Tibio empate en noche emotiva

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


La espectacular despedida de UNO de Mariano Andújar y Mauro Boselli, estruendosa, multicolor y plena de lágrimas tras igualar 1 a 1 ante el bravo Lanús del “Ruso” Zielinski, merecía seguramente el espaldarazo de un triunfo para la velada perfecta.

Pero el León, tras buen primer tiempo, se derrumbó en el complemento, donde la actitud granate desnudó un pronunciado bajón general. Y deberá ganar el acceso a la próxima Libertadores frente al Halcón de Florencio Varela.

De entrada se lo perdió el “Pepo” Medina luego de gran pared, y hubo un sablazo de Loayza devuelto por el palo derecho estudiantil. Sin embargo, alrededor de Sosa y Rollheiser, bien acompañados por Zuqui, empezó a inclinar la cancha y a merodear la valla visitante con peligro. Boselli se lo comió pisando el área chica, habilitado por Méndez después de una patinada de González aprovechada contra la raya de fondo por el uruguayo. Hubo un zurdazo ancho de Rollheiser. Hasta que una gran cortada de Benjamín lo deja solito a Godoy, y éste asiste a Boselli para empujarla al arco vacío e irse a codear con la puerta de ingreso a la historia grande de la institución. Un goleador de puta madre, quemando sus últimos cartuchos con entereza aunque el timming ya no sea el mismo.

Y cuando nada hacía preeverlo, un tiro libre recto al arco efectuado en forma de centro encuentra el anticipo de Torres a la tibia marca aérea de Sosa, y su cabezazo se mete bajo al lado del segundo caño pese a la estirada de Andújar. Antes del descanso, Acosta le sacó el 2 a 1 a Núñez.


El Grana, sin el desequilibrante De la Vega por un tirón en el posterior desde los 27’, salió a jugar la segunda etapa como si fuera la final de la Copa del Mundo, en reflejo de un claro tirón de orejas en el vestuario. Entonces empezó a ganar todas las segundas pelotas, a llegar tocando, a anticipar siempre, y ya a los 55’ el Barba Domínguez avizoró el vendaval al cambiar a Méndez por Fede Fernández. No obstante, Rollheiser, Sosa y el Corcho no daban pie con bola, en una extraña sucesión errática, Zaid y Núñez regalaban balones de salida, el equipo estaba dormido, sin reacción ni energías, y apenas el empuje de Godoy por su lateral parecía indicar un camino inadvertido por sus compañeros.

San Lorenzo se imponía por 2 a 0 en el Nuevo Gasómetro, a sabiendas entraron Zapiola y Atum por Eros Mancuso y Rollheiser a los 75’, y en la única situación pincharrata, el chico Atum conectó de primera un envío rasante de Franquito para el lucimiento de Acosta, quien la mandó al corner con esfuerzo. Sería la mejor chance del Tetra, que pudo perderlo en el cierre con un par de situaciones del huésped. La variante de Piatti por Zuqui, a los 86’, permitió ver a Pablito bastante faltón.

El estadio a oscuras, las ovaciones de la gente, la vuelta olímpica de Andújar y Boselli caminando junto a sus familiares, las cataratas de una gratitud que no tiene precio y el video emitido con todas las luces apagadas fueron la frutilla. Faltó el postre, quizás reservado para el choque aún sin fecha definida ante Defensa y Justicia por el oro de la Copa Argentina.
Salutti 
Andújar: 6
Godoy: 7
Núñez: 5
Zaid Romero: 4
Mancuso: 4
Zuqui: 6
Corcho: 5
Sosa: 5
Rollheiser: 5
Méndez: 5
Boselli: 6
Fede Fernández: 5
Atum: 6
Zapiola: 5

Pincha, Pincha de mi vida...

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja

Triunfazo en la lejana Córdoba para clasificar a la Final de la Copa Argentina, en partido electrizante y de marcador cambiante donde Estudiantes mostró algunos puntos individuales altísimos para darlo vuelta y ganarlo 3 a 2.

De entrada nomás, Zuqui abre para Godoy, centro exacto de Leo y Carrillo, a la carrera, lo fusila con un frentazo a Chiquito Romero. Se pierde el segundo Zapiola, por un enganche de más tras óptimo pase de Rollheiser, y a los 15’ los xeneizes se quedan con uno menos por un planchazo criminal de Saracchi a Zuqui.

