestra, el mismo Rosario Central, y Deportivo Madryn en el ascenso. El hurto a Huracán frente a Barracas fue obsceno. Lo de San Lorenzo anoche en el Madre de Ciudades, el enésimo atropello de la mafia del silbato y el VAR. El “Chiqui Tapia botón” se va replicando en casi todos los estadios. La gente siente asco. Y el repudio unánime a la inventada coronación de Rosario en la sede de AFA, retratada con una foto de Di María, Broun y Holan en un vehículo mostrando la copa junto a dos dirigentes, fue la gota que colmó el vaso.

El nefasto amenazador serial Toviggino, llegado al fútbol importante bajo el ala del operador macrista Angelici –socio y cómplice del Rey de la Fuga-, emitió un comunicado conminando a Estudiantes a realizar un pasillo de homenaje para saludar al flamante “Campeón de Escritorio” declarado días atrás en ese vergonzoso conciliábulo del poder carente de votación. El tweet del jueves por la noche con la contestación oficial de ELP acumula 12.400.000 reproducciones.

Y el Pincha se puso de espaldas cuando el Canalla pisó la cancha colmada, en una imagen contundente de “SOLOS CONTRA TODOS” que recorrió el mundo y ocupa las portadas de cientos de miles de páginas deportivas, portales, facebooks, instagrams, tik-toks, X y demás nichos sociales. “El que no salta es un inglés” fue la respuesta de la hinchada local, ridícula y encubridora por donde se la mire.

Ahí se empezó a ganar el partido, en medio de un clima bien caliente. Con ese gesto de grandeza que me recordó no sé por qué a ese tremendo filme titulado “El honor de los Prizzi”. Con la tempranera entrada de Cetré hombreando sin asco a Giménez. Con la subsiguiente murra de Piovi a Di María. Con la pierna fuerte de González Pirez al bravo Alejo Véliz. Con la seguridad de Muslera, la firmeza de Santi Núñez, la contagiosa personalidad de Román Gómez –un animal-, la garra de Arzamendia, la clase exquisita de Cristian Medina, el atinado andar de Amondarain y un comprometido Palacios, quien a los 10’ desperdicia un regalito de la zaga local y remata desviado casi desde el punto del penal.

A los de Holan les costaba, porque la retaguardia del León estaba muy metida, sin embargo Muslera se hizo enorme para tapar con todo su cuerpo un balón que tras un envío quieto se escabullía en rebotes y le quedaba servido a Sandez. Atrás, Rosario era permeable, y Cetré lo demostraba en un par de desbordes. No obstante, Farías calesiteaba en demasía, se limpiaba un rival, enganchaba, la pisaba, no la largaba, era rodeado e iba perdiendo una tras otra.

Hasta que a los 31’, al recibir de González Pirez, Tiago Palacios se la da cortada a Medina, que la deja pasar arrastrando su marca, Cetré recibe en posición de once en el vértice del área grande y clava un derechazo bien combado al segundo palo de Broun para la apertura gritada por los titulares en un racimo con los suplentes. Al rato, certero contragolpe comandado por Palacios, alarga para Farías, lo ve libre por el lado de enfrente a Cetré, le sirve el centro y el parcero, a la carrera, erra el zapatazo. Y en la mejor combinación del semestre, Medina, Amondarain y Palacios construyen un avance con paredes, rodeos y pisadas que termina en un tirito alto de Farías, siendo por concepto merecedor de red.

Dóvalo, que había llevado bien las riendas, con el 0-1 empieza a cobrar para Central. Le inventa un foul inexistente a Román Gómez en perjuicio de Campaz, y Di María le pega paralelo a la línea de fondo para hacerla rebotar en la parte externa del caño derecho. Esa tesitura arbitral se incrementaría en el complemento, pues de entrada, en el único error de Cristian Medina, González Pirez anticipa sin falta a Véliz y el referée le cede peligroso tiro libre a Di María, cuyo remate da en la barrera. Enseguida, Román Gómez y Campaz de nuevo a los manotazos, gana el lateral estudiantil, y el hombre de negro pita infracción. Ahí nomás, notable habilitación de Medina para Farías en una réplica, el ex Colón ingresa al área con pelota dominada luego de limpiarse a Komar, y remata al cuerpo de Broun en una chance inmejorable de 2 a 0.

Y comienzan las lesiones. De Núñez, reemplazado por Facundo Rodríguez a los 60’ después de golpearse con Véliz en los carteles publicitarios; al cabo abandonaría el estadio con una bota en su pierna derecha. De Farías a los 65’, para el ingreso de Alario, y acá quiero detenerme en el análisis. Farías tuvo dos acciones positivas, una en cada etapa, y es cierto, obsequió por individualista muchos esféricos. Pero Alario no puede moverse, corre en cámara lenta, salta para abajo y realmente cuesta creer incluso que integre el banco. Benedetti, Alexis Castro y Tobio Burgos sustituyeron a los 70’ a Cetré, Palacios, y Piovi, en ventana de tres variantes obligadas al sentirse Piovi, acusando seguramente tanto tiempo sin arrancar de movida. Y en esos veinte finales, más los alevosos 8 de adicional, el Tetra se limitó a pegarle para arriba y a aglutinarse cerca de Muslera, máxime porque Alario no aguantaba una para descansar al equipo, y Castro no entiende que una instancia semejante sólo admite dientes apretados. Benedetti y Arzamendia cubrían la punta derecha, Tobio ayudaba a Román en la de enfrente, y el fenómeno de Cristian Medina se multiplicaba incluso para raspar y tirarse a los pies. Un cabezazo de Véliz en el poste y un derechazo fortísimo de Lovera que rozó el vertical izquierdo de Muslera resultaron lo más claro del “Campeón”.

La frutilla del postre, en el primer minuto adicionado, fue la expulsión de Amondarain por segunda amarilla al barrer en tres cuartos de cancha a Copetti sin violencia. En un tiro libre a nada del cierre, Medina la puntea despacito y Dóvalo lo amonesta, aunque las acumuladas previamente se borran en estos playoffs y el crack podrá estar en Santiago.

Y la palpable impotencia rosarina contrastó en el pitazo definitivo con el festejo del plantel. Que en rodeo ajeno escribió una página memorable de dignidad para desgracia de los Azzaro, los Fino Yossen, los Tapia y los obsecuentes del mamarracho imperante, decorándola con un triunfo ataviado de clasifiación.

Estudiantes de La Patria, orgullo de la ciudad, del país y del mundo.

Salutti

Muslera: 8

Román Gomez: 8

Núñez: 8

González Pirez: 7½ 

Arzamendia: 7 

Medina: 8 

Amondarain: 7 

Piovi: 6 

Palacios: 7 

Farías: 5 

Cetré: 8 ⚽

 Facundo Rodríguez: 6 

Alario: 3 

Benedetti: 6 

Castro: 4 

Tobio Burgos: 5

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NO SE OLVIDEN...

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Homenaje a Caloi

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Gracias Revista Animals! / clik en la imágen para ampliar.

Wallpaper por Estudiantes

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