Análisis por Marble Arch
Canchita por Maraja
Es noche cerrada, y San Nicolás va quedando atrás. "Miren el cielo y bajen una estrella", dijo alguna vez Alejandro Sabella. Y el equipo de Eduardo Domínguez, en oportuna reacción, lo hizo de nuevo lejos de casa.
Una primera mitad para el olvido, porque los volantes no estaban frescos, acaso acusando la seguidilla de los playoffs del Clausura, y en especial la desgastante Final en Santiago, frente a un oponente descansado sl mango. Tobio Burgos no pesaba, Medina no aparecía, a Guido le daban leña para que tenga, los fulbazos largos de González Pirez para Tobio, Cetré o Medina equivocabn el camino en un rectángulo chico y Platense, a sabiendas de su inferioridad jerárquica, se aferraba a la infracción sistemática, al choque físico y a las brusquedades para abortar cualquier intento de un Pincha excesivamente lateralizado. Con la anuencia de Rey Hilfer, quien demoró casi un cuarto de hora para empezar a amonestar.
En ese contexto talló el particular momento de Cetré, con su velocidad para desequilibrar, generar faltas y crear situaciones. En una se hamacó y despachó un sablazo a los guantes de Losas. En otra, cerca del descanso, lo bajan contra la raya izquierda, el parcero toma el tiro libre con mucha rosca y su envío, entre centro y disparo, obliga al manotazo del arquero pues se le colaba en el segundo palo.
Poco del Calamar, a pesar de la calidad de Zapiola para tocar "de prima" y tratar de profundizar, pero sólo llegaron con un par de corners y un tirito a rastrón controlado sin problemas por Muslera.
Para el complemento se aguardaban variantes, como los ingresos de Amondarain y Sosa en lugar de Piovi y Tobio, sin embargo el León salió igual. Y errático por demás en los minutos iniciales, perdiendo todas las segundas pelotas por falta de reacción, y agrandando así a su rival. Que se animó y lo fue apretando. Un tiro de esquina. Otro. Estudiantes no la sacaba ni la agarraba. Y a los 49', de un lateral alto donde dudan todos, en acción imperdonable en el decálogo bilardista, Franquito Zapiola la manda a guardar de media vuelta, cruzándola contra el caño derecho de Muslera. Un baldazo de agua fría en la tarde de calor agobiante, sobremanera por el opaco andar del flamante campeón. Trascartón, en una réplica, Guido Mainero se come solito el 2 a 0 en situación inmejorable al aprovechar una distracción generalizada, la redonda se va ancha al lado del parante y quizás Domínguez lo toma como una señal porque pronto mete mano luego de una falla de Román Gómez para reemplazarlo junto a Piovi y Tobio Burgos. En sus lugares, Meza, Sosa y Fabri Pérez.
Y el León se enciende nuevamente al influjo del pibe de la 7. Cuando hay incertidumbre, Sosa aporta certezas. Cuando urge la desesperación, contagia tranquilidad. Cuando reina la confusión, clarifica. Sabe. La pide. Y a los 40 años, sin la espectacularidad de otrora, potencia a sus compañeros, haciéndolos jugar. Entonces, con el crack en la batuta, fluyó la personalidad del grupo para suplir la falta de energías por un carácter avasallante.
El ímpetu de Fabri Pérez y Meza fortalecieron la banda derecha, creció Ascacíbar, Cetré reavivó su fuego, los desbordes comenzaron a sucederse por ambos extremos, y en un rebote, al tomarla de sobrepique, al fenómeno de Carcarañá se le va por arriba del travesaño. A vuelta de hoja le queda a Medina, de frente a un metro del punto del penal, la acomoda y la tira al alambrado. Entonces el Barba lo sustituye a los 75' por Alario en variante llamativa. Y el "Pipa" terminaría transformando en una ráfaga, con su gran doblete de viejo artillero, el epílogo de nervios crispados en un final de coronación.
A los 80', buena filtrada de Sosa para Carrillo, éste abre para Cetré, centro pasado, Fabri Pérez la devuelve de cabeza al corazón del área chica y el "Pipa" la frentea al gol. Y a los 90' corner desde la izquierda de Cetré, muy bombeado, el balón sobra a todos, Alario por detrás se eleva en el aire para cachetearlo con la parte interna de su botín, y el pique al piso descoloca al golero para desatar la locura pincharrata.
Los 5' adicionados, con Facundo Rodríguez por Cetré para reforzar la zaga, transcurrieron en un santiamén. Los marrones de Saavedra se habían derrumbado en el empate, y en los diez minutos previos al 2 a 1 el dominio estudiantil ya era notorio.
El "Chiqui Tapia botón" retumbó antes de la ceremonia de premiación, aunque el barraquero se veía venir la humillación y fue el gran ausente. Después, "el Ruso es del Pincha, del Pincha no se va". La dedicatoria de Alario a Arzamendia. Las ovaciones a Domínguez, a la Brujita (se acercó al alambrado y le regaló su medalla a un veterano hincha en silla de ruedas) y a Sosa, ésta muy emotiva para el autor del presente informe, por el merecido reconocimiento de la gente a un verdadero fuera de serie.
A partir del lunes se dilucidarán diversas cuestiones. La posible continuidad de Domínguez ("depende de Marcos", señaló el "Barba"), el armado del plantel con los recursos disponibles, la segura partida de Medina, las ofertas por Ascacíbar, las altas, las bajas, y todo girando alrededor del proyecto deportivo para un 2026 con Copa Libertadores.
Son las 2 de la mañana. San Nicolás de los Arroyos ya es un hermoso recuerdo. Y mientras la caravana rojiblanca emprende el regreso hacia La Plata con el Trofeo de Campeones en el bolso, a su cielo ceniciento le falta una estrella.
Salutti Campeones
Muslera: 6
Román Gómez: 5
González Pirez: 5
Núñez: 7
Benedetti: 7
Medina: 5
Piovi: 5
Ascacíbar: 6
Tobio Burgos: 4
Carrillo: 6
Cetré: 9
Meza: 6
Sosa: 8
Fabri Pérez: 7
Alario: 8 ⚽⚽