Sin embargo, la Bosta iguala luego de un doble error de Zaid Romero, quien calcula mal un pique en un envío simple, pierde la posición ante Janson, se rehace, recupera la pelota, engancha muy largo hacia adentro y se la sirve mansita a Merentiel, que la ubica como viene contra el palo izquierdo de Andújar. Enseguida, bolón de Sosa cruzándolo de 40 metros y poniéndoselo como con la mano a Godoy, éste de pecho se lo baja a Rollheiser y el 10 le pega una masita de derecha desde buena posición.

Pero el León paga caro su segundo error cuando Barco busca contra la línea de fondo a Bullaude, el Corcho llega antes, se deja chorear la espalda y su rival cede para el doblete de la Bestia Merentiel, que le pega corto entre las piernas de Andújar y consagra una absoluta injusticia. Trascartón, Romero se estira para desviar el zurdazo bajo de Zapiola con destino de red. Y el camino al entretiempo sorprende con el 1-2 provocado por un par de errores imperdonables.

En el complemento, Boselli y Méndez por el golpeado Carrillo y Zapiola, en variantes claramente ofensivas de Domínguez. Y el Pincha lo empata al toque a la salida de un corner que Sosa puntea para Zuqui, éste lo ve libre por atrás a Rollheiser, lo asiste bárbaro, Benjamín no logra controlar y le queda justita para la media vuelta goleadora de Boselli en la raya del área chica.

Godoy iba e iba, Sosa dibujaba pinceladas siempre etéreas, Zuqui estaba en una noche bárbara, Rollheiser amagaba para desairar oponentes, el Corcho se asentaba, y es el 5 el encargado de asistir a Rollheiser por encima de la zaga, otro control imperfecto del 10, el buchoncito Rojo (la quiso ir de malo para llevarse las puteadas de su vida) trata de reventarla, rebota en un compañero, descoloca a Romero, y Boselli atropella a la par de Figal para entrar los dos con el esférico al arco al ladito del caño derecho.


Mancuso sustituyó a Benedetti, víctima de un foul de amarilla indultada por el árbitro, y por su banda, aprovechando la velocidad del ingresante Langoni, los bosteros empezaron a llegar con peligro, mientras por el sector opuesto, los centros venenosos de Barco exigían a la cueva. El lateral de la fe, no obstante, tuvo una chance notoria con ese derechazo manoteado en el ángulo izquierdo por Romero, tras recibir una cesión clasuda de Sosa.

Hasta el final, con Cristian Medina en el perdidoso, el Chino Piñeiro por Rollheiser en el Tetra más el refuerzo ulterior de Fede Fernández en lugar de Zuqui, el cuadro de la Ribera trató en vano de empardar. Hubo una impecable atajada de Andújar a mano cambiada en un tiro libre combado de Barco, y una monumental salvada de Santi Núñez pegadito al vertical.

Y en esos 15’ posteriores, la escuadra albirroja reiteró su materia pendiente de no saber defenderse con la pelota, fundamental sobremanera con un hombre de más. Varios revoleos sin ton ni son carecieron de sentido, mientras Sosa les pedía que jugaran.

Los cinco adicionados, con todos replegados, fueron de suspenso frente a la jerarquía y la vergüenza boquenses, ya con Benedetto también en cancha. Y después del pitazo, el carnaval se desató en la cabecera rojiblanca del Mario Alberto Kempes, la misma que en febrero de 1983 explotó ante Talleres con aquel inolvidable equipo del Narigón.

Párrafo del deshonor para la nefasta policía cordobesa, prima hermana de la brasileña. El grueso de la parcialidad estudiantil, producto de demoras alevosas provocadas adrede por la gorra durante el trayecto a La Docta, arribó al estadio con los 45’ iniciales a punto de culminar. AFA debería disponer al menos la devolución del importe de las entradas, porque lo sucedido no resiste ningún análisis. No hubo VAR, sí discriminación en un día de semana laboral para casi cuatro mil hinchas que hicieron 765 kilómetros.

Este jueves, Defensa y Justicia versus San Lorenzo para dictaminar el oponente de la Final, con su bonus de pasaje hacia la Libertadores aparte del trofeo. Sería un broche de oro para el grupo, repuesto de aquella indigna eliminación de la Sudamericana frente al Corinthians, y de una seguidilla impresionante de lesiones.

Godoy, el crack de Carcarañá y Zuqui rayaron a gran altura en una de esas victorias para recordar por mucho tiempo.
Salutti
Andújar: 7
Godoy: 9
Santi Núñez: 6
Zaid Romero: 5
Benedetti: 5
Zuqui: 9
Corcho: 6
Sosa: 9
Rollheiser: 7
Zapiola: 5
Carrillo: 7
Boselli: 7
Méndez: 4
Mancuso: 5

Lo ganó con el envión

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja 


Con muy bien primer tiempo e innecesario sufrimiento en el final, el Pincha se trajo los 3 puntos en su visita al Madre de Ciudades.

Bajo un clima muy caluroso, el León tuvo la encendida manija de Rollheiser, de nuevo felizmente muy positivo; la madurez conceptual del Corcho; el trajín inteligente de Zuqui; las pinceladas clasudas de Atum; la fe de Carrillo, un titán en el pivoteo; la prodigalidad de sus laterales; y a un Zapiola importante posicionalmente, aunque durante todo el partido se mostró apresurado.

El local se aproximó dos veces en esa etapa, ambas por cabezazos de Cantó al ganarle de arriba a Zaid Romero. Y el León, por los apuros de Zapiola al desperdiciar pelotas a fondo tejidas con pulcritud por el mediocampo, recién marcó a los 35’: gran pase largo de Rollheiser para Godoy, quien llega al fondo, levanta la vista y se la sirve a Atum, cuyo disparo rebota en un zaguero y se va como hacia el corner, pero Rollheiser, que seguía la jugada desde el vamos, rescata el balón del otro lado y lo ubica pinchadito para Carrillo, contundente para elevarse entre tres defensores y vulnerar con un frentazo a Mansilla.

Inexplicablemente, en el complemento salió Atum e ingresó Ezequiel Muñoz para armar una línea de cinco. Esa variante, sumada a la entrada del “Pulga” Rodríguez en el local, agrandó al Ferroviario, pues Estudiantes perdió tenencia en el eje. A los 63’, el chico Fabricio Amato hizo su debut, en lugar del lastimado Santi Núñez. Y otro duelo aéreo perdido por Zaid Romero casi se convierte en empate con el testazo de Rangel.


Sin embargo, con el correr de los minutos y hasta los 75’, cuando Mauro Méndez y el inédito Nehuén Benedetti sustituyeron a Carrillo y Rollheiser, el Tetra gozó de contraataques claritos, iniciados por el Corcho y comandados por Zuqui o Rollheiser –injusta y prematuramente amonestado-.

En su mejor acierto de la noche, Zapiola lo dejó solo a Méndez, su disparo pegó en el pecho del arquero, Godoy capturó el rebote, se lo puso delante de los ojos al uruguayo y éste no supo definir; si se agachaba, el pibe Benedetti la empujaba detrás suyo. Trascartón, desborde de Méndez, preciso pase a rastrón para Zapiola y Franquito, a la carrera, la tiró a la tribuna.

Ezequiel Muñoz sacaba todo en la cueva, pero en el cierre, un rebote fortuito en su botín le cayó servido a Jourdan, que no empató por milímetros al darle de volea a centímetros del caño derecho de Andújar. Hubiese sido decepcionante, por la notoria superioridad estudiantil de aquellos 45’ inaugurales, y en el global una paridad hubiera significado demasiado premio, sin duda alguna, para el dueño de casa.

Párrafo aparte para Espinoza, responsable de un arbitraje desastroso para amonestar a jugadores albirrojos por foules leves y perdonar con amarilla un patadón criminal al tobillo de Amato. Un impresentable.

Al cabo, una victoria con oficio para potenciar el sprint, chiquita en el tanteador y algo más en la impresión. Los sustos de último momento se evitaban defendiéndose con el esférico, aspecto donde los ausentes Sosa y Ascacíbar se sintieron bastante.
Salutti
Andújar: 5
Godoy: 8
Zaid Romero: 4½
Núñez: 6
Benedetti: 7
Zuqui: 7½
Corcho: 8
Atum: 6
Rollheiser: 8½
Carrillo: 8
Zapiola: 5
Muñoz: 7
Amato: 6
Méndez: 5
Nehuén Benedetti: 5

Volvió una noche

Análisis por Marble Arch

Canchita por Maraja


En actuación añorada por los hinchas e imprescindible de cara al decisivo resto de la temporada, Estudiantes superó de manera inobjetable al bravo Defensa y Justicia, rival siempre ordenado, punzante, directo y habituado a ocupar los espacios con sumo criterio.

Frente a un oponente de esa talla, el León sufrió un par de pelotazos largos a espaldas de los centrales, falencia subsanada en el complemento: en una salvó Godoy, tras la duda existencial de Andújar entre salir o quedarse, en la otra el disparo de Solari rozó el poste. Pero el Pincha, con circulación, actitud, vocación ofensiva y varias performances de “primo cartello”, empezó a crear una situación tras otra de la mano de Rollheiser, Sosa, Zuqui y Zapiola. Con un Carrillo brillante para mostrar su personalidad y ganar la mayoría de los envíos aéreos. Con un Corcho inteligentísimo para alternar juego elegante con marca. Con Godoy y Benedetti yendo por las bandas una y otra vez.

Lo tenía Rollheiser luego de una pinchadita de Sosa mal despejada por un defensor, aunque su disparo de derecha no perturbó al arquero visitante. Lo tuvo Zapiola, con un sablazo rechazado con esfuerzo por Fiermarín Forlán. Y en la apertura, el out-ball de Godoy es un centro a la cabeza de Carrillo, Guido se la baja con el peine a Zapiola y Franquito, como viene, la clava fuerte contra el caño derecho en gol de laboratorio.


Trascartón, Guido atora a Cardona, se la roba, deriva en Zuqui, éste lo ve a Rollheiser, Fiermarín repele al 10, le cae a Zuqui y su derechazo es rechazado por Soto cerca en la línea. Aquel cabezazo del Corcho en el travesaño después de un preciso tiro libre bombeado de Zuqui cerró una primera mitad donde la elegancia y verticalidad de Sosa fueron importantes a pesar de haber recibido dos murras impiadosas; en la segunda cayó mal, se lastimó el hombro y en el entretiempo quedó en el vestuario. Por el crack de Carcarañá ingresó el “Chiño” Piñeiro, que corrió, cortó, pisó el área de enfrente y redondearía auspicioso rendimiento.

Rollheiser –se lo vio físicamente afilado- continuó haciendo la que debe hacer el 10; es decir, limpiar acciones con gambetas positivas, asistir, tirar paredes, mostrarse libre, pedirla, crear, y así levantó muchísimo su nivel. Concepto extensivo a la sorpresiva resurrección de Zuqui, a quien Fiermarín le desvió un bombazo de sobrepique tras el enésimo pivoteo de Carrillo; en su revancha, el bochazo de Santi Núñez lo busca a Guido, éste engancha, con un rodeo desaira dos marcas y se la da mansita a Fernando, que define de primera, captura el rebote en el arquero, driblea, amaga tirarla a un palo y la ubica suave en el otro, en filme de potrero. Su festejo, contra el banderín del corner, sintetizó acaso la reivindicación del equipo.

El descuento del Halcón, decretado de penal por Cardona, trajo implícita la indulgencia del árbitro a Santi Núñez, porque estaba amonestado y su mano ameritaba la amarilla hacia las duchas. No obstante, el Tetra se replegó con solidez y de contragolpe pudo haber aumentado las cifras.

La ovación para Boselli en el doble cambio Mauro/Atum por Carrillo/Rollheiser, a los 40’, estremeció los cimientos de Uno; y premió también a Carrillo, figura desequilibrante de la velada. Con tiempo cumplido, Manyoma sustituyó a Zapiola, Ezequiel Muñoz al Corcho, y los minutos fueron corriendo ante un digno y respetable adversario que jamás dejó de intentar.

Quedan Central Córdoba y Lanús, entre ellos la Semifinal de la Copa Argentina frente a Boca el viernes 17 en Córdoba, y por lo visto anoche, con pasajes de alto vuelo, con un espíritu y una frescura que parecían olvidados, soñar vuelve a ser posible.
Salutti
Andújar: 5
Godoy: 7
Zaid Romero: 6
Núñez: 5
Benedetti: 6
Zuqui: 8
Corcho: 7
Sosa: 7
Rollheiser: 8½
Zapiola: 7
Carrillo: 9
Piñeiro: 6